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Un año antes del accidente

Ambos chicos reían mientras hacían un pastel para sus novios, ese día cumplían diez años de noviazgo.

—¿Cree que les guste a los hyungs? –murmuró mientras veía a su mayor sacando el pastel ya horneado–

—¡Por supuesto! –miró a su menor con una gran sonrisa–

Ambos se pusieron a terminar de hacer el pastel, aún faltaban dos horas para que sus novios llegarán, aún tenían el tiempo necesario para preparar la cena y cambiarse.

Ese día cumplían un diez años de noviazgo, estaban ansiosos por su aniversario. Ambos chicos nunca imaginaron estar en aquella situación cuando eran tan solo adolescentes.

Después de terminar los postres y la comida de su velada, fueron a bañarse y cambiarse. Tan solo faltaba media hora para su encuentro.

*Mar: última sonrisa*

Cuatro chicos hacían pobrando el postre echo por los menores de cada relación.

—Esto está delicioso –alagó el moreno mirando a sus menores, quienes sonrieron orgullosos por sus platillos–

—Son los mejores en estos –el mayor de los cuatro no tardó en alagarlos también–

El rostro del más bajo del grupo se puso pálido de repente, así preocupando a todos. Antes que alguno reaccionara, el peligris se levantó y calló desmayado.

El moreno se levantó rápidamente para tomar a su novio en brazos, tomando su pulso, abrió los ojos al no sentirlo.

—¡Joder! –maldicio aterrado– p-por favor llevenme al hospital

El mayor de todos tomo las llaves, a su vez el menor ayudo a su mayor a llevar al tercer mayor al auto.

Estando todos adentro el pelicastaño arrancó hacía el hospital. Pasándose los semáforos en rojo, llegaron al hospital, después se encargaría de las multas que tendría por su acto, lo único que le importaba ahorita, era saber si su menor estaba bien.

Al verlos entrar con el peligris en brazos, no tardaron en atenderlos. Así llevándose al más bajo hacía alguna parte del hospital.

—¿Jin hyung? –el susodicho miró a su novio– ¿Jimin hyung estará bien? –sus ojos contenían las lágrimas que deseaban salir en esos momentos–

—Esperemos que si Kookie –abrazó a su pequeño novio, él también estaba preocupado–

Sus ojos se dirigieron a Nam Joon quien no dejaba de dar vueltas en su lugar, pudo ver cómo lágrimas bajaban por sus mejillas.

Oh Nam Joon, si supieras que está no sería la última vez en estar en el hospital.

La vida era una hija de perra, su destino no era nada bueno con las personas de buen corazón.

Jamás esperes que un dios que jamás hallas visto te ayude en esta situación.

Mar: última sonrisa [KookJin Y NamMin] (Proceso De Eliminación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora