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pov: emilia

la batalla de bandas para unos era un simple juego y para otros (incluyendome) era algo que me beneficiaria demasiado en mi carrera como cantante.

y más si llegaba a presentarme con sebastián, en el instituto repetía una y otra vez que no tenían preferencia con ningún estudiante

pero no era así.

todos sabían que sebastián langarica tenía demasiados accesos que otros estudiantes que por muy buenos que sean nunca los iban a tener.

la propuesta de sebastián estaba rondando por mi cabeza todo el día y no sabía si aceptarlo o no.

igualmente con andi, la había estado evitando en todo el día y tampoco era como lo más mejor por lo de la mañana.

aún tenía tiempo para pensar, las audiciones eran hasta el jueves.

pero algo muy dentro de mí quería audicionar con andrea, la mezcla entre su voz y la mía era tan suave.

tan única.

pero suponía que en su mente no estaba yo como opción para audicionar así que hasta que se calme todo.

o hasta que piense que hacer.

era una batalla.

aunque si mi yo de hace un mes tendría esta oportunidad hubiera escogido a sebastián sin pensarlo dos veces

¿porqué ahora era tan difícil?

el almuerzo había empezado hace 20 minutos y para esquivar a sebastián y andi decidí esconderme detrás de la basura inorgánica.

estaba escondida hasta que apareció una hermosa morena.

— ¿que hacías hablando con sebastián, emilia?

— de la clase.— rodee los ojos pero ella no dejaba de analizarme con la mirada.

¿sabía que mentía?

— haré como que te creo, aún así quería venir a pedirte disculpas.— tranquilizó la mirada acercándose más a mí.

quedando frente mío.

— emilia.— se sentó en el césped quedando a mi altura.— no quería hablarte de esa manera y tampoco decirte esas cosas.—

— no tienes que darme explicaciones de tu vida personal.— respondí.—

sabía que en verdad lo lamentia, sabía que el brillo de sus ojos era de sinceridad y el simple hecho de que me hablara mirándome fijamente sabía que hablaba desde la verdad.

pero aún así andi no era de tratarme de una manera tan brusca.

y tampoco yo a ella.

un gran defecto era mi orgullo y que golpearan mi ego.

la vida le dió por juntar a dos orgullosas.

muy buena combinación ¿no?

a veces lo era, a veces no.

de cierta manera andi salvaba mis días y los hacía más alegres.

convertía tu vida de colores.

— la verdad, no debería estar acá.— tomo un pequeño mechón que caía en mi cara y ponerlo debajo de mi oreja.— pero no sé en qué momento te empecé a dar explicaciones de mi vida personal.— hablo mientras se reía bajo.

— ya no importa.— tome su mano para quitarla lejos de mi rostro.—

— ¿que hablabas con sebas? — bajó la mirada.—

¡se mi novia falsa! endiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora