25 de Enero.
Miércoles.
15:36 p.m.
Los Ángeles.
Departamento de los hermanos Smith.
Anubis Smith.
Estaba enojado con mis hermanos. Los idiotas no me aviaron de que mi reina se encontraba en el departamento y que ya conocía a Ares y a Aurora. Cuando llegue al departamento después de pasar la mitad de la mañana en la casa de mis padres junto a Lucifer tratando de proteger la casa del huracán y de ir a comprar comida, por eso hoy no fui a la academia, iba a ir a la cocina cuando escuche a Eros llamarme desde el pasillo, cuando me gire vi que caminaba hacia mi con una sonrisa de oreja a oreja.
- A que no adivinas quien se esta quedando con nosotros.-dijo manteniendo su maldita sonrisa.
-Ve al grano, Eros. No tengo todo el día.-dije ya cansado. A veces los juegos de Eros me hartan.
-Lilith.-dijo firme manteniendo su sonrisa.- Lilith se esta quedando con nosotros por el huracán, por suerte Perséfone logro convencerla antes de que se valla a su casa después de que dieran el anuncio en la academia.-finalizo manteniendo su sonrisa.
¿Pero que mierda?.
¿Lilith se estaba quedando acá desde hoy en la mañana y me acabo de enterar?
Pero que mierda de hermanos.
-¡¿ Y por que carajos no nos llamaste a mi y a Lucifer?!.-grite enojado.
Escuche pasos atrás mío. Eran mis demás hermanos.
Idiotas.
-¿Por que carajos gritan?-gruño Ares quitándose alguna lagañas de los ojos.
Me di cuenta que todos traían pijamas y venían con caras de dormidos, supongo que con el huracán no tenían nada que hacer y durmieron, menos Hades. Hades es como Lucifer, se la pasa trabajando en la empresa y en la oficina la mayor parte del tiempo, y desde que descubrimos a nuestra Lilith ya casi ni los vemos.
-¡¿Por que carajos no me llamaron para avisarme que Lilith estaba acá?!.-grite enojado.
Yo estoy muy afectado por mi Lilith, al igual que mis hermanos. Pero yo apenas logro dormir sin poder dejar de pensar en que pasaría si ella no nos llegara a amar. Aparte si es que llego a dormir no dejo de soñar con ella en todos los escenarios posibles. Es impresionante como se metió en nuestras cabezas haciendo que quedáramos enamorados y obsesionados con ella.
-Va a explotar.-dijo Dorian mirándome con algo de diversión y con un poco de miedo.
Suelo tener ataques de ira, pero las mayorías de veces en vez de querer golpear algo, suelo desquitarme matando a una persona. Me relajan sus gritos, sus llantos, y por supuesto su sangre color carmesí, al igual que el maldito vino tinto.
Fui hasta la cocina y agarre un cuchillo que estaba en la encimera, cuando volví a la sala mis hermanos ya estaban corriendo mientras reían y algunos gritaban "asustados", los empecé a correr mientras les gritaba que por que no me avisaron de que ella estaba acá. Todos paramos en seco al oír a Lilith y a Hades gritarnos.
Por fin la estoy viendo en persona, estoy viendo a mi reina. Por fin voy a poder escuchar su voz y verla de cerca y no por una maldita foto. Era bellísima, estaba embobado viéndola hasta que decidí presentarme.
Después de la escena de la sala espero que no me tuviera miedo, aun que me gusta que las personas me tengan miedo no quería que mi Lilith se alejara de mi o de mis hermanos.
[...]
26 de Enero.
Jueves.
05:21 a.m.
Me desperté por que escuche como me había llegado un mensaje. Era Lucifer. Carajo, el no sabía nada de que Lilith estaba en el departamento.
-Papá esta preparando la gala de arte para el 2 de Febrero. Dijo que tenemos que ir a comprar los trajes.-leí el mensaje que me había mandado Lucifer.
-Aun no se puede por la tormenta, los negocios y tiendas están cerrados. Hey, hay algo que debes saber.-le respondí. No le iba a ocultar el hecho de que Lilith estaba en el departamento.
-¿Qué hicieron?.-me respondió.
-Lilith esta en el departamento. Los chicos la convencieron en la escuela de que viniera aquí con nosotros cuando dieron la alerta.
-CARAJO.-fue lo único que me escribió antes de que apagara el celular. Debe haberle agarrado un ataque. Lucifer prometió que en cuando tuviera la oportunidad de estar cerca de su reina Lilith la aprovecharía.
El ahora se encontraba de camino a Dubái, tenía una conferencia con empresarios muy importantes pero no tanto como los Smith, ellos tenían que darle dinero a mi hermano y también querían trabajar en nuestra compañía.
Decidí no hablarle más y dejar que se calme. Baje hacia la cocina para poder tomar un vaso de agua pero hay me encontré con Lilith.
Carajo.
Solo llevaba una camisa que le llegaba hasta la mitad de los muslos, estaba solamente con unas bragas de la parte de abajo.
Contrólate.- me grito mi conciencia por lo que reaccione.
-¡Hey!.-le dije en un susurro, ya que usualmente la sala tiene eco, y no quería despertar a mis hermanos. Quería pasar tiempo con ella aun que sea solo por unos minutos.
-Hola. ¿Qué haces despierto?.-dijo con voz ronca para luego bostezar cansada, también entrecerraba los ojos.
-Lucifer me escribió haciendo que me despierte. Mal parido.-dije agarrando la jarra de agua y un vaso.
Pero me gano un tiempo con mi reina.
Gracias, Luci.
-¿Lucifer?. ¿Juegas a la ouija o que?.-dijo confundida.
-Hablo de mi hermano. Lucifer.-dije riendo un poco.
-Oh, es el último que falta de los hermanos. ¿Dónde esta?.-pregunto mientras tomaba agua.
-En camino yendo a Dubái. Tiene una conferencia con unos empresarios.-dije desinteresado y encogiéndome de hombros mientras le daba otro sorbo al vaso con agua que tenia en mi mano.
-Wow. Yo siempre quise conocer Dubái. Y también Alemania e Italia.-dijo sonriendo mientras negaba con la cabeza divertida. Dejo su vaso en el fregadero cuando lo termino, para luego girarse hacia mi y hablarme:
-Me voy a seguir durmiendo. Hasta mañana, Anubis.-dijo dándome un asentimiento de cabeza. Auch. Hubiera preferido un beso de mi reina, pero nos acabamos de conocer.
-Claro. Hasta mañana, Stellina mia.-dije dándole una sonrisa para luego ver como se iba por las escaleras.
Yo termine mi vaso con agua para luego dejarlo en el fregadero, fui a mi habitación para poder dormir otra vez pensando en Lilith.
Vas a ser nuestra reina, Stellina mia. Te lo aseguro.
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Los Dioses De Mi Infierno
ActionSonreí como idiota enamorada viendo como aquellos chicos, los cuales acababa de conocer, estaban asesinando a alguien de la manera más despiadada posible. Mentiría si dijiera que no me eh mojado viéndolos cubiertos de sangre, sangre la cual pertenec...