Capítulo 12.

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30 de Enero.

Lunes.

09:23 a.m.

Los Ángeles.

Academia Calasanz.

Lilith Brown.

Estaba caminando por los pasillos en dirección al comedor, ya casi llegaba hasta que dos voces me detuvieron. Eran una chica y un chico.

-¿Eres Alessandra Stevens?.-dijo la chica con un poco de ¿Esperanza?. No lo se.

-Si. Soy yo. ¿Qué quieren?.-dije sin expresión alguna.

-Soy Adrián Moretti, y ella es Adelaida Colombo. -dijo el chico. Tenía pelo negro, ojos con heterocromía. Uno era celeste claro y el otro color marrón, también tenia las cejas negras algo gruesas, unos labios algo regordetes y una mandíbula marcada.

-Un gusto.-dijo la chica. Era pelirroja, con el cabello hasta debajo de los hombros, con algo de ondas, ojos celestes, cejas finas, mandíbula marcada y labios regordetes.

-Bueno, a mi ya me conocen. Un gusto.-dije dándoles un asentimiento de cabeza.

Parecían completamente distintos. La chica parecía algo tímida, oculta. Podía sentir que no era ella misma de algún modo, no era ella en verdad. Y el chico parecía todo lo contrario a lo que ella aparentaba, parecía algo problemático, egocéntrico y rudo, por así decirlo.

-¿Vas para el comedor?.-pregunto la pelirroja.

-Si. No conozco otros lugares a donde ir para desayunar en el receso.-dije algo seria.

-Nosotros conocemos una cafetería cerca del campus de la academia. Vamos a ir ahora, ¿Vienes con nosotros?.-me dijo el chico.

No tenía nada que hacer así que decidí ir con ellos. Me agradaban. Tenían de alguna forma esa aura que te dan algunas personas a simple vista, de que puedes confiar en ellos.

Nos fuimos de la academia pasando por el estacionamiento para luego cruzar dos calles hasta llegar a una cafetería. Era muy bonita. Tenia varias mesa con sillas afuera del local, las cuales se encontraban adornadas con floreros pequeños los cuales contenían unas flores muy hermosas, cada mesa tenia flores distintas. Habían flores de cerezo, Tulipanes, Petunias, Hortensias y Peonías. Las sillas eran de aluminio fundido con patrón de mariposas con cojines de sillas color beige, de esas que se suelen usar para los jardines y las mesas eran de vidrios.

Los ventanales de la cafetería tenían las letras grabadas en grade de color blanco con sombra negra que decían: "El Café De La Abuela" y abajo decía con letra mediana: "desde 1960". Se podía ver desde unas cuadras como la cafetería estaba poblada de gente, de como la gente entraba y salía a cada minuto.

-Ven.-me dijo Adelaida tomando mi mano para correr hacia la entrada. Cuando entramos, con Adrián detrás de nosotras, nos recibió un exquisito olor a café y a postres recién hechos. Podíamos ver a personas comiendo y hablando en las mesas de adentro de la cafetería también había gente en el mostrador pidiendo su pedido.

-Vamos. Tenemos que ir a la cocina.-nos dijo Adrián guiándonos hacia la barra. Pasamos la barra yendo hacia la cocina mientras que ellos recibían saludos de casi todas las personas que trabajaban ahí.

-¿Son famosos o que?.-pensé.

-Nos conocen por que solemos venir mucho aquí. Y aparte, nuestra abuela es la que fundo esta cafetería, junto con nuestro abuelo claro.-me contó la pelirroja.

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