A la mañana siguiente se levantaron a las 8 y los dos chicos cambiaron sus pijamas. En esta ocasión Jisung se vistió con un pantalón negro, una camisa blanca, y una chamarra azul de mezclilla; mientras que Jeno iba vestido casi igual que el día anterior la única diferencia era la camiseta pues ésta era negra tipo básica. Cuando el reloj marcó las 9:00 ambos chicos salieron de la habitación y se dirigieron a la recepción para registrar la salida del hotel.
—¿Deberíamos comprar algo para desayunar? —preguntó Jeno cuando salieron del hotel. Los dos creyeron que el papeleo de salida sería algo que les tomaría mucho tiempo así que por eso salieron temprano pero en realidad la señorita tardó menos de 5 minutos así que tenían que buscar donde pasar una hora hasta que llegaran por ellos.
—Sí, estaría bien —Jisung seguía un poco serio debido a su corazón roto.
Para ese punto de su vida ya había aprendido a vivir con ese sentimiento, no era la primera vez que creía haber llamado la atención de Jeno pero al final todo terminaba siendo un malentendido de él. Como esa vez que lo espió mientras hablaba por teléfono sobre una persona de la que estaba enamorado pero era algo complicado, Jisung creyó que podía ser él porque durante la conversación el mayor mencionó que se conocían desde niños así que duro ilusionado varios días hasta que en un día lo vio en una cita con Sungchan, un amigo del equipo de fútbol de Jeno.
—¿Puedes comer cualquier cosa? —volvió a hablar Jeno—. ¿Sería bueno si desayunas algo ligero o prefieres una comida completa?
—Lo que sea está bien.
Terminaron entrando a un café que no estaba demasiado lejos del hotel. El menor se distrajo jugando con su celular mientras que Jeno contemplaba la playa que podían ver desde el local. El silencio que había entre ellos no se sentía bien y eso ponía triste a Jisung porque algo que amaba mucho era que no tenía que hablar con Jeno para sentirse cómodo, simplemente su compañía bastaba. Era algo mágico y reconfortante poder tener a alguien así, pero en esta ocasión ambos sentían que se estaban ahogando con las palabras que no se atrevían a decir, era doloroso tener la presencia constante de la persona a la que amas pero no atreverte a decir absolutamente nada.
—Ayer, ¿hablaste con Jaemin hyung? —Jisung preguntó sin dejar de ver su celular. Pensó que tal vez, si Jeno terminaba de destruir su corazón podía dejar sus sentimientos enterrados en Busan. Jeno solo asintió mientras bebía su café helado—. ¿Cómo le va con su castigo? —preguntó triste.
—Ah, en realidad no está tan castigado.
—Me alegro, su mamá me da miedo. Es bueno que no sea tan dura con él.
—¿Te da miedo la mamá de Jaeminie? —Jeno sonrió de solo pensar que Yoonah le parecía intimidante. Jisung solo asintió con los ojos abiertos—. Pero si es un amor, Yoonah es como Nana pero en mujer y más grande.
—Sí, es linda, igual que Jaemin ¿verdad?
—Sí, ambos son muy lindos.
Jisung solo se quedó callado y no siguió hablando. Ya no quería hacer nada, solo quería regresar a Seúl y estar metido en su cama, y tal vez hablar con Chenle o Renjun para que le ayuden a sentirse mejor. Chenle fue la primera persona que supo que tenía un amor platónico por Jeno, se lo dijo cuando eran niños y todavía no entendía bien qué era lo sentía. Renjun le preguntó directamente y no pudo mentirle así que terminó contándole todo y a partir de ese día comenzó a ayudarlo cuando sus demás amigos molestaban a Jeno porque gustaba de él. Odiaba cuando eso pasaba ¿acaso era muy obvio su enamoramiento por Jeno? ¿Por qué les gustaba molestarlo porque tenía a un niño enamorado de él? Sabía que no era Jaemin pero él tampoco estaba tan mal. Por suerte Jeno nunca lo trató diferente cuando los comentarios molestos empezaron, solo sonreía y negaba con diversión ¿acaso no era lo suficiente como para que lo tomara en serio? Tal vez nunca lo rechazó directamente porque le temía a su padre, todo el mundo le tenía miedo a Park Yunho. Necesitaba que ese fin de semana terminara ya y alejarse por unos días de Jeno.

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TIGHTROPE [NoSung | JenSung]
FanfictionSabía que tenía que dejar de hacerlo pero para él ya era algo ya prácticamente imposible. No podía evitarlo. Siempre buscaba la manera de verlo, ya sea en los pasillos del colegio, en los partidos de soccer o en las reuniones a las que sus padres lo...