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Tal como lo prometí, vamos al Reino de Germania, no puedo negar que estoy muy nerviosa por lo que vaya a suceder, después de todo es la primera vez en el Reino de Germania que la futura reina abdica para el puesto

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Tal como lo prometí, vamos al Reino de Germania, no puedo negar que estoy muy nerviosa por lo que vaya a suceder, después de todo es la primera vez en el Reino de Germania que la futura reina abdica para el puesto.

Todos mis pensamientos los dejó a un lado para centrarme en la persona que tengo frente a mi, Dante a Estado muy callado desde que tomamos el camino a las tierras de Germania pero él es muy sincero, si le preguntó que es lo que le sucede, él contestara con claridad.

Me levanto de mi asiento frente a él para sentarme a su lado, tomó su mano y la acarició con mucho cariño, su mirada recorre mi rostros con profunda inquietud.


-Amelia ¿Estas segura de lo que vas hacer? Yo estoy dispuesto apoyarte pero no quiero que vayas a sufrir... - no lo deje que siguiera hablando, acarició su  rostro y al sentir mi caricias él cierra sus ojos saboreando la sensación que trasmite mi mano en su rostro.

-Ya he tomado una decisión y no voy a cambiar de opinión y tampoco me voy arrepentir, quiero estar contigo, eso es lo más importante para mí. -  su semblante se tranquiliza al escuchar mis palabras.


El carruaje se detiene mientras espera  que las grandes puertas del Reino se abran. El Palacio nos da la Bienvenida cuando las puertas nos dejan pasar y las sirvientas estas formadas para saludar.

Me posicionó en el lugar enfrente de Dante y le regalo una sonrisa y el corresponde, sé lo nervioso que se encuentra así que trato de tranquilizarlo.

Los carruajes donde va mis tíos y mis padres son los primeros en detenerse dándoles sus debido saludos al bajar, por último bajamos nosotros y los empleados hacen referencia, alguien corre hacia nosotros y es nada más y nada menos que Briana, la a...

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Los carruajes donde va mis tíos y mis padres son los primeros en detenerse dándoles sus debido saludos al bajar, por último bajamos nosotros y los empleados hacen referencia, alguien corre hacia nosotros y es nada más y nada menos que Briana, la abrazo con fuerza al tenerla cerca, no sabe lo preocupada que estaba, rezaba todo los días porque estuviera bien.

-Te extrañe mucho pero sabía que estabas bien así que eso me hacia sentir mejor. - mi hermana ahora se dirige a Dante y extiende su mano en forma de saludo. - Soy Briana la hermana de Amelia y tu debes ser mi cuñado, estoy alegre de verte, eres la primera persona que hace enojar a mi papá y no puede lastimarte. - mi hermana ríe muy alegre al parecer ya está enterada de todo y parece que esta situación le agrada.

-La segunda persona será la que quiera casarse contigo. - Dante contesta y no podemos evitar reír, los tres reímos a más no poder de solo pensar la cara de molesto que tiene mi padre en estos momentos.


Me llevaron a mi habitación y a Dante a otra, aunque mi padre sabe que ya estuvimos unidos en cuerpo él no quiere que estemos juntos aquí en el Palacio, sonrió al ver lo celoso que esta desde que llegó al castillo de Dante y lo vio de rodilla citando el voto de esclavo.

Doy un pequeño recorrido por mi cuarto y todo esta como lo había dejado hace unos meses. Brinco del susto al sentir unas manos en mi cintura.

-Soy yo tranquila, es que no quiero estar separado de ti. - Dante recarga su cabeza en mi cuello y respira profundo, yo tampoco quiero estar separada de él.

-Entonces quédate conmigo, no me dejes sola. - su agarre se hizo más fuerte y un sensación de deseo recorrió mi cuerpo pero fuimos interrumpidos por unos pequeños golpes en la puerta. Permití que pasarán cuando me di cuenta que era una de las empleadas que me atendía.


- Vine a ver si necesita  ayuda  antes de las cena. - iba a responder cuando Dante lo hizo primero.


- No es necesario puede retirarse. - la empleada no se negó y se marchó al instante.

-Ella me ayuda con la vestimenta, ¿Porque la corriente? - no puedo ver su rostro pero su respuesta me causa mucho vergüenza.

-No quiero que nadie mire tu cuerpo, solo yo puedo hacer lo - siento su mano en mi vestido desatando la tela, aquella sensación que había desaparecido cuando nos interrumpieron aparece pero ahora con más intensidad, no creo que solo quiera ayudarme a cambiar de traje.

-No quiero que nadie mire tu cuerpo, solo yo puedo hacer lo - siento su mano en mi vestido desatando la tela, aquella sensación que había desaparecido cuando nos interrumpieron aparece pero ahora con más intensidad, no creo que solo quiera ayudarm...

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~~~~~ Ya llegaron a la tierra de Germania y el protagonista no deja de ser posesivo, espero les guste y por favor no olviden votar y comentar 😘😘😘💙~~~~~~




Princesa Dorada (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora