—No quiero enterarme de ninguna fiesta esta noche. Todos los alumnos estarán en sus habitaciones a las 7 de la noche, y estarán siendo vigilados hasta entonces.
Los estudiantes escuchaban en silencio las palabras de Umbridge, sintiendo una mezcla de descontento y resignación. La estricta vigilancia de la profesora no era algo que les agradara, pero sabían que oponerse no les llevaría a ninguna parte.
Mientras continuaba hablando, la mujer de aspecto severo miraba fijamente a cada uno de los presentes, como asegurándose de que entendieran la gravedad de su mensaje. La atmósfera en el Gran Comedor se volvía cada vez más tensa, con miradas intercambiadas entre los estudiantes que compartían su frustración en silencio.
Después de las palabras de la profesora, el desayuno continuó en un tenso silencio. Los estudiantes murmuraban entre ellos, compartiendo sus pensamientos en voz baja mientras especulaban sobre cómo podrían evadir la vigilancia y disfrutar de la noche sin ser descubiertos.
La tensión en el aire se palpaba cuando Umbridge concluyó su anuncio con un tono amenazador:
—Cualquier estudiante que sea encontrado fuera de sus habitaciones después de las 7 de la noche será castigado severamente. No toleraré ninguna desobediencia.
Con esas palabras, se levantó de la mesa de profesores y dejó el Gran Comedor, dejando a los estudiantes sumidos en un mar de pensamientos y planes clandestinos. La noche se avecinaba, y con la estricta vigilancia de Umbridge, la magia y la diversión parecían más lejanas que nunca en Hogwarts.
—Como si nos importara su vigilancia estúpida —dijeron a la vez los gemelos Weasley.
—De verdad, no sé qué piensan hacer —decía Samantha mientras caminaba frente a los gemelos.
—La mejor fiesta que se te va a cruzar en tu vida —dijo Fred.
—Siempre dicen eso.
—¿Qué tal si es de las última? —respondió George, recibiendo un golpe de su hermano en el brazo izquierdo.
—¿De qué hablan? Les queda mas de medio año aquí —rió Samantha.
—Bueno, tienes que ir.
—Iré —afirmó— pero no sé qué harán con la loca de rosa.
—Pues también puede ir si quiere —bromeó Fred.
—Los quemará vivos si se entera —se detuvo a verlos cuando llegó a su clase.
—Será una muerte placentera —dijeron ambos con una gran sonrisa al unísono.
—Están mal de la cabeza —dijo mirándolos con los ojos entrecerrados— pero bueno, mucha suerte, los quiero —dijo al entrar y dejarlos fuera.
—¿Y entonces? —preguntó Blaise al ver llegar a su amiga.
—Primero saluda —respondió sentándose a su lado.
—Hola —dijo en tono burlón.
—Hola —sonrió satisfecha.
—¿Y entonces? —repitió su pregunta de segundos antes.
—¿Entonces qué?
—¿De qué nos disfrazaremos? —dijo con una gran sonrisa.
—Yo de Malfoy, ese sí me da miedo —bromeó.
—Y yo de tus gustos amorosos —respondió el nombrado volteando a verlos.
—Touché, rubia.
Blaise y su amiga intercambiaron miradas cómplices antes de sumergirse en una animada discusión sobre posibles disfraces para la fiesta. Mientras tanto, en otra parte del colegio, los gemelos Weasley estaban caminando elaborando planes para la fiesta.
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𝑫𝒆𝒂𝒓 𝑭𝒓𝒆𝒅... || Smutfic F. Weasley || +18
FanfictionQuerido Fred, ¿Por qué tenías que ser tú?... Todos los personajes son propiedad de J.K Rolling, a excepción de los míos. Fanfic/Smutfic con Fred Weasley