Cachorros arrepentidos

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Aclaración: parte dos de "travesuras en la empresa"
Recuerden que en este fic donghyuck es de la 99 line, por eso le dicen hyung o se refieren a él como su mayor.

[🍂]

¡Al fin!

Había perdido totalmente la cuenta de la cantidad de tiempo que había pasado intentando encontrar a aquellos dos diablillos que le habían causado más de un disgusto a la manada ese día. Pero ahora ya los tenia, y no les daría escapatoria.

[🍊]

Jaemin y Jeno seguían ocultos en la sala de prácticas de las chicas de Aespa, esperando el momento indicado para poder volver a su respectivas actividades sin ser regañados por su hyung.

—¿Uhm? Esperen... Creo que huelo a Haechan.

Ambos chicos detuvieron todo tipo de movimiento mientras miraban a la maknae con los ojos exageradamente grandes.

Sabían que Ningning hablaba en serio, sin duda ella podría reconocer un aroma en específico a metros de distancia, eso era como una gran habilidad secreta que solía pasar desapercibido, pues ante todo la fémina era distraída y algo torpe.

—¿Cómo?

Jaemin realmente esperaba que solo sea una broma de la china, no se veía con ánimos de soportar un regaño de Donghyuck en este momento.

—Está cerca de aquí.

—¿Cómo diablos nos encontró?— El alfa realmente no entendí como Donghyuck había llegado a ellos siendo que ese día su nariz estaba algo tapada, y tampoco los había cruzado de camino a esta parte de la empresa.

—Bien, ya era hora de que llegue, están distrayendo la práctica.— bromeo Giselle mientras le sacaba la lengua a sus amigos.

Los dos menores empezaron a recoger sus cosas tratando de irse lo más rápido posible, pero al momento de abrir la puerta de la sala se encontraron al omega ahí parado, con los brazos cruzados y una mirada bastante molesta.

Intentaron hacer las sonrisas más bonitas que podían para intentar ablandar el corazón del mayor... Claramente no funcionó, pues con un solo gruñido ellos agacharon la cabeza entrando a la sala de prácticas y sentándose en el suelo esperando el gran discurso que les daría y quizás un, leve, castigo.

—Bien, niñas, vamos a descansar y comer algo, rápido.— las tres féminas menores miraron con desgano a su líder, claramente querrían ver al omega mayor regañar a sus compañeros.

—Pero Kari-

—Pero nada, fuera ahora. Ésto no nos incumbe.

Karina realmente entendía la posición de Donghyuck ahora mismo. Ellos tenían poco en común, pero había algo que destacaba por encima de todo. Ambos eran líderes de sus propias camadas a una edad bastante temprana.

La fémina más que nadie comprendía el tener que dejar de lado los jugueteos infantiles para tomar las riendas y ser la figura de autoridad por sobre sus iguales. Era duro ver a tus compañeros, algunos de hasta tu misma edad, tontear libremente mientras tu no puedes unirte a disfrutan porque debes ser quien imponga madurez la mayoría de las veces.

Sabía que Donghyuck realmente no se sentía enojado por las trastadas de esos dos, podría hasta decir que le hacía ilusión unirse, y siendo sincera a ella igual. Pero también sabía que todo eso había generado un problema más del que tener que hacerse cargo y lidiar.

"Si algo pasa reprenderan al líder por no poder vigilar a sus cachorros."
Aquella frase siempre resonaba en la cabeza de todos los líderes de SM, era algo que sus superiores seguían al pie de la letra.

En Manada // NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora