Chico De Cristal-Kookv

II

Y ahí estaba, el pequeño chico enredado entre sus sábanas, con fuertes dolores en la zona de su vientre, lágrimas cayendo por el contorno de su rostro, dormido por todas las sensaciones y sentimientos que tenía.

Las rellenas piernas estaban mojadas al igual que sus lindas mejillas y los ojos encontrándose inundados por haber estado llorando durante horas.

¿El porqué? Se sentía insuficiente, poca cosa para su alfa, se sentía cómo un simple objeto que era reemplazable una vez lo desgastaron. Sentía que no valía nada y que Jungkook, su novio, podría irse con cualquier omega que se le pasara por enfrente, un omega que pueda ayudarlo en su celo, o al que simplemente pueda abrazar sin miedo a que se rompa.

Sabe, muy adentro de él, que Jeon era incapaz de hacerle tal cosa, pero los malos recuerdos de sus ex's parejas inundaban su mente; los engaños, las veces que lastimaron su frágil cuerpo y se fueron cómo si nada.

Sabía que lo amaba, que adoraba cada parte de él y que deseaba un futuro juntos, pero el dolor en su vientre, los de cabeza y el calor que estaba pasando en ese momento lo hacían dudar.

Dudaba sobre si su pareja lo quería tal cómo es, dudaba de que si en verdad lo merecía, dudaba si era realmente lo que el alfa deseaba cómo tanto le decía todos los días.

Simplemente necesitaba mimos, caricias y que le digan que todo estaba bien. Necesitaba el amor de su Hyung, ser besado hasta quedar sin aliento, que las saladas lágrimas que caían por montones pararán de una vez, sentirse pequeño y protegido, estar entre los fuertes brazos de su pareja y llorar hasta calmarse.

Lo necesitaba a él.

Pero no podía, no tenía el valor de llamarlo, y más por el hecho de que estaba en celo. El instinto de un alfa ante un omega en ese estado era follarlo, follarlo hasta hacerle gritar. No se pensaba arriesgar.

Aunque su lobito pensaba lo contrario, quería que su cachorrito, su bebé le dé cariño, lo abrace, lo llene de besos todo su pequeño rostro y lo consuele, le dé todo lo que necesita y lo haga sentir bien.

Por otro lado, Jeon estaba sumamente preocupado por el hecho de que su omega no esté respondiendo mensajes desde hace horas. Los textos preguntando de forma incontable si se encontraba bien, si se había lastimado o porqué no fue a clases ese día.

Todo lo estaba asustando mucho, ya que varias veces su bebé tuvo que ir de urgencias al hospital por lesiones inesperadas.

No quería que algo malo le pasara a la persona que más ama, la persona que le ha dedicado años de su vida en cuidar y amar, a quién le sacó del oscuro círculo vicioso en el que estaba metido.

Y, sin mucho pensarlo; tomó sus cosas, agarró el llavero y marchó hacia los dormitorios de la facultad. Caminó a paso acelerado hacia dónde estaba viviendo su novio, cada vez yendo aún más rápido; poco importado el hecho de que por las paredes haya infinidades de carteles que decían: "prohibido correr". Su pequeño era mucho más importante en ese momento.

Y por fin llegó al cuarto de su pareja.

Agarró la llave del lugar y la pasó por el ojo de la puerta, entró y la cerró nuevamente.

Se dirigió a la habitación al lado derecho de él, casi que corriendo. Abrió la puerta tratando de no hacer mucho escándalo y entró, de inmediato sintiendo el olor a yogurt de fresa inundar sus fosas nasales.

Empezó a entender el porqué no le constataba al escuchar los sollozos bajo las sábanas.

Y con cuidado caminó hacia dónde estaba su bebé, el cuál se dio la vuelta rápido al sentir los pasos también un olor particular a caramelo. Se veía asustando, aguantando las lágrimas y balbuceando cosas para sí mismo.

Jungkook se preocupó de sobremanera al verlo así, sin tardar en tomar la pequeña carita del chico entre sus manos, limpiando sus lágrimas mientras comenzaba a hablar.

-Por Dios, cariño, ¿qué te pasó? ¿Alguien te hizo daño? ¿Te duele algo?- Y Jeon no sabía cuán acertado estaba. Se metió de rodillas a la cama, dejando sus pies por fuera para no ensuciar las mantas blancas del menor.

Y el pequeño se rompió en llanto al escuchar sus palabras, siendo dominado por el omega en su interior.

-Ya, ya, bebé, ya, estoy aquí, nada malo te va a pasar.- Susurró, quebrandose por dentro al ver cómo su persona favorita estaba sufriendo y sin él saber porqué.

Se metió entre las sábanas junto a su novio, abrazandolo con gentileza para no lastimarlo, pero tampoco dejando que se despegara de él, protegiéndolo cómo si fuera su cría, porque en estos momentos necesitaba ser tratado cómo tal.

Necesitaba ser cuidado, amado y protegido por su alfa, por la persona que más amaba.

-Es... es que, no qui-quiero que me dejes, no lo hagas, por favor...- Tartamudeaba encondido en su pecho, sintiendo el agitado corazoncito de su alfa.

Jungkook terminó de desmoronarse al escuchar lo que salió de la boca de su omega, pero no lo dijo, ahora tenía que ser la persona fuerte de la relación
Las lágrimas brotaban de sus ojos a mares, empapando la remera blanca del contrario, pero no le molestaba en lo más mínimo, ahora sólo le importaba hacer sonreír a su bebé.

Aclaró su garganta con el fin de que su voz no se rompiera y comenzó a hablar.- No, bebé, jamás me alejaré de ti porque te amo; amo cuidarte, amo llenarte de besos tu linda carita, amo cada parte de ti, de tu hermoso y pequeño cuerpo.- El omega lloro aún más fuerte, sacándole un suspiro al alfa, pero no de molestia, sino de frustración.

-Te amo, te amo cómo no tienes idea, amo cómo te manejas, la forma en la que enfrentas los problemas, amo el que tu carácter sea fuerte ante los demás pero que conmigo seas la misma masita adorable que me encanta besar. Eres perfecto, Tae, y nada puede cambiar eso.- Y así finalizó, teniendo a un Tae cada vez más calmado entre los brazos de su alfa.

-¿Con... con eso quieres decir que n-no me vas a de-dejar?- Habló un pequeño Tae con hipo al llorar durante tanto tiempo. Los ojitos grandotes del mismo derritieron a Koo.

-Por supuesto que no, jamás, bebé.- Y luego de eso, dejó un lindo beso en la naricita de su pequeño.

-También te quería preguntar otra cosa, alfa.- Murmuró mientras miraba hacia otro lado, para luego volver a hablar.- ¿Puedes ayudarme con mi celo? Sé suave...

El alfa rió un poco ante tal pregunta, pero no en burla.

-Claro que sí, mi lindo angelito.-

...