Noah

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Norte América, 2021. Mi padre me ha enviado a expandir nuestra empresa y llevar nuestro poder a nuevas fronteras. Empezaremos una nueva sede en Detroit (Michigan). Me llevo a un grupo reducido de hermanos y comenzaré a poner orden en la ciudad. Esta debe conocer a su nuevo jefe. Ah, ¿no lo he dicho? Trabajo en una mafia. Soy el sucesor, para ser exactos y es la más grande y respetada mafia de toda China. Mi nombre es Noah.

Como iba diciendo, mi padre me ha confiado este proyecto, aunque creo que también quería mandarme lejos para no causarle más problemas. Independientemente de la razón, estas circunstancias me benefician bastante. Tengo libertad completa y demostraré que puedo cargar con el peso del puesto que me merezco por derecho.

Cierro las maletas y salgo de casa. Subo al coche y tras veinte minutos llegamos al aeropuerto. Sin necesidad de hacer papeleo ninguno, nos subimos al avión privado de la familia. Me dejo dormir ya que el vuelo es largo. Tengo una sola misión al llegar y es finalizar los trámites del acuerdo con un burócrata de por allí. Se llama William Stone. Dicen que es un capullo de cuidado, un niño rico que no sabe lo que es perder y que no sabe hacer otra cosa que traficar con gente. El tipo de personas que más odio son las que se creen mejor que nadie como él. El contrato es para que no se atreva a pisar nuestro terreno y nosotros haremos lo mismo. Cada uno a su lado, como debe ser.

Me despierto minutos antes de aterrizar y saco la carpeta de información que tenemos de ese hombre. Me pongo a repasar todos los datos, no pienso dejarme engañar por esa basura. Aterrizamos y bajo del avión con mi maletín de dagas y cuchillos. Dejo que mis hermanos saquen las maletas y me dirijo al coche que me espera para llevarme a mi nueva casa. Al llegar allí, me sorprende lo generoso que ha sido papá. Una gran casa en las afueras de la ciudad rodeada de grandes árboles, protegida por un muro y un precioso portón de madera de pino. Es una casa de estilo japonés con un toque moderno. Eso significa que o papá investigó mis gustos antes de mandarme o Lizhen hizo de las suyas para conseguírmela. Lizhen es mi hermana pequeña biológica y la única persona decente en este mundo. Ella es la única por la que daría mi vida y por la que aún sigo vivo. Entro en la casa y voy directo a la oficina. Pongo el maletín de navajas sobre la mesa, cierro la puerta que da al pasillo y abro la puerta corredera que da hacia mi habitación. Veo que la habitación tiene baño propio, como debe ser. Me desvisto y entro a la ducha. Al terminar, me preparo para ir a cerrar el contrato. Unos pantalones de cuero negro y un suéter de cuello alto gris oscuro. Me pongo los zapatos, abro el maletín, agarro mi par favorito de dagas y las guardo dentro del abrigo largo. Me pongo el abrigo, me peino un poco y salgo. Decido llevar a dos hermanos conmigo y que los demás sigan arreglando las cosas en la casa.

Ya en el coche me ofrecen una pistola por si la cosa se tuerce y los papeles del contrato. Al llegar me bajo y me paro delante de la puerta. El hombre vive bastante bien... Claro que su trabajo se lo permite. Voy hacia los guardias que protegen la entrada y sin necesidad de decir nada me abren. Sin dudar entro y un chico me guía hasta el salón donde me espera William sentado en el enorme sofá con sonrisa arrogante.

- Buenos días, señor... ¿Xiaogu? -

- Mi padre es el señor Xiaogu, yo soy Noah, pero no le recomiendo que me llame así. - Le digo serio. Tras esto saco los papeles y se los pongo delante para que firme. Él los mira con arrogancia y después a mí. Su mirada me hace querer clavarle mi daga en el pecho. - Firme en todos estos. Cuando lo haga, no podrá hacer ningún tipo de negocios en mi territorio y a cambio yo no haré negocios en el suyo. - Termino de hablar y pongo la pistola sobre la mesa apuntando hacia él como amenaza.

- Con gusto lo haré. - Agarra un bolígrafo y se dispone a escribir, pero antes de tocar el papel se para. - Pero ¿sabe qué? A mí me gusta hacer las cosas un poco más... divertidas. - Me sonríe - No sabía que el señor Xiaogu tenía un hijo con un rostro tan delicado. - Sí, sé que mis facciones no son muy masculinas y que la gente me lo recordara me cabreaba. Siento que uno de sus guardias se mueve dos pasos hacia mí por detrás.

Toxic bloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora