Prólogo

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Wang Yibo esta desesperado, a su madre no le queda mucho tiempo, si no recibe un donante con urgencia ella podría morir, para este caso tan especial solo puede ser un donante Omega debido a que ella también es una Omega, pero algo débil y casi sin aroma.

A lo largo del tiempo Yibo a tenido que convivir con las burlas de su hermano por nacer como un Alfa, ya que su padre y madre siempre han querido hijos Omegas para así poder tener relaciones con otras empresas, para su desgracia, Yibo fue un fuerte Alfa.

Su padre, dejo muy en claro que Wang Yibo no recibiría nada, solamente Wang Zanjin, un Omega de aroma dulce, dejando a Zanjin con todas las empresas de sus padres, barcos, casas de playa, hasta su propio hogar.

No importaban las llamadas de su madre, no le importaba salir de casa con lo único que llevaba puesto, él solo saldría adelante, no necesitaba nada más que sus fuertes manos, su chaqueta negra y un cigarrillo, dejando aquella gran mansión a sus espaldas, sabia que su hermano estaría mirando por un ventanal como este se marchaba, por lo que paro su dedo medio, dándole un guiño, si Zanjin quería todo, pues lo tendría todo, jamás verían al gran Wang Yibo arrodillado rogando.

Así con el tiempo y con el dinero que junto de las mesadas de su madre, comenzo un pequeño local de comida, con el tiempo un gran restaurante llamado "Never Mind", no importaba que clase de gente llegara al lugar, pobres, ricos, clase media, Yibo aceptaba a todos por igual a pesar de estar ubicado en un lugar de clase alta.

A pesar de ahora tener dinero, su propio local de comida, un hogar cálido, ¿Qué sacaba con tener todo su madre no estaba bien?. No es que le importara, pero le había dado la vida, era justo.

Mientras que en otro lado de la ciudad, un joven Omega corría por su vida con un pequeño cachorro en manos, un Omega marcado y abandonado, un Omega que estaba en una pila de deudas que su ex Alfa le había dejado, sin contar con los miles de maltratos que recibía por su parte.

Un par de hombres de negro corría tras él, una mafia a la cual su ex Alfa le debía mucho dinero, que dejo a su Omega como parte de pago, pero Zhan no seria de nadie, mucho menos su pequeño cachorro Hao Lin.

Al avanzar agitado llego a un callejón escondiéndose detrás del bote de basura, estuvo allí un tiempo hasta que no escucho pasos a su espalda.

La puerta de metal se abrio dejando ver a un joven de piel pálida con un cigarrillo en la boca, dejando un par de bolsas con botellas en el centro de reciclaje.

El ruido espanto al pequeño cachorro de cinco años. - El cigarrillo es malo para tú salud.

Aquel Alfa volteo para mirar detrás del bote de basura. Su cara de asombro era notable, un joven Omega tenía sus ojos cerrados apoyado en la pared tratando de recuperar el aire, mientras un pequeño niño trataba de calmarlo acariciando su rostro.

- ¿Podrías ayudarnos?, Appa no se siente bien. - Beso su rostro incontables veces.

Yibo solo miro al Omega y no le importo, no era su problema. Negó al cachorro dejándolos ahí.

Sintió un par de palabras que venían detrás de él, solo vio pasar un par de hombres, se veían bastante rudos y con armas en mano. ¿Los venían siguiendo?.

El pequeño cachorro solo se acurrucó más a su padre, esperando a que todo pasara, la noche le daba mucho miedo...

Yibo se pudo ver reflejado en aquel cachorro, viéndose así mismo acurrucado en el regazo de su madre cuando su padre solía ponerse violento, su madre lo cubría y lo protegía de todos los golpes que llovían con sus delicados brazos.

- ¿Te gusta la leche de plátano? - sonrió al niño dejando ver sus hermosas encías rosadas.

- ¿Existe la leche de plátano? - sonrió el niño tratando de despertar a su padre, el cual estaba bastante cansado o ¿inconsciente?, solo sabia que estaba demasiado delgado.

- Claro, vamos por ella.

Contrato Para Una BodaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora