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"¿Puedo quitarte esto?" Señaló su ropa, Harry asintió, dejándose tocar por Zayn.

El moreno lo sentó en el retrete, poniéndose de cuclillas para quitar el único zapato de Harry y sus calcetines azules pastel.

La sangre seca, ahora iluminada perfectamente por la luz del baño, lo hizo temblar, sus ojos se cristalizaron automáticamente, no pudo con el dolor, ¿cómo podría? Si su amor había sido dañado tanto por dentro como por fuera. Recostó su cabeza en los muslos de Harry, abrazando sus piernas mientras temblaba gracias al llanto incesante de su cuerpo, balbuceando un discúlpame y repitiendo una serie de te amo.

Harry, por su parte, solo pudo acariciar las hebras negras, ¿qué más podría hacer? solo lidiar con el dolor presente.

Cuando el moreno pudo estabilizarse, desvistió a Harry para meterlo a la tina llena de agua caliente, ayudándolo a lavar su cuerpo sucio con toques suaves y llenos de amor.

"¿Quieres que te ayude a vestirte?" Harry negó con la cabeza, negándose a hablar, por qué sabía que si lo hacía se desataría. "¿Quieres que me quedé?" Harry asintió, tomando lo primero que vio limpio y poniéndoselo con cuidado, su parte trasera aún dolía cada que se inclinaba hacia abajo.

El rizado miro a Zayn mirarlo, sus piernas, miraba sus piernas y eso lo incómodo.

"Puedes irte ahora." Murmuró, solo siendo audible para Zayn quien ya miraba su rostro con un semblante serio.

"No puedo, no ahora." Respondió. "No puedo irme al saber que no estás bien, Harry...quiero, no, necesito una explicación."

"No necesitas saber nada, vete."

"Harry, esto ya no es cuestión de que me corras de tu casa y me digas que estarás bien porqué no te creo, te vi, me llamaste para ayudarte y aquí estoy para ti, necesito que me expliques que suced..."

"¡No sucedió nada, ahora vete!" Harry caminó hacia el, tomando de su brazo para jalarlo hacia afuera de su casa.

"Harry..."

"No me sucedió nada." Repitió, reusándose a hablar.

"Cariño, por favor." Rogó, deteniendo sus pasos y sosteniendo a Harry con los suyos.

"No sucedió nada." Murmuró, los brazos del mayor lo envolvieron, su cabeza cayendo en su hombro y siendo retenida por su mano.

Una serie de llanto interminable, dos amantes, dos corazones rotos.

Zayn abrazo el cuerpo de Harry, delicado, con el temor de romperlo y cortarse así mismo. Con pasos lentos retrocedieron a la sala de estar, siendo Harry quien se sentó encima de Zayn en busca de protección, sus piernas abrazando su cintura y escondiéndose en su cuello.

"¿Puedes hacer que deje de doler?" Murmuró. "Duele, Zayn, no se detiene, siento sus manos en todo mi cuerpo y quema."

Zayn instantáneamente comenzó a recorrer sus manos por sus muslos, buscando despejar el cerebro de Harry con sus toques suaves y los besos en sus mejillas rojas.

"Estarás bien, mi amor, déjame remplazar el dolor, estarás bien."

Harry le creyó de corazón.

𝗛𝗼𝗺𝗲 [✔︎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora