Día 4

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*Botón de autodestrucción*

Ya estaba cansada de todos mis problemas familiares solo tenía 12 años y pronto cumpliría 13, no tenía ni la estabilidad mental y las herramientas para poder sobre llevar esto, de lo único que sabía era de estar lista para el momento que alguien quisiera tacarme, pero no sabía nada de hacer amigos ni llevarme bien con las personas o no parecer una rara.

Recuerdo no tenía muchas opciones todas eran malas, implicaban suicidio, matar a los idiotas que se metían conmigo y eso implicaría cárcel más o menos unos 5 o 6 años de cárcel, pasar todo el día en la calle sonaba tentador, pero me metería en problemas con mi madre para ese momento estar en casa de mi abuelita era mi mejor opción pero no siempre podía hacerlo.

2012:

Me desperté sin ganas quería seguir durmiendo, no quería seguir viviendo en mi realidad sino en mi mundo de los sueños, pero si no despertaba mi madre vendría a sacarme ella misma, así que fui al baño pero tuve que esperar mi hermano Ángelo estaba ahí, restregué mis ojos, respire profundo y trate de disimular mi tristeza con mi mejor cara, una vez salió mi hermano pude asearme, lista con desayuno en mano tome mis llaves y mi madre me acompaño a la scuola como quedaba cerca de nuestra casa íbamos caminando ella me hablaba muy enojada de lo mucho que le incomodaba vivir con mi padre y lo infeliz que era y de alguna manera me sentía culpable de eso.

Mi madre es infeliz por mi culpa

—Ya vas a ver que todo esto va a acabar, hoy hable con la abogada para poder finiquitar el documento del divorcio —dijo en un tono animado, no sabía que decirle la verdad lo único que me preocupaba es si alguno de ellos fuera a cambiar conmigo.

Los problemas de mi familia son por mi causa no tenía que nacer...

—Está bien si eso te hace feliz yo te apoyo, además yo también estoy cansada de mismo y estoy segura que lo celebraras —le respondí tratando de imitar su buen ánimo no sé si lo hice bien.

—También hice trámites para tu cambio de scuola y estarás muy feliz en tu nueva scuola te lo prometo serás muy feliz y yo te daré todo lo que necesites desde ahora, comenzamos una nueva vida —finalizo y nos despedimos, mi madre no era la persona más cariñosa del mundo, pero sabía que esto lo hacía porque me quería y se quería ella, pero también sabia dentro de mí que esa promesa no estaba a su altura.

—Así que solo tendré que esperar unos meses y todo esto pasara —le sonríe y entre a la scuola.

Caminaba por los pasillos y miraba las paredes y las fotos de le geografía de Italia y un cuadro que tenía la bandera y el escudo, al entrar a mi salón fui directo a mi asiento. Dure un rato dibujado y pensado cosas triviales, todo iba tranquilo hasta que entraron unos chicos que solían meterse en problemas y este iba acompañado por una de las chicas que se juraron pasado conmigo la otra vez.

Uno de los chicos el cual era blanco de cabello azabache, golpeo la tabla de mi mesa y este tenía una sonrisa maliciosa, oh no ya van a empezar.

«Eva: muy seguramente el idiota ese va a hacer un chiste malo sobre tu aspecto, como si no se hubiese visto a sí mismo»

«Ángel: Ignora cualquier tontería que te diga»

—Oye ¿Por qué tienes tantos granos? —pregunto apenas alcé mi mirada no respondí ante esa pregunta tan estúpida, en cambio el solo se reía, paso su lengua por mi cara —Uy si sabe a grasa de tocino —todo el salón exploto en risa lo que me hizo enojar.

—Podre saber a tocino, pero yo no tengo la necesidad de ir a molestar a una chica que no me ha hecho nada solo para sentirme genial y hacerme el gracioso frente al salón con el fin de reafirmar que eres el popular —le replique con lo primero que se me vino a la mente y todo el salón unísono gritaron "uhh".

Mi Pálido Reflejo (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora