Capitulo 30

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-Hey apresúrate- digo jalando la mano de Silco levantándolo de su silla

-Voy- dice él poniéndose su abrigo

-Vamos se acabará la comida- dijo jalándolo hacia la salida

-Un momento,- dice él parando en seco - ¿a donde me llevarás linda?- dice el

-Bueno como casi no sales de esta oficina deprimente, sin ofender, quiero llevarte a uno de los lugares que regularmente iba antes de haberte conocido- digo yo

-¿Y a donde?- dice el curioso

-Quiero llevarte a el mercado de comida principal- digo yo feliz

-¿a comer?- dice el

-Pues es lo que se hace ahí- digo muy obvia

-Amor- dice él tomándome de las mejillas aparentándolas- ¿Que tal si te llevo a un restaurante aquí en Zaun, en los alcances superiores- dice el

-¿Que te pasa que acaso ya te hiciste muy fino como para no comer ahí?- pregunto, sabía que le molestaba mucho eso

-Claro que no,........bien iremos a donde dices- dice el cruzado de brazos

-¡Genial!- digo para acercarme a la puerta pero antes de que la pudiera abrir Silco me toma del hombro, quedando a espaldas de él

-Pero no puedes salir así- dice él susurrándome al oído

-¿¡Que?! ¿¡Porque?!- digo mirando mi vestuario, no veo el porqué de malo, tal vez era un poco ajustado y poco usual de llevar pero me gustaba

-Ten ponte esto- dice dándome una capa negra

-¿Enserio?- digo viéndolo

-Yo también usaré una- dice el sacando otra

Okey entonces estaba confundida, no era por mi vestuario, entonces ¿para que?

-¿Y porque nos ponemos esto?- pregunto mirando la capa

-Es para pasar desapercibidos, allá guera hay muchas personas que quieren hacerme daño y si te ven conmigo no dudarán hacerte daño- sabía que tener una relación con el Rey de los carriles sería difícil así que no me molestaría con el- y aparte tendremos guardaespaldas

-No creo que eso pase desapercibido- digo mirándolo

-Amor entiende qué hay que estar prevenidos ante todo y ellos nos cuidarán las espaldas, ni notarás que están- dice él tomándome de mis mejillas

-Espera dijiste "Ellos", ¿son varios?

-Son solamente 4- dice el

-Pero me prometes que esta salida solo será para los dos- digo yo

-Lo prometo- dice el para darme un beso corto pero cariñoso

-Okay- digo devolviéndole el beso

Salimos del bar junto a 4 hombres grandes y fuertes, y las capas nos cubrían de cabeza a pies, tomaba la mano de Silco con cariño y él no la soltaba

Llegamos a un puesto de comida y nos sentamos

-Hola, nos puede dar 6 órdenes de ese pescado que tienes ahí- digo a un hombre que se encontraba cocinando

-Solo somos dos- dice Silco

-No, recuerda dos más cuatro de tus hombres- digo yo con mis dedos

Al voltear a ver a los hombres de Silco se veían sorprendidos, creo que nunca les habían invitado una comida

Nuestra historia (Silco y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora