Capítulo 1

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1999
Tokio, Japón.

El día era gris así como cualquier día lluvioso, las nubes tapan el sol de forma egoísta y el viento sopla ligeramente provocando que el fino y sedoso cabello de Mikey se moviera en un compás casi majestuoso.

—Oye Baji, ¿Hoy vienes al dojo? —preguntó el rubio.

—No lo creo, mi mamá quiere que pase la tarde estudiando. —el pequeño niño pelinegro a su lado le respondió con desánimo.

—Por más que estudies vas a reprobar. —se burló.

—No hace falta que me lo recuerdes. —gruñó molesto.

A lo lejos una niña de pelo blanco corre detrás de un niño con el cabello casi rosado, parece cansada pero su sonrisa no se quita de su rostro.

—¡Sanzu, espérame! —exclamó sin aliento alguno.

—¡Apresúrate! —el otro niño le hizo una seña para que avanzará más rápido pero no la esperó.

Siguieron corriendo hasta llegar donde los otros dos, el mayor se veía como si no hubiese corrido siete cuadras corriendo como un loco, en cambio la menor parecía haber corrido una maratón con zombies pisándole los talones.

—¡Sanzu, Senju! —Mikey los recibió a ambos con una sonrisa.

—¡Hey! —saludó.

—H-Hola. —Senju movió su mano en un perezoso saludo.

—¿Dónde está Sayoko? —a Baji le pareció algo extraño que aún no estuviera aquí como lo habían acordado, ella era muy puntual.

—No lo sé, no la vimos por el camino. —dijo la peli-blanca tomando una gran bocanada de aire.

—Vayamos a su casa, de todas forma no está tan lejos. —sugurió Mikey.

Los demás accedieron sin mucho problema y se encaminaron hacia la casa de su amiga.

Está vez caminaron hasta allí puesto que la chica no vivía demasiado lejos no tardaron en llegar, las calles estaban vacías como casi siempre suelen estarlo en esta parte de la cuidad.

Estaban en casa Mikey, pero irían al parque que estaba casi frente a la casa de ella, Sanzu y Senju dijeron que al pasar por aquí no la vieron, y eso fue más que suficiente para alertar a los demás.

Todos estaban un poco inquietos, puesto que era bastante raro que sea impuntual, le molesta mucho no cumplir con los horarios, y si lo hace es porque algo realmente serio sucedió.

Cuando por fin llegaron se encontraron con la pequeña sentada en la acera de su casa con sus rodillas en el pecho, abrazando sus piernas.

Levantó su vista y lo vió, sin embargo no se movió de su lugar, en cambio volvió a centrarse en observar a la fila de hormigas que cruzaban delante de sus pies.

—Sayoko. —se atrevió a llamarla Baji, ya que los demás no se movían, solo la miraban.

Ella levantó una vez más su vista y sus redondos ojos se clavaron en los del pelinegro, estando ya más cerca de la chica pudieron observar el moretón lila en su ojo derecho, sus brazos tenían rasguños y moretones, en sus rodillas llevaba una banditas que tapan sus raspaduras.

—¿Qué te sucedió? —Mikey fue el primero en acercarse, totalmente preocupado.

—…

—¿Quién te hizo eso? —masculló con enojo Sanzu.

Senju simplemente miraba con horror el estado en el que te encontrabas, siendo incapaz de decir nada.

—Me caí de la bicicleta en el valle. —mentira.

THE MOON KNOWS ABOUT YOU {Tokio Revengers} [Oc] [Mikey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora