✎ᝰ Epílogo.

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15 años después....

─No quiero hacerlo Yeonjun, que tal si me descubren y me regañan por tu culpa. Mejor, devuélvesela tú no quiero problemas con Soobin.

Se negó rotundamente.

─Vamos Jeonsang, es mi bebito hermoso y sé que si no mira su suéter favorito se pondrá triste ─le hizo un puchero tierno a lo que el rubio se negó.

─Jamás me convencerás de dejarle eso a tu crush, además el profesor no tardará en venir y no quiero meterme en problemas.

Volvió a negarse.

─Por favor, te daré lo que me pidas, sólo déjalo en su asiento plisssss...

Jeonsang arqueo una ceja ante sus palabras.

─¿Me darías tu cómic firmado por Tom Holland a cambio de dejarle eso a tu crush?

Yeonjun abrió su boca indignado, poniendo su mano en su pecho.

─Te estoy pidiendo un favor más, no que entierres a alguien por mí. Por favor sólo hazlo, te prometo que te compensaré mucho, lo prometo.

Suplico poniendo sus ojitos de cachorro a medio morir, y es que cuando a su amigo le hace eso, Jeonsang termina aceptando.

─Bien ─le arrebata el estúpido suéter de arcoíris. Yeonjun lo abrazó besando su mejilla.

─Gracias, te juro que valdrá la pena.

─Eso espero, porque te juro que no te invito a mi fiesta de cumpleaños. ¿Dónde se sienta su noviecito?

─Es fácil, es la banca que tiene un arcoíris, no hay pierde.

─Vuelvo enseguida, pero me debes mucho, ¿eh? ─le señala mientras iba a la salida.

─¡Te amo! ─grito mientras Jeonsang hacía una mueca de asco.

Se dirigió al salón de los de segundo año, el cual estaba en el segundo piso. Subió las escaleras, camino por el pasillo mientras murmuraba una canción, busco el salón, el cual era 2-13A, el cual es el de los más inteligentes. Al llegar entro y noto que no había nadie, ya que se fueron a educación física.

─Qué suerte ─murmuró.

Entró como si nada buscando la susodicha banca del Kim Soobin. Cuando la miro dejó la suerte sobre la silla donde estaba su mochila, se iba a ir, pero miro una nota la cual curiosamente tomo.

La abrió mirando que era una declaración de amor, aunque no tenía quien era el remitente.

─Yeonjun creo que tienes competencia ─se burló, se dio la vuelta, pero chocó contra el pecho de alguien, eso hizo que soltará la nota─ Lo siento, no me di.... ─Sus ojos se abrieron de par en par cuando, noto que chocó con Sung hoon ¡el presidente del consejo estudiantil!

El Pelinegro más alto miró la nota que Jeonsang tiro, el menor quería decir algo, pero no pudo, no sabía qué decir. El Pelinegro leyó lo que decía y sonrió levemente.

─Acepto salir contigo Jeon ─Antes que dijera algo el muy confundido Jeonsang, fue tomado por el mayor para ser besado por él.

Todos en el salón los miraban con la boca abierta, no podían creer lo que estaban mirando. Jeonsang sentía las piernas de gelatina, su corazón sentía taquicardia y sus mejillas se pusieron carmesí.

Sung hoon le sonrió al separarse.

─M-me tengo que ir, adiós.

Jeonsang se separa de él y sale corriendo del salón, mientras el mayor sonríe triunfante de al fin poder tener algo que ver con el lindo rubio. Jeonsang entró a su salón tomando sus cosas, sentía que moriría ahí mismo, necesitaba aire fresco y pensar lo que acaba de pasar.

𝖽𝗎𝗅𝖼𝖾 𝗍𝗈𝗋𝗆𝖾𝗇𝗍𝗈 ✎..𝗄.𝗆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora