06: Maybe

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—¡Espera, Taehyung-ssi!

Jungkook aprovecha el alcance de su voz, así como la acústica del estacionamiento, para intentar detener la marcha del hombre a unos cuantos metros—. ¡Taehyung...!

Mas no hace falta seguir diciendo, pues el otro pronto se gira para verlo trotar en su dirección. Con lo que parece ser genuino asombro.

Y no es el único.

La pequeña de hace un rato se asoma entre los brazos de su padre para estudiar al idol con ojitos bien abiertos.

—¡Papá Koo!

El mismo estira una sonrisa. Incluso si el pecho le arde o su respiración de momento es forzada, pues había estado recorriendo el supermercado a toda prisa. Buscándolos.

Casi dándose por vencido, de no ser porque a último minuto logró reconocer al sujeto que los acompañaba aún en la fila para pagar.

¿Papá Koo? repite Jungkook con humor.

Y Taehyung tose, avergonzado por las maneras de su hija.

—E-Es que...

—Está bien —el idol tranquiliza luego de verlo batallar por decir algo—. De todos modos, solo vine porque creo tener algo suyo.

Seguido, extiendió el conejo de felpa.

—¿El señor Bigotes? —el otro frunce las cejas—. ¿Pero qué...?

—Creo que se le cayó allá dentro, por suerte logré alcanzarlos.

Su propia sonrisa se agranda, satisfecha, cuando es Misuk quien lo recibe de sus manos para después abrazarlo con fuerza.

—Muchas gracias... Es su peluche favorito y ni siquiera lo habíamos notado —Taehyung dice, sus ojos vacilando al encontrarse con los de Jungkook—. Eh, ¿Misukie? ¿Cómo se dice?

—Grashias, papá Koo.

—No, así no —parece mortificado—. Disculpa, Jungkook, es que ella... —Pero entonces tampoco logra terminar de decir, con el rubor subiéndole hasta las orejas.

Él solo se vuelve a reír.

—No pasa nada —asegura—. ¿Es cierto que hoy es su cumpleaños?

Taehyung parpadea.

Mirándolo, y después a su hija.

—Sí.

—Oh. ¿Crees que pueda...? —hace un gesto, pidiéndole el permiso necesario para dirigirse a Misuk esta vez.

El otro tardó un segundo, pero se lo concedió con un leve asentimiento.

—¿Cuántos años estás cumpliendo, pequeña?

La niña alza la vista una vez más, y se limpia la mejilla con el dorso de la mano antes de enseñarle cuatro dedos.

—Así...

—¡¿Cuatro?! —Ella vuelve a asentir—. ¡Vaya, qué grande estás! ¡Felicidades! —Jungkook enseguida aplaude, actuando un aegyo para intentar hacerla sonreír de nuevo.

Y funciona.

—¿Ya sabes cuál será tu deseo de cumpleaños? —La niña cabecea un sí con mayor convicción—. Ah, ¿de verdad? ¿Y cuál es? —Pregunta interesado.

Quizás un poco emocionado ante la idea de que la niña sea fan de su trabajo... Porque, vamos, él podría al menos intentar cumplir su deseo.

. ¡Podría intentar devolver un poco de la felicidad que le han dado sus fans! Usualmente de estas cosas se encarga la empresa, pero por primera vez podría hacer algo completamente por él mismo. Aunque resulte algo pequeño.

¡Hola, papá! - KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora