Sorpresas

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"Soundtrack: Dover Beach - Baby Queen"


Era sábado, el día siguiente a su bochornoso arrebato.
Una parte de su ser, la irracional y absolutamente loca por la dopamina saltaba de felicidad por el éxtasis que había sido tocar los labios de Warren. Toda una aventura de emociones y sentimientos la deshacía al rememorar el pequeño roce una y otra vez derritiéndose como la miel en medio de todo el desastre pero la otra parte le golpeaba contra la realidad.
En algún momento había pensado que tal vez él podría corresponderle, sin embargo ¿Había confundido su amistad con algo más? Quería gritar. ¿Qué si Warren no volvía a hablarle? Sentía que había traicionado su confianza enormemente. Era probablemente la única en esa escuela a la que el chico le había permitido establecer un vínculo y ella lo arruinó. Tonta, tonta, tonta, se repitió.

Necesitaba distraerse. Sus ánimos no eran óptimos pero aún así se preparó con esfuerzo. Iba a una fiesta después de todo, se divertirá y la pasará bien con sus amigos o al menos de eso la convencieron cuando no quiso aceptar ir con ellos en un principio. Se prometió que no se preocuparía por sus errores hasta el lunes en la mañana.
Ya le había comentado a su padre sobre sus planes y luego de una larga charla sobre el horario permitido la dejo partir para reunirse con los chicos e ir a su destino.

Desde afuera el ambiente denotaba lo que ocurría dentro de la casa Stronghold y al entrar las luces de color acariciaron sus rostros. Un mar de adolescentes les recibió, el suelo vibraba por el volumen de la música y la infraestructura de paredes beige era muy amplia.

-¡Esto es asombroso!.-Gritó Zach extaciado en medio del alboroto.

Sin separarse, el grupo fue a la cocina donde una isla les brindaba todo tipo de snacks y bebidas varias de las que tomó un vaso y saboreó con detenimiento mientras observaba con más detalle su alrededor. Algunas caras eran más familiares que otras, la mayoría de las personas bailaban y empezó a contagiarse un poco.

Layla se sentó en uno de los muebles con Magenta mientras que Zach al igual que Alice comenzaban a tararear las canciones desde su posición.
Posterior a tomarse pocas fotos entre ellos, rieron sobre los desastres que representaban algunos de sus compañeros y en un giro de valor dejó su vaso en una superficie cercana para unirse al torbellino de individuos que disfrutaban bailar. Se liberó de cualquier estrés y emoción negativa para mover su cuerpo conforme al ritmo. Se sentía bien, se sentía relajada. Sus caderas ondeaban el viento y sus rizos caían de lado a lado conforme a la rapidez de su actividad. Sus pies saltaban y guiaban su danza hasta que alguien alargó sus brazos sobre ella.

-¿Pero que te pasa? ¡Suéltame!-Exclamó en medio de la bulla estridente.

Se trataba de Lash, quien hizo caso omiso a su petición riendo. No se veía del todo lúcido y sus pupilas estaban dilatadas por lo que no tardo en darse cuenta de que había ingerido algún tipo de insumo alternativo. Se fijó en el recipiente que sostenía y dedujo que era Xing, una poción que tenía la capacidad de disminuir la concentración y relajar el sistema nervioso poco después de ser consumida, no era esencialmente una droga pero ceder a la sustancia de manera continua acababa en consecuencias negativas.

Ágilmente se sacudió hasta zafarse de las extremidades elásticas y se alejó saliendo del gentío.

El chico la siguió como si nada y trató de agarrarle de nuevo pero le evadió.

-Ya déjame en paz.-Dijo irritada.

-¿Por qué siempre estás tan enojada?.-Se echó a reír.-Te ves más bonita sonriendo.

-Si, bueno. Ni se te ocurra volver a invadir mi espacio así.-Escupió cada palabra con molestia.

Se giró para dejarlo allí pero él se interpuso en su camino haciendo uso de su poder.

WARREN PEACEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora