Cuarentena

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El dormitorio de la camada de leche se encontraba completamente en silencio, a excepción de la áspera tos de algunos de los menores.

Jisung comenzó con síntomas leves de "gripe" hace algunos días atrás.
Si bien lo alentaron a tomar un descanso y algunas medicinas, los miembros no se preocuparon demasiado, pues era normal que el cachorro de la manada se enfermase con facilidad en temporada de lluvias y frías ventiscas.

Fue una semana más tarde, cuando los síntomas del menor se agravaron y esparcieron por toda la camada, que el mánager los obligó a realizar un test de covid a cada uno, obteniendo como resultado a ocho miembros con covid-19 positivo.

Taeyong, Kun y Johnny insistieron en que alguno se quede con la joven camada durante los días de cuarentena cuidando de ellos, sin embargo, Donghyuck rechazo absolutamente la oferta, trabando la puerta del dormitorio para impedir que el resto de manada se exponga al virus al tratar con ellos directamente.

Haechan afirmaba que como omega de manada, y líder de la camada, era su deber velar por el bienestar de sus menores, aún si eso significa descuidar su propia salud.

—Hyung...

Volteó su cuerpo en dirección a la nueva presencia en su cuarto, Chenle.

—¿Que pasa, cielo?

El cachorro avanzó hasta su cama luego de que palmeara el lugar vacío a su lado, invitándolo a meterse bajo las sábanas.
Donghyuck, sentado en el colchón con la espalda apoyada contra el respaldo de la cama, se sorprendió cuando el menor se posó encima suyo, abrazándolo con fuerza y escondiéndose en el hueco de su cuello olisquiando su aroma.
El usualmente dulce olor a bebé del chino se sentía completamente agrio; su piel ardía bajo el tacto del omega mayor, mientras que su cuerpo temblaba como una gelatina.

—Mierda, tienes fiebre de nuevo.

Sin quitarlo de encima el mayor se estiró hasta alcanzar el termómetro digital posado en la mesa de luz junto a su cama, y luego de prenderlo lo acomodó bajo el brazo de Chenle.
Mientras esperaban a que el pequeño aparato les de su resultado, Donghyuck se dedicó a dejar besos en el hombro del menor, mimándolo un poco.

Una vez el termómetro sonó, el omega lo tomó verificando el resultado.

38.1, mierda.

Donghyuck comenzaba a asustarse. Está era la tercera vez que Chenle llegaba a un resultado tan alto de temperatura, ya no sabía que hacer, habían probado de todo: medicina, funcionaba, pero no por mucho. Baños tibios, apenas ayudaban a bajar un poco la fiebre. Paños húmedos, ayudaban, pero no demasiado...

—Bien, amor, vamos a darte un baño ¿Si? Luego te tomarás la medicina y dormirás un rato aquí conmigo.

Zhong solo asintió un poco contra su hombro, levantandose del regazo del omega para que esté comience a buscar entre su propio ropero algunas prendas para ambos.

Tomándolo de la mano, Haechan guió a Chenle hasta el baño, comenzando a quitar su pijama de ositos mientras el agua tibia llenaba la bañera, luego retiro sus propias prendas.

Donghyuck entró primero a la bañera, dejando que el menor se acomode pegando la espalda a su pecho.
Chenle suspiró ante el contraste del agua con su piel ardiente que lo hacía temblar sin parar.
El omega comenzó a lavar con paciencia su cabello, aprovechan la cercanía con el contrario para marcarlo con su aroma intentando ayudarlo a sentirse un poco mejor.

Para Donghyuck, sus cachorros eran lo más importante, incluso más que su propio alfa.
Los miembros de Dream habían estado junto a él desde el momento cero, el apego creado durante los años llevaba a que el dolor de los menores se sienta como propio. Podía sentir su instinto omega rasguñar su pecho ante el malestar de su camada, y dolia más al saber que todo lo que intentaba no terminaba por funcionar.

En Manada // NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora