~×'•Mi lindo Deku•'×~ [katsudeku]

×^•°capitulo 4°•^×

"Consuelo"

Narradora.

La velada iba haciendo un gran avance perfecto, todo parecía ir bien. Habían implementado más sugerencias para mejorar su asociación, y lo mejor era que Izuku no recordaba su tristeza o tormentos que le traía el ver a Shoto.

Enji hablo - creo que deberíamos presentar a nuestros invitados, además debemos informar el evento que vendrá.

- ¡claro!, Digan lo.

Pararon sus charlas y prestaron atención a Enji.

- nuestra invitada es Momo yaoyoruzu, la joven prometida de mi hijo, Shoto.

Aquel fue un golpe de realidad al pequeño pecoso, que empezó a sentir sus ojos volver a cristalizarse, y amenazaba con sacar una cascada de lágrimas gruesas.

Intentanba no llorar, sus manos se posicionarnos en sus piernas, su pequeñas manos comenzaron a apretar la tela de aquellos pantalones que traía.
Bakugo se percató de aquello, posicionó su mano encina de la de él, con su otra mano empezó a dar pequeñas caricias en la cabeza de este.

- queríamos invitar a los Bakugo a la ceremonia de compromiso, nos encantaría que estuvieran ahí presentes.

Hablo Enji entusiasta, el de cabello de distintos colores miro en dirección a Midoriya, y no le gustó lo que vio.
El peli-verde estaba con los ojitos cristalinos, siendo consolado por Bakugo, que daba pequeñas palmaditas y caricias a su cabeza.
Termino juntando al peli-verde junto a él puso su brazo por encima del asiento, logrando que el pecoso se acurruque en aquel hueco creado por el.

- felicidades, Shoto y Yaoyoruzu. Creo que debería nos hacer un brindis. - Mitsuki se levantó de su asiento elevando su copa.

Los demás presentes imitaron su accion, a excepción del cenizo que seguía abrazando con un brazo al peli-verde, mientras con el otro levantaba su vaso.

- Por el matrimonio de mi hijo, y la futura Todoroki. - todos juntaron sus copas y bebieron de esta, comenzando una charla amena de nuevo.

Lo que no se había visto, era la pequeña incomodidad de Momo, al oír. "Futura Todoroki", y en ese preciso momento, volteó a ver al pecoso. Y logro ver sus pequeñas lágrimas brotar de sus ojos, no le gustó esa sensación de culpa, menos el pensar que le estaba quitando a alguien especial a una gran persona.
Pero se sintió mejor al ver la acción del cenizo ante aquel gesto de tristeza del oji verde.