Nota 2. Hyde Hills no es un lugar para nuevos comienzos

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—Así que ¿Sería demasiado si te preguntara que fue lo que te trajo a la sierra de los zombies?

—De hecho lo es. 

Taehyung quería olvidarlo, al menos el tiempo durante el que estuviera ahí, pretender que solo estaba de viaje y que no estaba en ese lugar para despedirse del mundo. Quería mínimo tener un nuevo comienzo, con gente que no lo conociera y mucho menos su pasado, ese que tanto odiaba. Ese que lo hacía sentir culpable y miserable. 

Recordó entonces la segunda nota que vio antes de entrar al hostal. 

"Hyde Hills no es un lugar para nuevos comienzos"

Ciertamente no lo era. Solo era su último viaje. No debería importarle lo que Jungkook pensara de él porque en unas semanas ya no seguiría vivo como para tener que lidiar con que alguien mas supiera lo que había hecho. Ninguno de los dos seguiría vivo luego de salir de Hyde Hills así que no importaba que lo supiera. 

—Maté a mis padres. 

Jungkook abrió ampliamente los ojos y no supo que decir o a hacer, salvo removerse un poco en su lugar dudando si era demasiado tarde para salir de ahí. 

—¿Q-Qu-é? —logró balbucear aun en medio de su estupor. 

—Yo... —Taehyung ya no se sentía tan valiente en ese momento— No... no los maté directamente... pe-pero...

Al Jungkook creer comprender a donde se dirigía la conversación se destensó y largó un suspiro. 

—No tienes que contarme si es demasiado difícil. 

Taehyung tragó saliva duramente, tratando de convencerse de que lo mejor sería decirle, tal vez sería bueno soltar toda esa culpa.

—Ese... Ese día yo quería ir a una fiesta, tenía quince años y nunca había ido a una. Era algo así como un rechazado social. Sin embargo, una chica muy linda de mi clase, Rossane, dijo que le parecía atractivo y me invitó a la fiesta. Yo tenía tantas ganas de ir, estaba desesperado por encajar y por fin lo iba a conseguir. Pero mis padres no estaban de acuerdo, dijeron que no les agradaba la idea de dejarme ir a esa fiesta, que les parecía extraño que me hubieran invitado.

»No lo dijeron de mala manera. Creo que les asustaba que pudieran lastimarme. Mis padres eran coreanos, tú sabes que aún hay tanta gente racista y la gente así es muy cruel. Yo no quise entender eso, solo quería pertenecer. Nací aquí, soy estadounidense y aún así nunca he sido aceptado como tal. Ellos solo querían protegerme, pero yo no los escuché.

»Así que esperé a que se quedaran dormidos, estaba por salir por la puerta trasera cuando escuché la voz de mi hermana menor, tenía ocho años, me miró con sus ojitos brillando, cuestionando. Le rogué que no dijera nada le prometí tantas cosas, ella solo me pidió a cambio que me cuidara, dijo que no quería que me pasara nada. Me dió beso en la mejilla y regresó a su habitación.

»Esa fiesta fue en efecto horrible. Rossane solo me había invitado para burlarse de mí. Me divertí por un par de horas, de verdad pensé que me habían integrado. Era tan ingenuo, no pasó mucho para que comenzaran a reírse y decir cosas horribles, incluso me golpearon. Al día de hoy no sé cómo logré salir de esa casa. Estaba llorando y me dolía mucho más que el cuerpo, quería llegar a casa y pedirle disculpas a mis padres.

»Quería que mamá me abrazara y acariciara mi cabello. Quería los besos que mi hermana me daba en la mejilla. Quería que papá cantara para mí como solía hacer cuando era niño y no podía dormir porque tenía miedo de los monstruos debajo de la cama. Quería tantas cosas, los quería a ellos. No obstante, cuando llegué, solo encontré los camiones de bomberos, ambulancias, una patrulla, una casa que se había quemado y paramédicos que sacaban los cuerpos de mi familia.

»El dolor que había sentido antes no tenía punto de comparación. Mis... Padre... Mi hermanita... Hubiera amado escuchar los gritos de mamá por haberme escapado de casa o quizá la mirada de decepción en el rostro impasible de papá, lo que fuera con tal de que estuvieran bien. Pero... eso no iba a pasar... porque ellos... ellos están mu-muertos... ellos ya no podían...

Las lágrimas lo desbordaron impidiéndole hablar, cortándole la respiración, haciendo qué su cabeza doliera y su pecho se apretaba mientras sollozaba y encajaba sus uñas en sus palmas para tratar de mantenerse en el presente.

Estaba pálido y sudaba, las lágrimas caían y la piel de sus manos comenzaba a lastimarse. No podía parar, era demasiado para soportar, no importaba que hubieran pasado cinco años de eso, aún dolía. Dolía tanto que no podía respirar, dolía tanto que ni siquiera sentía el dolor en sus palmas. Dolía tanto que ya no soportaba sentir.

Solo quería desaparecer.

Jungkook se acercó asustado, no sabía que hacer. Se sentía un idiota por haber hecho que Taehyung llegara a ese extremo. Nadie les prestaba atención y nadie haría nada por ellos.

Le tomó las manos con cuidado, temiendo asustarlos, pero el pelinegro estaba tan perdido en su mente que ni siquiera lo notó. Trató de hacer que abriera los puños para que dejara de lastimarse, pero los apretaba con demasiada fuerza.

Lo tomó del rostro y secó sus lágrimas a pesar de que seguían saliendo de sus ojos desmedidamente. No sabía que hacer y estaba desesperado por una solución.

—Mírame Tae. Estoy aquí, estás aquí. Por favor, por favor no te tortures. Estoy aquí —hablaba con voz suave y los más calmada que podía otorgarle, no sabía si su voz estaba surgiendo algún efecto en Taehyung, pero no se le ocurría que más hacer.

Volvió a intentar abrir los puños del otro, consiguiendolo. Entrelazó una de sus manos con la impropia y llevó la otra al pecho contrario. Comenzando a respirar profundamente. Inhalando en cinco tiempos y exhalando en otros cinco. Tratando de que por medio de ese gesto el mayor pudiera regular su respiración.

No sabía si lo que estaba haciendo era de ayuda, pero poco a poco comenzó a sentir como su respiración se volvía más tranquila y su frecuencia cardíaca se normalizaba.

Taehyung por fin lo miró, con los ojos envueltos en lágrimas y las mejillas pálidas. No dijo nada por un momento, solo afirmó con más fuerza el agarré de sus manos.

—Y-Yo también de-bía estar ahí. Debí quedarme en... casa. Yo debí m-mo-rir con ellos. No es justo. No es nada justo. Ellos no lo merecían...

—Tienes razón. No es justo. Pero eso no quiere decir sea tu culpa ni que debieras haber muerto esa noche también.

—Es que si no hubiera escapado esa noche...

—Lo sé. Pero estoy seguro de que ellos se sentirían agradecidos de esa decisión. Por sobre todo te amaban y los tres querían que estuvieras bien. Creo que sí lo hubieran sabido te hubieran dejado ir esa noche aún así. Tú lo dijiste siempre querían cuidarte.

—¿Podemos no volver a hablar de esto por favor? —suplicó cerrando los ojos y apretandolos con fuerza.

—Solo respóndeme una pregunta. ¿Es por ellos que veniste a Hyde Hills?

Taehyung deshizo el agarré de sus manos.

—Dije que no quiero hablar de eso.

Jungkook asintió.

—Leí la nota del hostal. Pero que más da. Tal vez deberíamos tomar Hyde Hills como un nuevo comienzo, solo por el tiempo que estemos aquí.

Las notas de Hyde Hills || Mini Fic || VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora