Nunca pensé que mi vida cambiaría de un día para el otro, y mucho menos en encontrar el amor en una persona única en su clase
El cambio todo en mi, mi forma de pensar, en cómo sentirme, el cambio mi vida, de una aburrida y simple, a una emocionante...
-¿Disculpa te puedo ayudar?- dice una voz femenina
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Al darme la vuelta para poder ver quien es puedo ver a una chica de cabello azul fuerte, ojos azules y uniforme de vigilante, me quede por un momento congelada, los recuerdos de los trajes de los vigilantes manchados de sangre se hacían presentes
-¿Disculpa?- dice ella pasando una de sus manos por mis ojos
-Si- digo yo fríamente
-Necesitas ayuda te veo un poco perdida- dice ella
-De echo si sabes dónde se encuentra la enfermería- digo yo
-O claro por aquí sígueme- dice ella para empezar a caminar
Estuvimos caminando en silencio cuando de repente ella rompe el silencio
-¿No eres de por aquí cierto?- dice ella
-Cierto no soy de aquí- digo yo fría por los recuerdos
-Se nota, Bueno es un gusto mi nombre es Caitlyn- dice ella para parar y estirar su mano
-Mi nombre es T/......- No termine de hablar por una voz
-¡Kiramman!- dice un voz masculina
-Shérif- dice ella
-No deberías estar en tu lugar, ósea en la tienda te tú madre- dice el
-A si perdóneme pero esta turista necesitaba ayuda- dice ella señalándome
Al verme el tipo se congelo y se puso pálido, al momento que la chica lo movió para que despertara este se alteró y se puso nervioso, pero rápidamente se calmó
-Es un gusto señorita el que nos venga a visitar- dice el- Kiramman debería ya irse- dice el para ver cómo la chica se iba- que tenga un lindo día- dice el tipo para después irse de ahí con un paso apresurado
Kiramman se me hacía conocido pero no me acuerdo donde lo había escuchado
No le tome mucha importancia, pero pobre chica como le hablo no era la forma correcta solo quería ayudar, pero bueno no importa ahora la prioridad era curar al pobre
Al llegar lo recosté en una camilla que se encontraba ahí, saque varias cosa que a encontraban en un mueble, pataleaba y abecés chillaba de dolor pero al final lo pude vendar ese cuerno, al terminar me dio las gracias con unas lamidas en mi mejilla y para ronronear, al terminar salí de ahí para dirigirme a el laboratorio donde se encontraba Viktor
Esa cosita se fue para otro lado así que estaba sola, al entrar al laboratorio ahí se encontraba Viktor sentado en una silla apoyado de su bastón, se veía enojado,
-¿Que pasa Viktor?- digo yo para sentarme enfrente de él
-Heimerdinger dijo que en una década estará listo,- dice el frustrado
