Capitulo 31

322 36 1
                                    



Capítulo 31

Últimamente era el ojo de atención de todo el mundo, trataba de pasar desapercibida pero no lo conseguía, con hombres como guardaespaldas y una imagen buena parecía que era alguien con dinero y los ojos de la gente se posaban en mi

De ser una chica invisible a ser el centro de atención y murmullo de las personas, llegamos al lugar y toque la puerta, asiendo que un hombre revisara de quien se trataba, supongo que al ver a los hombres de Silco rápidamente su expresión facial cambió, de una seria a una de sorpresa y de susto

El hombre nos abrió y nos preguntó amablemente

-¿En que los puedo ayudar?- dice el hombre

-Tú en nada, necesitamos hablar con tu jefa - dice uno de los hombres apartándolo del camino y empezamos a caminar

-No iban a venir la siguiente semana- dice el caminando atrás de nosotros

-No- responde otro de los guardaespaldas cortante

-Escucha no nos tardaremos así que no te preocupes, ya te puedes ir- digo yo mirando al hombre que se veía aterrado

El hombre se fue con paso apresurado a su lugar y nosotros nos dirigíamos al despacho de la mujer ha cargo

Por lo que se, el Prostíbulo le debe mucho dinero a Silco, alguno de los trabajadores de allí consumen brillo y pues las deudas son demasiadas, aparte casi todas las propiedades de Zaun le pertenecen a Silco y una de ellas es el prostíbulo, entonces tienen que darle una suma de dinero a Silco para que no los saque de allí

-¿Los puedo ayudar?- pregunta una señora aún sin voltear a vernos

-El dinero- dice uno de los hombres con una voz dura

-Cuántas veces les tengo que decir que yo solo hablo con el hombre a cargo- dice ella mirando a los hombres seria

-Aquí no hay un hombre a cargo, hablemos ahora- digo saliendo del en medio de los hombres y sentándome enfrente del escritorio

La mujer se me queda viendo sorprendida pero con un semblante serio

-Los rumores son ciertos al parecer- dice ella mirándome fijamente

-El dinero- dice uno de los hombres que s encontraba atrás de mi

-Ya ni Silco tiene tantos guardaespaldas- dice ella con una risilla

Veo de reojo como uno de los hombres se acerca peligrosamente al lugar pero lo paro posando mi mano enfrente de él sin mirarlo y aún manteniendo contacto visual con la mujer

-Yo lo arregló, vayan a divertirse,- digo dando la orden y puedo sentir como los hombres se van de ahí

-Veo que los rumores que corren por Zaun son ciertos, Silco tiene un amorío- dice ella- ¿Son ciertos esos rumores?- dice ella

Solo le doy una sonrisa ladina y me paro de mi asiento- tu no me conoces y yo a ti tampoco, no soy igual a los hombres que an venido aquí a perdiste el dinero que nos debes, yo vengo a tratar de llegar un acuerdo, vengo en sol de paz y no me debes ver como una enemiga, estamos del mismo lado-digo yo viendo las máscaras que tenía detrás suyo

-No estamos del mismo lado- dice ella

-Sabes el día de mañana sin problema Silco podría pedir que quemen este lugar, de una u otra manera ganamos, no nos pagas te embargan el lugar y utilizamos esta zona para algo mejor o nos das el dinero que nos debes y te dejamos de molestar- digo yo y veo como la mujer empieza a pensar seriamente

-Sabes para ti es fácil decirlo- dice ella

-O claro que no, desde niña supe lo que era ganarse su propio pan, mis padres murieron y tuve que vivir en las calles aprendiendo a sobrevivir, la gente si que sabe criticar fácilmente- digo yo sirviéndome un trago

-Este lugar es lo que tengo, y el poco dinero que tengo se lo doy a los trabajadores- dice ella

-En eso no te puedo ayudar,- digo sentándome nuevamente en donde estaba - pero en lo que si, es que ahora mismo me puedes dar la mitad del dinero que debes y la siguiente vez yo misma mandaré a alguien a que recoja la otra mitad, le dire a Silco que sus hombres ya no molesten, con la condición de que cumplas en trato de pagar las cosas a tiempo- digo yo

-Sabes eres igual a él- dice ella mirándome- pero algo que tú tienes es que tú si piensas las cosas y tratas de llegar a un acuerdo

-Entonces ¿Trato?- digo yo alzando mi mano para estrecharla

-Trató- dice ella estrechando mi mano -
Me das mucha confianza- dice sacando una bolsa llena de dinero

Tomó la bolsa y la amarró a mi cinturón

-A la siguiente vendré por el resto del dinero - digo yo parándome y dándole una leve sonrisa

De repente siento como me giran bruscamente con un agarre en el hombro, volteo a la defensiva con una mirada de muerte y seria a la vez, pero relajada

-¿Como te atreves a venir aquí escoria y a amenazar a esta señora?- dice una chica con una mirada molesta y un tono de igual manera molesto

Era una chica con cabello rosa, chaqueta roja, una camisa simple, un tatuaje en el cuello, un piercing en la nariz, y unas manos vendadas
———————————————————————-

Ojito 👀

Nuestra historia (Silco y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora