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"¡No se quita! ¡Zayn, no se quita!" Harry pasó la esponja por sus muslos, estos ya se encontraban rojos de tanto tallar.

"Te estás haciendo daño, Harry." El moreno camino hacia el, arrebatándole la esponja y tirándola por alguna parte del baño.

Amir ya estaba dormido cuando llegó del trabajo.

Había pasado un mes desde lo sucedido, y Harry estaba superando lo sucedido con esfuerzo, aunque Zayn sabía que tardaría en recuperarse y volver a brillar, lo que le sucedió fue un acto de violencia inhumana, y Zayn solamente quería matar a los agresores de Harry.

El moreno pudo enterarse una semana después de lo que había pasado, siendo este momento el cambio de la vida de ambos.

Habían llamado a Harry del hospital a altas horas de la noche para una emergencia, el rizado no tuvo tiempo de agarrar su auto ya que este se hallaba descompuesto así que solo tuvo que correr. Después de arreglar el problema tuvo que volver a pie, puesto a que ninguno de sus compañeros de trabajo estaba disponible para dejarlo en su hogar, decidió caminar, no tomando la ruta que habitualmente tomaba, si no, siguiendo la ruta más "cerca" a su casa. Ni siquiera pudo reaccionar cuando aquellos sujetos con rostros apenas reconocibles lo tomaron por los brazos y lo jalaron a una camioneta, ni siquiera pudo gritar al sentir la mano de uno en su boca, mientras los demás se encargaban de tomar su cuerpo.

Tampoco sintió cuando lo aventaron en la acera de nuevo, sin dinero, sin dignidad, sin cuerpo propio.

Solo su teléfono, y fue todo para enloquecer y llamar a su ex-marido una hora después de que aquellos tipos se fueran. Zayn no contestó la primera llamada, tampoco contestó la segunda ni la tercera llamada.

Eso lo hizo perder la poca cordura que le sobraba, cayendo al cemento frío gracias a la noche, y dejando que su cuerpo tembloroso y manchado de fluidos que no eran suyos se mezclaran con su sangre.

Harry se sentía sucio, por más que tallaba con aquella esponja su cuerpo, aun podía sentir sus manos en su piel. Quería quitarse eso.

"¡Diles que se detengan!" Volvió a gritar. Zayn había regresado de la oficina demasiado tarde para su gusto, siendo su propio jefe, tenía casos importantes que no podía descuidar.

Su culpa, "Esta bien, estoy aquí, cariño, estoy aquí."

Solo lloraba más fuerte.

Mientras se acerca a él, nota que no solo sus muslos y sus brazos estaban magullados, sino también su entrepierna.

Tomó sus manos entre las suyas para evitar que se lastime.

"Harry, para, te estás haciendo daño a ti mismo."

"No me toques. Deja de tocarme." Harry comenzó a alterarse, rasguñando sus manos y tratando de liberarse del agarre.

"Te voy a soltar solo si dejas de hacerte daño"

"N-No puedo. No desaparece. Todavía puedo sentirlos."

Zayn tuvo que entrar a la bañera, dejando que el cuerpo de Harry descansará sobre el, aunque el rizado se rehusaba a tener contacto.

"Déjame ir. P-Por favor." Sollozo.

"Harry, soy yo. Soy Zayn. No te voy a hacer daño. Sé que estás sufriendo, pero déjame entrar y haré que desaparezca."

"No puedo. Todavía puedo sentirlos. Sus manos sobre mí, todavía puedo escuchar sus voces, todavía puedo olerlos en mi." Sollozo. "Has que paren, Zayn. Por favor, haz que se detenga."

"Harry, por favor, detente. No te hagas daño, nunca dejaré que nadie te vuelva a hacer daño." Lo envolvió en sus brazos. "Siento no haber estado ahí para ti, lo siento, pero ahora estoy aquí, cariño. Estarás bien. Estaremos bien." Susurro, besando sus rizos húmedos por el agua, el olor a nuez y manzanas en sus fosas nasales y dejándolo anonadado.

"P-Por favor, no me dejes ir."

"No lo haré."

𝗛𝗼𝗺𝗲 [✔︎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora