La relación entre Bakugo y Todoroki era extraña. Si algunos solo se fijarán en lo aparente, pensarían que un libre está desafiando el poder de un noble, ya que Katsuki siempre tenía la osadía de insultar a Shoto sin recibir severas consecuencias o críticas por tan irrespetuoso comportamiento.
Sin embargo, a Shoto parecía no importarle en lo más mínimo.
Incluso disfrutar de la compañía del cenizo le era más agradable que realizar las clases que tenía con tío Yagi Toshinori, un primo lejano de la familia, casi de la misma edad de Enji Todoroki.
Para Izuku eso fue lo más resaltante de las dos últimas semanas.
Se encontraba a las fueras del recinto, en el gran patio donde se hacía cada tres días el lavado de prendas encargada de cinco criadas, entre ellas estaba Inko, su mamá, por lo cual él también ayudaba.
Su labor era tender las telas e Izuku las sacudía para pasárselas. Lo que más le era divertido del quehacer es cuando el rocío ocasionalmente salía de la ropa mojando una parte de su rostro. Con la inmensa calor que hacía, lo sentía refrescante.
Su atuendo era sencillo hoy, un chaleco color marrón y una camisa de color blanco, un pantalón negro y sus muy característicos zapatos rojos, obsequio dado por tío Toshinori hace dos navidades pasadas.
- ¡Oh! ¡Mitsuki! -
La repentina exclamación de su mamá llamó su atención y dejó de sacudir la prenda entre sus manos.
Las otras cuatro criadas también se percataron de la presencia de la conocida y saludaron con alegría a la recién llegada.
- Inko, cuánto tiempo, estás muy hermosa como siempre - respondió aquella señora Alfa que había conocido Izuku hace dos semanas.
La mamá de Katsuki. Recordó como al día siguiente de su llegada, la familia Bakugo se alojó en una de la cabañas.
Según a lo que preguntó y le habían comentado, ellos tenían un lugar seguro aquí, al ser uno de los mejores socios y comerciantes de Enji Todoroki, este en agradecimiento les dio esa cabaña para que puedan hospedarse cuando lleguen de cada viaje largo.
Jamás los tuvo en tanta consideración por su poca presencia en la finca, o quizás fue en los momentos donde menos él frecuentaba que aparecían pero la mayoría era de tratarlos con confianza y conocidos de mucho tiempo.
Volvió a su mamá. La conversación entre ellas dos parecía tan absorta y fuera de compresión para el pequeño pecoso que regresó a lo suyo. Con todas sus fuerzas, enrolló una prenda para sacar el agua sobrante, lo sacudió y lo dejó en una cubeta.
- tu hijo es una verdadera preciosidad, igualito a ti - comentó Mitsuki colocando una mano a su mejilla entretenida.
Ambas mamás vieron como el pequeño peliverde se erizó por haberlo pronunciado. Por suerte, no observaron el rostro rojo que colocó. Inko sonrió con ternura.
ESTÁS LEYENDO
Status Et Amour
RomanceShoto, Izuku y Katsuki se conocieron desde pequeños, rodeados en una sociedad aristócrata donde gobernaba las clases sociales y el género secundario; alfas, omegas y betas. Pesé a sus diferentes condiciones sociales, ellos entablan una de las más he...