CAPITULO 20

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SEGUNDA SEMANA.
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Los problemas de pareja habían vuelto, pero está vez la que se encontraba creando conflictos era Rin; cuestionaba todo lo que hacía el pelo plata, su manera de vestir, su actitud reacia con todo y todos, su manera de tratar a sus padres, si bien ellos cometieron errores que dejaron marcada la infancia del pequeño Sesshomaru; jamás dejaron de quererlo y de protegerlo, y aún cuando en la actuara indiferente ellos seguían batallando por recuperar el cariño de su hijo.

En verdad la castaña lo hacía por qué se preocupaba no por que quisiera molestarlo, ella lo amaba con todo su corazón, el era el amor de su vida; aún así muchas veces se cuestionó la manera de ser de el.
Quería que fuera un poco más expresivo, no exigía demasiado solo que sonriera un poco más y dejara de estar a la defensiva con todo y con todos, con ella y sus hijas no era así, sonreria y les demostraba cuan importantes eran para el aún así sabía que dentro de el todavía había algo sin reparar y era aquel vacío que se formó cuando su papá se fue.

El no lo contaba y mucho menos lo hacía notable, pero ahí estaba; con Irasue los problemas nunca fueron mayores y aunque no lo dijera el amaba a su madre, el sabía que aquella mujer que parecía no tener sentimientos lo amaba con todo su corazón, era su hijo después de todo; el hijo que tuvo con el amor de su vida, aunque él no la amara a ella.

Irasue por su parte dejo ir el rencor muchos años atrás, aprendió a ver ese amor fallido como un experiencia de juventud y aunque le dolió mucho no dejo que eso le afectará, de igual manera ella lo conocía perfectamente y sabía que el jamás dejaría desprotegido su hijo, aún cuando Sesshomaru creyera que su padre amaba más a su hermano.
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- Lo siento...- dice la castaña al entrar a su habitación.

- No te preocupes...- dice indiferente el peli plata.

- A veces me dejó llevar por mis emociones y no veo como te sientes, perdón...- repite la castaña.

- Ya te dije que no hablemos de el tema..- habla en tono demandante el hombre.

-  Por que no, por qué siempre quieres cambiar de tema; quiero que hablemos sobre esto, enserio quiero lo mejor para ti, no te estoy diciendo que hacer solo quiero saber cómo te sientes... Mi amor yo sé que tú no estás cómodo con todo esto y que mis inseguridades te han afectado pero por favor... Hablemos...- habla de nuevo la castaña pero está vez en tono suplicante.

- Ya te dije que no- dice el hombre para finalizar la conversación y salir abruptamente del lugar.

Desde que Rin había comenzado a insistir sobre hablar acerca del tema sus conversaciónes se habían convertido en una tortura para ambos, ella quería que el confiara en ella para contarle y el solo seguían como siempre, evitando darse importancia a si mismo; el peli plata tenía ese defecto, sus objetivos eran claro pero aún así jamás pensaba en si mismo, no defendía sus emociones o derechos y si lo hacía era cuando llegaba a un máximo nivel de estrés, era complicado hablar sobre lo que sentia y aún más cuando se trataba de su mujer, el odiaba preocupar a Rin con sus problemas, no le gustaba contar cómo le iba en el trabajo y mucho menos cuando llegaba de mal humor por razones o personas específicas.
Siempre callaba aún cuando sabía que necesitaba contarle a alguien lo que le aquejaba, era algo totalmente adsurdo pero así era el, siempre trataba de proteger a su pequeña familia, podía estar totalmente cansado o con migraña pero nunca dejaba de ever a sus hijas ni un solo día, y menos a Rin; aún cuando sus recientes conversaciones fueran peleas el no flataba ni un solo día, llegaba con la esperanza de verla y mirar su bella sonrisa, las amaba más que a su vida, ellas eran su todo, sus dos pequeñas hijas y aquella mujer que lo tenía tan enamorado.
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Las niñas se encontraban en casa de su abuela Irasue, su padre no se encontraba y su madre mucho menos, ellas habían ido de visita a la casa de su abuela paterna ya que ella les había llamado por una sorpresa que les había preparado, como siempre las consentia de más, por su parte Rin y el peli plata se encontraban en un restaurante, habían acordado almorzar juntos para tratar de dispersar un poco las dudas que aquejaban a la castaña más

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- Y bien, me vas a contar...- pregunta Rin mientras le da una suave sonrisa.

- No es algo de lo que quiera hablar, sin embargo quiero decirte que no debes preocuparte por nada, me encuentro perfectamente bien- habla en tono seguro mientras se inclina y depósita un dulce beso el los labios de la mujer.

- Me preocupas lo sabes, no es como si diciéndome que estás bien vaya a dejar de hacerlo, te amo con toda mi alma y cada cosa que te lastime a ti me lastimaran a mi de igual manera, prometeme que vas a confiar más en mí- súplica las cataña mientras toma las manos del pelo plata entre las suyas.

- Te lo prometo Preciosa- dice el Taisho para finalizar la conversación.

CONTINUARA...

Si llegaste hasta aqui, gracias por leer preciosuraa.❤️❤️❤️

¿Se Quedarían Conmigo? COMPLETA. ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora