𝐀𝐦𝐚𝐧𝐞𝐜𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐛𝐫𝐚𝐯𝐚𝐬

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-No entiendo por que nos tenemos que ir antes-dijo Samantha

-Harry-dijo el padre de esta sin más

-Puede cuidarse solo ¿no?-rodó los ojos

-Sam-advirtó-nos necesita

-Claro, por que eres su única familia que no está muerta o loca

-Samantha basta-regañó-vamos a ir, y no hay cambio de planes  ¿entiendes?

-Es el maravilloso Harry, el niño que sobrevivió, y no puede cuidarse solo, increíble-dijo con sarcasmo tomando a su tío de la mano, y con la otra tomando sus cosas

Samantha estaba molesta, todo el viaje hablaron sobre Harry Potter, que será un gran mago, que todos lo aman, entre muchas otras cosas, y para colmo de la castaña, Ojo Loco envió una carta diciendo que Harry se había metido en problemas en el mundo muggle, y eso incluía dementores, teniendo que los demás regresar antes a Londres.

Todos cerraron puertas y ventanas, recordaron si olvidaban algo y decidieron desaparecer, era de día y era peligroso aparecer frente a la casa, así que solo se alejaron un poco, aterrizando en un callejón vacío y solitario, la primera que caminó fue la Black, sin esperar a nadie, caminaba a pasó firme y rápido, todos decidieron seguirla y no hacer preguntas ni cruzar una palabra con ella, no querían hacerla enfadar más.

-¡Hey! tranquila-la alcanzó Fred entre risas caminando a su lado

-¿Qué quieres?-dijo molesta

-Amanecimos bravas-dijo George caminando del otro lado de la chica, con una sonrisa en su rostro, haciendo reír a su gemelo, y que la castaña rodara los ojos

-Sabes como odio que me digas eso

-Por eso lo hago Sammy-guiñó-aún recuerdo la primera vez que te lo dije, 1993, en la madriguera, una pequeña Samantha bajando las escaleras, con pijamas gigantes y el cabello parecido a un nido-suspiró con una sonrisa

-Si...-respondió con una pequeña sonrisa-ese día íbamos a rescatar a Potter de su casa-los 3 rieron al recordarlo

Y es que aunque la chica no haya tenido la mejor infancia, siempre vio el lado positivo, y cuando conoció a los Weasley su vida se volvió aún más interesante de lo que ya era, salía cada que podía, con o sin ellos, no le molestaba estar en su casa, pero no era su actividad favorita, salir de su cuarto y ver la habitación de su padre no era placentero, además que la odiosa pintura de su tía le recordaba todo lo malo que hacía la castaña...

-Llegamos-avisó Remus, todos se detuvieron frente a la casa Black, viendo a Ojo Loco fuera, movió la cabeza y empezó a caminar, todos lo siguieron sin caprichos

Entraron a la casa y lo primero que hizo la Black fue buscar a Kreacher, quien le entregó cartas para esta, las tomó y subió a su habitación, ignorando a todos a su al rededor.

-¿Subiste de peso no es así?-dijo la dichosa pintura hacía Samantha, Walburga Black

-Cállate-dijo esta mientras subía las escaleras a pasó fuerte hacía su habitación

-¡Comer mejor te haría bien!

-¡Mira quién lo dice!

-¡Ya quisieras ser yo!

-¡Lo único que te envidio es que estas muerta!

-¡Y que no estoy gorda!

-¡Qué te calles vieja horrenda!-gritó antes de entrar a su habitación cerrando la puerta de un portazo aún oyendo a lo lejos a su tía gritar

Se tiró en su cama y revisó los remitentes de las cartas, empezándolos a leer en voz alta para ella misma.

-Daphne, Blaise, Daphne, Daphne, Daphne, Blaise, oh mira Pansy, Daphne, Hermione, Daphne de nuevo, ¿Alexander?

𝑫𝒆𝒂𝒓 𝑭𝒓𝒆𝒅... || Smutfic F. Weasley || +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora