My Temptation

CAPITULO 12 - tiempo contado?

Pov: Arizona Robbins

El sonido de mi celular hizo que me levantara, estaba desnuda y abrazada de Mark, el hombre con el que compartí a Callie anoche, sé que ella no es objeto ni algo de lo cuál alguien podría apropiarse, pero el pensar que ella estaba siendo tocada por alguien más, me ponía muy furiosa.

Salí de la cama, me metí a una habitación y contesté la llamada.

_hola?

_dónde estás?-dijo Alex- el vuelo se cambió de horario, te dejé miles de mensajes- comprobé y él tenía razón- sale al medio día, tienes que estar aquí, ya son las 10 de la mañana, ven rápido o te mataré Robbins.

_está bien, está bien, voy tan rápido como termine aquí.

Colgué la llamada.

_buen día rubia, a dónde irás.

Di media vuelta y noté que mi morena estaba parada desnuda en la puerta, mirando mi cuerpo también desnudo de manera tierna.

_ho, hola, buenas- dije tartamudeando- oh, bueno, tengo un vuelo a España en unas horas, es re tarde y tengo que irme.

_oh- dijo ella muy apenada- bueno pues, te daré un regalo de viaje- sacó una caja de su cartera y la puso en la palma de mi mano.

_qué es esto? Quieres que los use?

_solo recíbelo, no todo se trata sobre ti- dijo riéndose.

_oh pues gracias- sonreí- por cierto, por qué nunca me dijiste que tu nombre completo es Calliope, o sea, no suena mal decir "Cal", pero, Calliope es lindo.

Ambas nos miramos por un par de minutos.

_bueno, tengo que irme, no quiero que mi mejor amigo me asesine- dije- muchas gracias por el regalo y cuídate mucho mi Calliope, volveré por ti.

Oh mierda, de dónde había sacado tanta seguridad en mi misma? Esta mujer hacía que me sintiera valiente. Salí rápidamente del apartamento de Mark, luego fui al mío, para instantáneamente ir al aeropuerto y encontrarme con Alex.

_llegas tarde- dijo él, furioso.

_lo mejor siempre se hace esperar- dije tratando de parecer divertida.

_no seas idiota, rubia- dijo, dejando salir una sonrisa- okey ahora ve a registrarte.

Esperamos unos minutos y subimos a nuestro avión para así embarcarnos en nuestro largo viaje hacia Europa.