♤seis♤

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Este capítulo +18 si no que gusta espera el siguiente capítulo.

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México continuó sin responder, no podía mentirle, era más que obvio, aunque si quería que se detuviera pero a la misma vez no, se estaba volviendo loco y ensima que los pequeños toques, caricias y besos provocativos no le ayudaban en absoluto, ademas del aroma demasiado cerca del ruso que le volvía loco. Su mente se nublaba y pensaba dificultosamente.

Alegremente por no haber recibidó respuesta, se adentró con sus grandes manos por la camisa del mexicano, ansiaba, había esperado tanto por pasar la llema de sus dedos por la piel suave.

Había investigado demasiado en internet ya que no era lo mismo que con las mujeres, y ya venía de antemano pensando en hacerlo con el. Según... tambien era sensible en los pesones. Tocó apenas con sus manos frias los dos botones rosados, México mordió su labio y tembló ante el tacto.

Sonrió, y se atrevió a pelliscar ambos sin pudor alguno.

-Ah~ Rusia no toques ahí...- Pellisco aún mas su parte sensible, había deseado tanto escuchar su voz temblar ante su tacto. Pero solo oir no le gustaba, y hasta el momento no había podido ver ninguna facción ni el cuerpo. Dejó el cuerpo recostado, sin antes quitar su camisa y poder apreciar como su pecho subía y bajaba e intentaba no mirarle fijamente con un leve rubor en sus mejillas. -N-no quiero... Te acostaste con demasiadas mujeres... Es repugnante.-Cubrió su rostro aún mas avergonzado por como lo miraba.

-¿Eres придурок o que?- Se distanciaba un poco más para hablarle. -¿Tu te crees todas las historias que le cuento a Canadá y Alemania? Si, me he acostado con dos mujeres, pero no eran cualquier persona y si fue mas de una vez con ellas. ¿Tu te crees que me acuesto con todas las zorras que beso? Maldición. ¿Podemos seguir?- Algó nervioso asintió, y Rusia le intentó sacar sus boxers.

-¡Espera!¡No me los saques!- Rusia frunció el ceño y le miró enfadado, pero su enfado no le duro mucho al ver la cara de miedo y verguenza que tenía el enano. Recapasito por un momento y recordó que era su primera vez, y que estaba explorando un cuerpo inexplorado, que no había tocado absolutamente nadie.

Depositó un tierno beso en sus labios, recordando que eso siempre calma a cualquiera. -Sere cuidadoso, ¿Esta bien?- Algo dudoso asintió y permitió que le sacase los boxers, solo si Rusia sequitaba algo de ropa tambien. -Carajo...- Exclamó al no recordar si debía colocarle algo antes de prepararlo. México miró mal por el repentino insultó pensando que algo andaba mal.

Simplemente le ignoró y rodeó con sus brazos a Rusia sintiendo como introducía lentamente un dedo. -¡Ah, no, no! ¡Sacalo! ¡Duele y es raro!- Suplicó repetitivamente pero el peligris se negaba a sacarlo, si habían empezado tenía que terminarlo, ademas no sabía cuantas oportunidades mas tendría. Metió otro mas para porfin callarlo del todo drama que hacía.

Trataba de ser lo más cuidadoso que podía, pero nunca había experimentado con un hombre nunca. Movía ambos dedos hasta que se acostumbre y quite el dolor, pero no podía soportar más, su parte intima ya comenzaba a molestar dentro del boxer y no había tenido sexo en mucho tiempo.

-México, lo voy a meter.- Avisó posicionando ensima suyo al contrario, México le miro completamente asustado.

-No va a entrar eso ¡Ahh!- ¿Por que para callarlo siempre metía algo en su interior? -¡Duele, duele!¡Tarado!- Le insultaba a la vez que enterraba sus uñas en su espalda.

Jodidamente doloroso para ambos, pero al menos Rusia se encontraba en el cielo con el placer que sentía al estar en su interior. Definitivamente había confirmado que el oyo de un trasero era mejor que una vagina en el mundo del ruso. -Es-espera un poco... como te muevas te castro.- Decía entre gemidos y espasmos.

Luego de unos minutos, en los cuales tardo en acostumbrarse al gran tamaño del miembro que se encontraba en su interior, comenzó a moverse por si solo, dandole a entender en pocos segundos que ya podía empezar. Pero el bruto de Rusia no podía aguantar más y recostó a su compañero para comenzar a penetrarlo metiendo y sacando todo de una, como estocadas con un tiempo de pausa.

Apenas podía clavar sus uñas en los musculos de su amado, el dolor y el placer lo cegaban. Cada penetración lo volvía completamente loco, ademas de la voz ronca que gemía en su oído completaba su locura. Repartía marcas, besos por todo su cuerpo, como si alguna vez lo quisiese.

Aumentó el ritmo y abrazó fuertemente al de cuerpo pequeño y debil, hasta llegar al orgasmo llenando su interior, seguído del mexicano que mancho ambos pechos de semen.

Y con ese orgasmo México, que no podía continuar con esa farsa. Ya no más.






















Hola!!! Soy lawgas o lameme como gustan llámame y feliz día del amor y la amistad.

Muchas gracias por todos sus comentarios tan lindos.

Muchas gracias por leer ❤❤❤

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ADAPTACIÓN AUTORIZADA
Esta hermoso historia es una obra original, escrita, diseñada y elaborada por la autora @ayloohh

14 de Febrero del 2022

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