Maldita bandeja plateada

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Antes de empezar, les dejaré un pequeño juego: Presta atención adorable yaoista, tu misión esté día es encontrar el "cliché yaoi" de esta historia. ¿Puedes encontrarlo?.
Pd: ya me dio flojera ponerle a quién pertenece cada quién....ya saben que no son míos y son del HimaruyaUwU
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Ambos amantes se encontraban sentados en la cama gigantesca del alemán, frente a frente, con las piernas cruzadas y una bandeja de plata juntó a ellos llena de dulces que prometió un día el italiano preparar. Alemania llevaba un pantalón de pijama cómodo y suave junto a una camiseta de tirantes gruesos color gris, en cambio, Italia llevaba sólo una camisa de botones que le quedaba arriba de la rodilla con las mangas realmente aguadas y dejaba ver un hombro desnudo debido a la gran forma del cuello de la camisa (en realidad esa camisa era demasiado grande y suave para él).
El cielo oscuro debido a la noche era acompañado por la acústica de la música que estaba de fondo, las pequeñas gotas de fuego de algunas velas con un ligero aroma a canela y vainilla.
Junto un baño previo que se dieron ambos, era parte del plan que tenía Italia para relajarse, cómo decía él, no había otra mejor manera para pasar su primera noche juntos después de un tiempo.
Los dos no hacían nada más que contemplarse cuidadosa y meticulosamente de arriba a abajo mientras acompañaban el ambiente con risas producto de historias contadas por ellos dos al mismo tiempo que deleitaban los dulces que tenían de merienda nocturna. No era necesario tener que dejar de verse para hacer eso, al contrario, lo hacían casi siempre que podían.
Entre tantas historias y risas, el alemán no se dio cuenta que se había manchado de mermelada a un lado del labio, e Italia, al notar eso, quiso limpiar la mancha

-Am...Ve~ Doitsu...- decía dulcemente y bajando cada vez más el tono de voz al estar hipnotizado por la idea que le paso por la cabeza

-¿Qué ocurre?- interrumpió su próxima mordida al bizcocho culpable de la mancha para voltear a la cara del pequeño

-Tienes ...am...- el italiano alzó un poco la mano y la estiró unos pocos centímetros pero la detuvo en seco a unos pocos centímetros de separarse de su propio cuerpo debido a que quería hacer la idea que se le cruzó en la mente, y realmente no estaba cómodo con dejarla pasar por alto

El italiano se quedo viendo los ojos azules penetrantes y, sin pensarlo, fue acercándose lentamente hacía la comisura de los labios mientras apoyaba su mano izquierda en el colchón, como apoyo para sentarse encima de sus piernas dobladas y juntas entre sus pantorrillas inferiores , dejando sus manos tomadas entre sí justo en su regazo. Para cuando el alemán se dio cuenta estaba sintiendo la suave respiración del italiano sobre su rostro. Italia primero llegó a rozar apenas sus labios contra la piel del alemán al nivel de hacer cosquillas en esa parte sensible del labio donde no se sentía algún bello por la rasurada que el mayor había realizado previamente, segundos después, empezó a sacar su pequeña lengua para lamer lentamente la mermelada, dejando un alemán sorprendido y sonrojado hasta las orejas. Italia notó eso, le causaba cierto placer con alegría al provocar eso en el rubio. Se separó sólo un poco mientras abría los ojos justo en frente de los del alemán; el italiano comenzó a avanzar más cerca del cuerpo de Alemania, seguidamente, sin dejar de verlo fijo, le dio otro beso apenas tocando sus labios velozmente, y otro, y otro, y otro cada vez más largó que el anterior; para cuando llego al beso final, se quedó profundamente realizándolo, en ese beso el italiano rodeó el cuello del alemán con sus brazos y se colocaba encima de Alemania mientras el alemán tomaba a Italia por la cintura para acercarlo más, dándole un beso mucho más profundo, suave, cremoso y lento. La altura era un problema para el pequeño cuando besaba al alemán parado, pero eso se arreglaba a la perfección cuando se encontraba en esas situaciones.
Podrían estar disfrutandose mutuamente con tranquilidad si no fuera por una única razón: una bandeja que ya había cumplido su tarea por esa noche y ahora resultaba molesta. Al notar esto debido a que casi se caen los postres sobrantes en la cama, lo que pudo haberse convertido una velada llena de estrés en vez de una romántica, si no fuera porque los dos se separaron rápido con los mejores reflejos y sujetaron la bandeja junto con algunos trastes hubiera sido un desastre. Tanto el italiano como el alemán soltaron un suspiro de alivio mientras cerraba sus ojos y dejaban su cara en dirección a la cama al terminar de soltar el aire volviendo sus miradas a los ojos uno del otro pensando lo mismo. Alemania fue quien apretó los labios un poco mientras asentía y empezaba a recoger las cosas en la bandeja, tomó de ambas agarraderas de los costados y con un quejido apagado se apoyó en su rodilla para levantarse (puesto que desgraciadamente buscaba con la mirada dónde dejar la bandeja y el único lugar estaba junto a la cómoda donde encontraba la T.V de plasma).
Mientras Alemania se levantaba para colocar la bandeja en la mesita de noche, Italia aprovechó para estirarse y recostarse boca abajo cerca de la cabecera, con el brazo izquierdo doblado entre el colchón y su cuerpo, dejando libre su mano derecha para alcanzar algo abajo de la cama...pero paró en seco cuando de pronto sintió los besos en el cuello dados por el alemán recostado de nuevo a su lado. El mayor estiró su brazo para alcanzar la mano alejada de Italia y rodearla delicadamente con la suya para poco a poco traerla de nuevo arriba de la cama pero dejándola en el aire. Acto seguido, Alemania fue colocando boca arriba al menor mientras volvía a apoderarse de la boca italiana q la vez que con su mano libre tomaba la cintura del italiano y lo arrastraba un poco hacía abajo para acomodarse mejor, sin dejar de besarlo en ningún momento ni bajar su mano. El rubio abrió un poco la boca para acariciar el labio inferior del italiano pidiendo permiso para entrar, el cual sin pensarlo dos veces Italia lo permitió, el movimiento en la boca empezó con las dos lenguas jugando mientras el beso se iba intensificando al punto de separar las bocas de vez en cuando y dejar que una delgada línea de baba resbalara por la comisura de los labios de Italia. Alemania pasó de la boca hasta el cuello mientras dejaba besos húmedos, provocando que Italia empezará con los pequeños gemidos y suspiros que aumentaban a segundos

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