Dime algo lindo

I

- Ese estúpido y pretencioso chico, ¿quien se cree? - gruñó mientras peinaba el cabello de Mitsuri, siendo delicado pero expresando con enojo su sentir al hablar.

- No seas rencoroso, Tengen - le dijo Kyojuro, esperando a que su mascarilla se secara - Lo viste hace una semana y sigues con tu drama de que te hizo algo malo - se cruzó de brazos, manteniendo su rostro casi inexpresivo para que no se arruinaría la crema que tenía puesta en la cara.

- ¡Pero lo hizo! ¡Me lanzó una piedra en la cara! - exclamó, trenzando el cabello de su amiga - No entiendo que quiere lograr al verse tan imponente y rudo si nisiquera puede hacer algo bien. Estoy seguro que me apuntaba al ojo.

- No lo conoces, así que no deberías hablar así de él - le reprochó la chica, pintando sus uñas con brillos plateados - Primero debes darle una oportunidad y conocerlo.

- ¿Así como hizo Kyojuro? - dijo fijando su mirada en su amigo, que se encogió de hombros.

- Akaza es divertido, a mi me agrada - soltó con alegría, aunque no podía sonreír del todo - Yo también opino en que le des una oportunidad, quizás sea agradable también.

- Agradable mis hue... - una almohada fue lanzada en su dirección, callandolo en el acto.

- ¡No digas esas cosas frente a una dama! - le reprochó el rubio, mirándolo amenazante.

La pelirosa soltó una risa, viendo a sus amigos pelear a gritos, estaba acostumbrada a escucharlos de esa forma, después de todo se conocían desde niños y si por ella fuera, vivirían los tres juntos. Eran como hermanos, siempre cuidándose las espaldas y apoyándose en todo lo que necesitarán.

Aunque bueno, ya parecía que vivían juntos, siempre estaban metidos en su casa.

- Oigan ya basta - le dijo, lanzadoles un cojín a cada uno - Kyojuro, ya puedes lavarte la cara - le dijo a su amigo, que se levanto rápidamente corriendo al baño para hacer lo ya antes dicho - Luego vienes para ponerte crema en la piel y que no se irrite.

- ¡Si! - recibió la afirmativa desde el baño, sacando risas en los otros dos.

- ¿Yo también debo hacerme una mascarilla? - le pregunto con una sonrisa, recibiendo una negativa de la chica - ¿Por qué no?

- No lo necesitas, con ponerte crema humectante creo que será suficiente - respondió, sacando un frasco de color verde claro con puntitos negros para pasárselo - Esa es muy buena.

Al ver el pequeño disgusto en su amigo, le preguntó algo que pasaba una y otra vez por su cabeza desde que empezaron con su adolescencia.

- ¿Por qué te esfuerzas en verte guapo cuando ya lo eres?

Eso había tomado desprevenido al peliblanco, que la miró a los ojos con vergüenza y temor.

- ¿Acaso no puedo ser más codioso con mi apariencia? - pregunto de vuelta, tratando de que no notará aquello que lo lastimaba.

- Tengen, somos amigos desde hace mucho, puedes decirme la verdad - la chica sujeto las manos del más alto, dispuesta a pintar sus uñas mientras esperaba su respuesta.

Soltó un suspiro, mirando de reojo para que su amigo rubio no se presentará antes de soltar aquello que le dolia.

- No me considero guapo - le dijo, sorprendiendo a la chica - Todos dicen que lo soy, pero yo no me veo así y tampoco creo ser bueno como Kyo.

- ¿Qué quieres decir?

- Digo que, quizás, me hace sentir mal que él si sea una buena persona y yo no.