No me dejes, porfavor ✓

Venganza: Por tí

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Por su sangre albergaba una gran cantidad de sustancias.

Nunca penso que llegaría a drogarse en su vida. Y aun peor, que aquella adicción sería adquirida en tan solo una semana.

Se habia prometido nunca contraer un vicio con el alcohol o drogas, recalcando que aquello le afectaba, tanto físicamente como psicológica.

¿Y el por qué de ello?

No queria que Seishu lo viera como un drogadicto o alcohólico.

Ahora ya no tenia una razón para retractarse de sus actos.

Es asi como se encintraba tirado en el sofa de aquella gran oficina. Las cortinas no permitían el paso de la luz, haciendo que aquel lugar lusca oscuro.

Tan oscuro como las enormes ojeras que traía Hajime.

Era triste ver a alguien que normalmente se mostraba de una forma gloriosa, egocéntrica y caprichosa; ver lo en un estado tan humillante; con los ojos hinchados y con un rojo fuerte; sus labios partidos y deshidratados; su hermoso cabello teñido de blanco, se encontraba trasquilado en un intento de desahogarse.

Y no hablemos de los múltiples moretones, acompañados de un sin fin de pinchazos proporcionados por las agujas.

"Realmente te ves tan hermoso". Los efectos de las drogas no tardaron en manipular a su cerebro. Su mente la creaba a un dulce Seishu acompañandolo en su dolor.

Siempre con una de sus bellas sonrisas.

Rozaba su mano en la mejilla de la linds alucinación. Viendo como lentamente se esfumaba.

Sus ojos ya no lo veían.

Las llemas de sus dedos ya no lo sentían.

La sonrisa que anteriormente decoraba su demacrado rostro, desaparecía con el paso de los segundos.  Dejando lo con una expresión nula.

"¿Esté es el castigó que Díos me está dando?". Pequeñas gotas saladas caían de sus ojos, mojando sus pestañas al parpadear. "Qué mierda se supone que haré yo ahora... Si te han quitado de mi lado".

"Matar al dueño de mi ida". Un suave susurro se presentó en los oidos del teñido.

Era, es y será la voz más hermosa que sus órganos auditivos lograron captar.

"Realmente ¿Tu quieres eso?". Unio la mirada con la otra.

Inupi era el ángel mas precioso y puro que ha visto.

"Si. Yo quiero eso. Si lo haces, te amaré con cada centrimitro de mi alma. Hajime Kokonoi, es a ti al que le entregi mi corazón, confiando en ti, antes y después de la muerte".

"Te amo tanto. No tienes ideo de como lo hago". Sonrió con los labios.

"Yo también te amo, cariño ".