Un chico Ravenclaw

Hogsmeade: Parte 1

- Y cómo te fué con la luna llena? - el rostro de Mathias era de preocupación -.

Remus suspiró largamente.

- Pues como en todas las lunas llenas... Fatal.

Mathias frunció los labios con disgusto y casi con tristeza.

- Sigo creyendo que si el lobo tuviera algo con lo que distraerse tu daño sería menor.

Remus bufó, él tampoco lo descartaba, pero durante años nunca se les había ocurrido una buena idea, sin que nadie se pusiese en peligro, prefería llegar muerto de cansancio de las transformaciones y con cicatrices nuevas que dañar a un amigo.

- En la Casa de los Gritos no hay mucho con lo que entretenerlo, dudo que toque el piano.

Mathias, aunque preocupado, rió con eso, siempre lo tomaban como chiste.

Todo Ravenclaw sabía sobre su condición de licántropo desde el primer año, incluso Remus sospechaba que desde que se había sentado en la mesa de su Casa ya los de sexto y séptimo año habían sacado sus conclusiones. No los culpaba, un niño con esas cicatrices no era algo normal, pero a contrario a lo que él o sus padres se esperaban lo hicieron hacer bienvenido y cuidado. Era cierto que no trataba con todos, era imposible para él que vivía en la biblioteca, pero todos, todos allí alguna vez habían cruzado alguna palabra con él para ayudarlo con alguna crema para aliviar el dolor o cierto hechizo para cubrir las cicatrices.

Mathias junto con Joseph y Kendall, sus compañeros de habitación, eran los que claramente se preocupaban más por él, les tomaban los apuntes de las clases que llegaba a perder, en otras situaciones, cuando Remus realmente estaba mal y no podía ocultarlo hacían su tarea por él. Una vez a Mathias se le ocurrió la gran idea de convertirse en animagos.

"- Claro! Los animales no son lastimados o cazados por los lobos - había dicho con sus ojos brillantes-.

- Al menos que seas un conejo - comentó Remus, los otros rodaron los ojos sonrientes-.

- Claro que tendrían que ser animales mucho más grandes que un lobo.

- O alguno que el lobo no pueda cazar.

- Podría funcionar Remus - alentó Joseph emocionado-.

- Yo voto a qué sí, después de tres años en esta situación era hora de que se nos ocurriera algo - Kendall había estado leyendo, pero había escuchado todo, y esa había sido su opinión-."

Pero para bien o para mal esa conversación había sido escuchada por un prefecto quién se lo había notificado al Jefe de su Casa quién los había citado en su despacho para reñirlos, todo ese año fueron vigilados no solo por los prefectos sino por todo Ravenclaw, Remus en cierta parte se sentía aliviado, poner en riesgo a sus amigos jamás le había parecido buena idea, pero aún seguía estando solo y lastimado, pero eso ya no era culpa de nadie.

- Y allí está él - susurró estando hombro con hombro, fingiendo comparar dos libretas-.

Remus no necesitó que le dijera de quién hablaba, sentía su olor e imposible de ignorar esa mirada que parecía quemarle.

- Qué es lo que Black se trae contigo?  - preguntó con auténtica curiosidad -.

- La verdad aún no lo ha dejado claro - trató de responder el castaño con algo de indiferencia -.

Remus no mentía del todo, a veces estaba escrito en sus ojos, pero en otras no tanto y él no era de sacar conclusiones a lo tonto y luego estaba lo otro, de que sea lo que sea que Black le transmitía con la mirada... Era imposible, de todas las personas en Hogwarts, era imposible, pero en cuánto Kendall lo había visto había llegado a la misma conclusión a la que Remus le tomó casi un mes llegar.

"- Black está colado por ti Remus, idiota" había dicho Kendall en aquella ocasión.

- Crees que si esté enamorado de ti? - preguntó su amigo en un susurro y Remus volteó a mirarlo -.

- Por Merlín! Mathias! Es... Es imposible.

- No tanto... Eres muy lindo - le contestó Mathias serio -.

Remus volteó a mirarlo y ambos se echaron a reír. Justo Black hizo acto de presencia asesinando con la mirada a Mathias quién pareció encogerse un poco ante ella.

- Me dejarías un momento con Lupin? - preguntó con, demasiada, amabilidad y con una mirada algo extraña que hizo sentir a Mathias un poco intimidado -.

Mathias miró a Remus como preguntando si podía irse, el castaño miró a ambos y le asintió, Mathias sonrió pícaro y salió de allí en busca de sus otros amigos, tenía que contar que ya Remus estaba a nada de tener novio... Por fin!