Jungkook no sabe de qué se trata esta inconformidad que lo ha acompañado en los últimos meses.
Aun cuando su vida ha tomado el rumbo que siempre idealizó y parece observar el mundo desde la cima, de pronto la rutina de su carrera lo agobia. Le asfixia. Y con frecuencia se encuentra en la necesidad de cuestionar sus razones.
Sus deseos.
Él siempre ha sido tan ambicioso como el mercado del espectáculo le exige, y sus ganas de sobrepasar las expectativas del público son tan grandes como lo eran en un principio. No obstante, a medida que su lista de logros crece también lo hace la hesitación.
Porque, ¿cuál era el punto de todo esto?
¿Y qué tan lejos debe llegar para estar satisfecho?
Ahora que vive de su música, así como del increíble éxito que ha obtenido su grupo, no tendría que quejarse. ¿Verdad?
Le resulta contradictorio a veces desear una vida diferente cuando él ama los escenarios... Ama conocer distintos lugares y personas del mundo casi tanto como agradece la influencia que, sabe, tiene en sus manos por haber alcanzado una oportunidad casi única.
Pero es que, al ver que incluso sus compañeros se han acomodado mejor a la vida que les tocó, no puede sino preguntarse si esto es lo mejor que puede dar de sí mismo. Si escogió bien, o si realmente se lo merece. Pues es inevitable divagar una vez que la adrenalina de los escenarios se pierde, y él-
Agh. Necesita con urgencia un descanso.
Sí, eso.
Jungkook aparta la vista del ordenador y su frente cae sobre el dorso de sus manos juntas, al borde del escritorio. Ha estado trabajando alrededor de tres horas seguidas junto al co-productor, y otras dos a cuenta propia, así que no debería importar mucho si ahora solo se centra en respirar profundo.
Parpadea pesado varias veces antes de tener que reacomodarse, descansando esta vez sobre su mejilla. Y es entonces que ve el pequeño marco de fotografía donde Lee Hyunsuk tiene retratada a su familia.
Dos pequeños niños risueños se muestran en la imagen colorida, en tanto el mayor abraza estrecho a su esposa por la cintura. Felices.
Jungkook sonríe contagiado.
Aunque... La utopista sensación que transmite también es suficiente para recordarle lo mucho que él extraña a la suya.
Estar de gira por el mundo es divertido hasta que se hace rutina y se empieza a añorar cosas que eran tan comunes antes. Como un platillo recién preparado por su padre, o la risa escandalosa de su madre cada vez que su hermano mayor y él animaban con sus ocurrencias de niños.
Así que cierra los ojos de momento, teniendo recuerdos aleatorios.
Todo era tan distinto ahora. Cinco años después de haber dejado su casa definitivamente, y seis de haber debutado como idol; reemplazando las tardes tranquilas en la sala de estar con religiosos ensayos, grabaciones, pruebas de vestuario, y entrevistas.
Las salidas al karaoke con sus amigos de la escuela a cambio de espectáculos para más de cien mil personas. A veces, noche tras noche.
Este último pensamiento recordándole un propósito nexo a las fechas finales de la gira internacional, las cuales estarían convenientemente distribuidas en varias localidades de Corea luego de pasar algunos meses fuera.
Tiempo. Lejos de las cámaras y del compromiso de llevar esta vida apresurada.
Tiempo para él, Jeon Jungkook, que se admite un tanto egoísta.
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¡Hola, papá! - KookV
FanfictionPuede que Kim Taehyung tenga muchas preocupaciones como padre soltero. Sin embargo, ninguna como el hecho de que su pequeña hija piensa que Jeon Jungkook -el idol del momento-, es su otro papá. ¿Qué tan caótico podría resultar no sacarla de su error...