𝓝𝓮𝓻𝓿𝓲𝓸𝓼

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Jungkook al abrir los ojos se dio cuenta que no era ni su casa ni su cuarto. Al principio estaba algo confundido pero recordó lo qué pasó en la noche pasada. Se sonrojó y rápidamente se tocó pensando que estaba desnudo. Al darse cuenta respiro aliviado.

Fue levantándose poco a poco mirando al rededor y supo donde se encontraba. En la casa de Taehyung. El había estado antes he incluso dormido en la casa del moreno.
Pero sus recuerdos de anoche le martillaban la cabeza. Empezaba sentirse nervioso que hasta pensó en irse rápidamente de allí. Pero no quiso ser descortés ya que su amigo no lo dejo a su suerte.

—Mierda—pronunció con un dolor de cabeza por resaca. Fue en busca de café en la cocina. Encontrándose al dueño con su espalda desnuda preparando café.
A pesar de que se sentía extraño no pudo apartar la vista. Tenía que reconocer que su amigo era muy guapo y sexy.
Nunca lo había admirado de forma diferente que no sea de amigos. Pero en esos momentos sentía la garganta seca.
Entonces recordó el beso que pensó olvidado y al ponerse nervioso chocó con la encimera de la cocina.

Taehyung al escuchar el ruido se giró y al darse cuenta que era su amigo se rió.

—Buenos Días Jungkookie ¿Quieres café? Lo hice pensando en ti— dijo mientras le daba un sorbo a su café y le entregaba una taza a Jungkook.

El castaño ni manco ni perezoso recibió gustoso la taza de café pero al sentir otros dedos que no eran los suyos sintió una corriente extraña. Entonces se paralizó y miró a la persona frente a él. Taehyung también lo sintió, se miraron extraños por lo que estaba pasando. No era normal.
Eran amigos porque sentirían nervios. Se preguntaban.

Jungkook al darse cuenta, quito los ojos terminó de tomar la taza y le dio un sorbo.
Empezó a notar la tensión que había en el aire. Estaban en una distancia prudente, pero Taehyung estaba arreguindado en la encimera, más no dejaba de mirar al chico frente a él. El silencio sepulcral que había los tenía algo nerviosos a los dos.

Taehyung no pudo más con la tensión, soltó la taza, fue frente al chico y lo tomo de la cintura, lo pego más a la encimera.
Se volvieron a mirar con chispas en los ojos.

—Jungkook, dime lo que piensas, háblame— le decía Taehyung casi pegado al rostro contrario. Jungkook no le dio tiempo de pensar en nada, solo alzaba la mirada y la bajaba. Se sentía pequeño, algo que nunca había sentido.

— Se que no me eres indiferente, mírame— tomo la quijada de Jungkook y subió el rostro viendo lo sonrojado que estaba. Sonrió y lo miro con deseo oculto.

—Taehyung no lo hagas, no sabes con quien estás tratando— contestaba Jungkook sin apartase pero nervioso.

— Si se, te conozco eres obstinado, terco, tóxico, obsesivo, celoso pero también alguien que daría la vida por su familia, sus amigos, eres alguien sensible y también se que tienes el corazón roto pero yo lo puedo recuperar, dame la oportunidad— decía un Taehyung seguro— Se que somos amigos pero podemos ir poco a poco a donde nos lleva esto, lo único que no puedo dejar de mirar son tus labios, me traen loco— acerco su rostro al otro respirando su aliento. La tensión estaba ahí, la llama se sentía. No podían ignorar el fuego que los consumía.

Jungkook se dejó hacer, estaba dolido por su ruptura pero sentía que los labios ajenos eran la solución.
Fue el primero en pegar los labios. Fue un beso suave.

—No lo sé Taehyung, que dirán nuestro amigos— decía Jungkook separándose del beso— Te conozco también, se que eres un seductor té he visto, te encanta tener el control, aunque debo admitir que eres un romántico— lo decía con una media sonrisa.

— ¿A que le tienes miedo?—pregunto Taehyung.

— Nunca he estado con un hombre— contestó Jungkook todavía lucido.

𝕬𝖋𝖙𝖊𝖗 𝕷𝖆𝖘𝖙 𝕹𝖎𝖌𝖍𝖙🍷 𝚃𝚊𝚎𝚔𝚘𝚘𝚔 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora