Día 1

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Evangeline...

Bueno no sé cómo empezar... ¿Cómo empieza un diario?, no se como empezó o tal vez si en algún punto de mi vida he estado bien, no lo recuerdo, le contaré días de mi vida que me han marcado y que yo considero en medida que yo recuerde. Les hablaré un poco de mi infancia, la verdad no fue la mejor infancia que una niña podría recordar, en serio, pero tubo sus cosas buenas, tubo 4 viajes y varias salidas con mi abuelita, que es la mejor de todas, ella nació en Venezuela, en la ciudad de Maracay, ella me contaba historias de las playas, donde el agua es cálida, las palmeras son muy altas, vendedores ambulantes que comercian ensaladas de mariscos en envases de vidrio, las aguas del mar claras, el calor del caribe suena un lugar increíble para vacacionar.

Donde mi travesía comienza no es en mi infancia sino a mis 12 años, en un hogar llenos de peleas y discusiones, el día que me di cuenta de que había algo mal en mi vida fue un lunes en mi primera semana de clases de clases después de vacaciones.

2010...

Tenia la preciosa edad de 12 años como ya había mencionado antes, tenía dos hermanos mayores Giorgio y Angelo, el mayor Giorgio me llevaba 19 años, era bajo que mi otro hermano, era muy amable, siempre adonde llegaba tenía una gran sonrisa, si él hubiese convivido más conmigo les aseguro que hubiésemos sido grandes amigos y Angelo 16 el es el mas alto, serio, y amargado de la familia, ambos nos llevábamos pésimo, puesto que ambos teníamos una falla de comunicación terrible, digamos que yo me acostumbré a no involucrarme en su vida y él tampoco lo hacia con la amiga, éramos como dos distantes desconocidos.

Mi padre el gran viejo Giorgio Lepori, asi es mi padre y mi hermano tenían el mismo nombre, era una persona muy compleja de describir, a veces estaba bien y otras sufría un gran desequilibro mental y/o emocional, que afectó profundamente a mi madre Marietta Ricci la mujer mas estricta y amorosa, ella trabaja duro y se esfuerza en mantener en pie nuestra familia hasta hoy en día, en ese tiempo no era tan asi, puesto que solo bastaba que alguno de los dos hiciera un comentario solo eso era la excusa perfecta para iniciar una discusión, solo solo oia los gritos mas no prestaba atención a lo que decían me encerraba en el cuarto y solo me metía en mi pequeño mundo donde todo era hermoso, mas adelante describiré a detalle como era mi pequeño mundo en ese tiempo.

Hoy estaba de visita donde mi abuela la señora Sara Peoli, yo la consideraba mi mejor amiga y era la persona más importante de mi vida ya que cuando mi madre estaba ausente ella me acompañaba y me brindaba la mejor de las compañías, ella me deseaba lo mejor puesto que regresaba a clases estaba en primer año de la "Scuola secondaria di primo grado", iba caminando a paso tranquilo, pensaba en la sonrisa de mi abuela y en lo feliz que estaría mi si yo fuese la mejor en todo, todo tenia que salir perfecto.

Ahora mi vida en la Scuola es un infierno, tengo que fingir ser alguien que no soy, básicamente ser feliz sin ganas de serlo, me sentía mayormente del tiempo muy deprimida y a esa edad entendía en concepto de depresión lo busqué en internet y en un libro de psiquiatría para estar segura que estaba enfermándome a mí misma:

La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.

-Organización Mundial de la Salud.

El paciente la describe como diferente a otras experiencias tristes que hubiera podido sufrir previamente, y existe mayor sensación de pérdida de control y gran dificultad o incluso imposibilidad para motivarse por otras cuestiones que no sean el foco de su tristeza.

-C. Gastó, V. Navarro. Hospital Clínic de Barcelona

Ese día a medida iba caminando pensando en esos términos, estaba perfectamente impecable, ropa planchada, cabello peinado sujetado por una cola alta, perfumada, bolso limpio, zapatos escolares limpios sin una pequeña mancha de agua o barro, todo estaba bien menos mi cara tenía mucho acné, tenia barros medianos y grandes, no exagero en realidad me veía asi, a veces mi cara me dolía y para rematar se burlaban de mi por eso, por mi forma tímida de expresarme, por mi ropa en fin cualquier cosa que alguno de los chicos de mi salón observen que este mal conmigo. Me paré frente a las rejas que daban paso a mi segundaria suspiré y entré.

Una vez dentro, habían chicos que hablaban animadamente, chicas que discutían y chicos que se hacían pasar por geniales básicamente chicos que mas adelante al recordar como eran según se reirían un pasarían vergüenza. Me apresuré a sentarme en mi mesa, puse mi cuaderno de italiano sobre la mesa y comencé a garabatear en las hojas del final, hacia dibujos comiquísimos, sobre invasiones alienígenas, una chica que le explotaba un pastel un biscotto gritando porque acababa de ser mordido, mi tiempo de mi pequeño mundo acabó cuando llegó la profesora de italiano que a mi parecer nunca estaba muy animada de ser nuestra profesora.

Toda la clase marchaba de la forma mas normal hasta que uno de mis compañeros de aula comenzó a gritar que yo lo estaba acosando "¿en serio? Idea de lo que estaba hablando" la profesora nos sacó a ambos del aula y este solo se carcajeaba yo lo fulminé con la mirada, se quien era este personaje, era el mejor estudiante de mi salón el primer promedio quien realmente resultaba ser un completo idiota, quien siempre se hacia el chistoso, el brabucón, y no se si quiera como alguien podría fijarse en él porque tengo entendido que habían personaje que gustaban de él, no paraba de mirarme pero se hacia el distraído, no pretendía dirigirle la palabra a ese imbécil.

Decidí hacer lo que cualquier persona con uso de razón haría no seguirle el juego y dejarlo solo, caminé al baño y me vi en el espejo me veía completamente patética, era como ver una versión de mi muy triste, tomé agua y me lavé la cara, sonreí en el espejo, me fui al patio y me senté en un banco a esperar la siguiente clase, de verdad detestaba este lugar. Estaba sola, eso me daba la posibilidad de pensar, que era para lo que más tiempo tenía. Pensaba que algún día no muy lejano podría cambiarlo todo, seria increíble, tener nuevos amigos nuevas oportunidades y una nueva vida.

Nota de este este día: Hoy fue el primer día que caí en cuenta que realmente me estaba auto destruyendo asi que comencé a pensar ¿Cómo y que podría cambiar en mi y en vida?

Me despido, espero que tengas una buona giornata querido lentor gracias por llegar hasta el final 

Evangeline Lepori  

Arrivederci.

Mi Pálido Reflejo (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora