El universo es complejo y tan extenso que sería imposible terminar de descubrirlo. Así de complejas y extensas son las emociones humanas.
Para dos chicos, uno de dieciocho y otro de veinte, que no habían no de cerca terminado de descubrir el mundo, mucho menos a si mismos.
Desafortunadamente para uno lo único que había conocido había sido odio y era lo único que su corazón había sabido sembrar. Odiaba a sus padres, a sus compañeros de instituto y a su país. Odiaba al mundo que lo había rechazado y se odiaba a si mismo por no ser lo que el mundo siempre había esperado de él.
Para el otro, que había conocido el odio y el amor en partes iguales, había encontrado refugio solo en su familia. Aún así el cruel destino había sido tan egoísta como para arrebatarle el único amor que había conocido. Sembrando dolor, culpa y rabia.
Para dos personas que no habían descubierto más allá de la crueldad del mundo, encontraste en esas circunstancias parecía un juego retorcido y macabro de la vida. O quizá una oportunidades, como ese faro de luz que encuentras en medio de la oscuridad para guiarte al camino correcto.
Deseo también había sido una palabra y un sentimiento recurrente en ambos. Jungkook deseaba ser amado por sus padres, deseaba que las personas dejarán de repudiarlo, deseaba que su propio país dejara de estar en su contra, deseaba sentirse completo.
En momentos de mucha más desesperación deseaba no haber sido homosexual, en otros no haber llegado a un mundo que lo odiaba y en los peores, estar muerto.
Taehyung deseaba a su familia de vuelta, deseaba uno de los abrazos de su mamá y las sabias palabras de su papá, deseaba los mimos de su hermana menor, deseaba aceptación.
Y en los peores momentos, deseaba haber muerto en el mismo accidente que cobró la vida de sus padres y hermana.
Deseo. Eso era lo que ambos sentían en ese momento. Pero era diferente. Se sentía diferente. Era sin duda algo que se volvía con el tiempo y la desesperación una necesidad, pero se controlaba con el contacto físico del otro.
Podían mantenerlo a límite mientras sus pieles calientes y sudadas se encontraran en esa desnudes que anhelaban. Podían mantenerlo a límite mientras los largos dedos del mayor recorrían con cuidado la piel del rubio. Podían mantenerlo a límite si Jungkook se aferraba a los hombros del pelinegro mientras esté daba estocadas profundas dentro de él. Podían mantenerlo al límite mientras ambos siguieran dejando escapar bonitos gemidos que adoraban escuchar.
Pero no podían mantener a límite esa clase de deseo que comenzaba con ellos y la plateada luz de la luna iluminando sus líneas y curvas que encajaban perfectamente juntas. No podían mantener a límite el deseo que no yacía solo en encontrar el placer de sus cuerpos, sino en el placer de sus almas.
Ese placer de encontrarte y no querer volver a soltarte luego de estar tanto tiempo perdido.
Ese que inició cuando sin poder evitarlo Taehyung llevó sus labios a la cicatriz en el brazo de Jungkook. Cómo diciéndole que no importaban sus heridas o como intentando curarla con sus labios.
"Jungkook, también puedes ser amado"
"Taehyung, el amor te puede volver a encontrar"
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Las notas de Hyde Hills || Mini Fic || Vkook
FanfictionTaehyung solo llego a Hyde Hills buscando lo que todos querían ahí: una última aventura antes de que todo acabara. Jungkook estaba ahí por el mismo motivo. ¿qué de malo tendría compartir juntos su última aventura? _________ NO SE PERMITEN COPIAS NI...