Blue & grey -Yoloriana

capitulo 7

Capítulo 7. ¿Puedes verme?, por que estoy
De color azul y gris

Era la tarde de el día siguiente, las 5:50pm. El sol se empezaba a ocultar en el cielo, la luz gris de mis ojos se estaba apagando. Me levante de mi camilla y di un suspiró el aire se estaba yendo de mis pulmones como todos los dias que me despertaba, para mi ya era normal que eso pasará, así que solo me puse en inhalador y me puse mi ropa para salir de mi habitación.

Recorrí a paso lento por todo el hospital. Queria llegar donde se encontraban los bebés, queria verlos. Son unas cositas muy lindas, ver a una vida nacer me da mucho sentimiento. Alguien vive mientras que otro muere.

Cuando llegué al área solo me puse contra en cristal que estaba protegiendo a los bebés de la incubadora, todos se veian muy lindos. Con una piel lisa que desde los lejos se ve suave y sus ojos cerrados contra la luz de la area.

— ¿Tienes nuevos bebés? — Le pregunte a la enfermera míentras pasaba mis dedos rozando con el cristal

— Si, hoy en la madrugada nació uno, esta en la incubadora por qué tiene frío — Me respondió la enfermera sonriendo supervisando a los bebés

— Son muy lindos — Sonreí viéndolos a detalle, mis ojos solo dejaban ver en ellos el color gris en sus pieles. Fueran lo que fueran son una ternura

— Tengo que bajar a comer ¿Les puedes echar un ojo? — Me pregunto y sólo asenti con mi cabeza, la enfermera bajo y yo solo pose mis brazos en el barandal

Podría pasar horas observando cada detalle de todos los bebés, todos muy tiernos con dormidos cómodamente en sus incubadoras. Lo unico que más anhelaba era cargar alguno de ellos.

Pude escuchar pasos atrás de mi espalda, me di la vuelta y pude ver a la chica de ayer con una sonrisa baja, con una chamarra negra que cubria todo su torso y una parte de sus rodillas.

— Hola, ¿Que haces aquí? — Le pregunte viendola a detalle con cada movimiento que hacía

— Te busque en tu habitacion, pero me dí cuenta que no estabas y pensé que estabas aquí — Sonrió hablándome recargandose a lado mío pero ahora a unos metros a distancia

— ¿Que necesitas? — Le pregunte nuevamente con curiosidad

— Pues nada, sólo quería hablar contigo. Últimamente me he sentido sola y tu eres la única persona con la que me hablo aquí — Me respondió sonriendo con levedad dejando un suspiro de su boca abrumador

— Bueno de lo que quieras hablar yo estoy dispuesto a escucharte — Le dije haciendo que sonriera al solo escuchar mis palabras salientes de mi boca

— Pero tu dime, ¿Por que estas aquí? — Me pregunto la chica con curiosidad en sus movimientos al igual que en tono de su voz

— Me gustan ver los bebés, me encantan mucho — Sonreí para ver a mi enfrente donde todos los bebés estaban dormidos con tranquilidad

— Bueno si son lindos, pero personalmente no me gustan mucho — Dijo viendo también a su enfrenté dirigiéndo su mirada hacia los bebés

— Son muy lindos, pero por el color gris de mis ojos hago que se vean tristes. Como con soledad — Dije suspirando bajando mi mirada hacia el suelo de rayas

— No están con soledad, ellos tienen familia, algún día sus familias vendrán por ellos — Dijo viendo con detenimiento a cada bebé — Todos ellos tienen apellidos, así que ya están para irse con sus respectivas familias —

— Si, ojalá que así sea quiero que ellos tengan una familia y sean felices — Dije suspirando mientras me dejaba de recargar en el barandal

— ¿Por que te gustan los bebés? — Me pregunto viendome a detalle, su mirada pesada en mi solo me hacía bajar mi mirada con la suya

— Me gustaría tener uno, pero por mi corazón siento qué nunca lo tendré, así que no puedo hacer nada más que ver como nacen y solo soñar con tener uno — Dije solo sonriendo tristemente dejando un suspiró en mi boca

— Algún día vendrá un donador y podrás tener una familia, solo confia en ti — Me Sonrió con confianza haciendo qué yo me sintiera mejor y dejando ir el remordimiento en mi

— Eso esperó que pase Algún día, por ahora solo es una fantasía que probablemente no se haga realidad — Sonreí viendo hacia el techo grisoso — Pero no te preocupes yo sabía que esto iba a pasar así que no importa — Dije mientras me iba a las escaleras

— ¿No te da miedo la muerte? — Pregunto con curiosidad mientras bajaba a mi par

— No, ¿Por que me tendría que dar miedo?, al fin y al cabo a todos no va a pasar, seria absurdo tenerle miedo a algo que al fin y al cabo nos va a pasar — Dije sonriendo

— A mi no me da miedo la muerte, me da miedo saber que hay detrás de ella. Nadie regresa y nadie puede contar solo es algo que tendremos que experimentar alguna vez — Me dijo con una sonrisa intranquila — Si fuera por mi créeme que ya lo hubiese experimentado —

— ¿Tienes alguna razón para seguir viviendo? — Le pregunte viéndola con curiosidad al querer oír su respuesta

— Mmm no realmente, solo estoy aqui por mi padres. Créeme que por mi ya me estaría lanzando de paracaídas o estuviera recorriendo el mundo, pero mis padres aún tiene la esperanza de que me sane. Ja, ilusos, eso jamás pasará y ellos lo saben. Solo que no quieren aceptarlo, me da risa cuando se ponen de rodillas y le rezan a un dios por mi salud — Cuando me dijo eso mi piel se puso de punta, la manera en la que ella pensaba era una manera mas fría de la mía pero me sorprendia ver como ella veía su vida, muy diferente a la mía

Sólo sonreí al verla y toque con las puntas de mi dedos sus hombros.

— ¿Te puedo hacer una pregunta? — Le pregunte suspirando viéndola fijamente

— Claro dime — Me pregunto viéndome con confusión con sus ojos

— ¿Puedes verme? por que en mi solo hay tristeza y soledad — Pregunte con lagrimas pocos notorios en mis ojos

— Claro que puedo verte, tu tristeza y soledad es notoria pero aun asi ciento todo lo que traes dentro tuyo, te entiendo perfectamente. Así que si puedo verte por que somos dos persona iguales, con los mimos pensamientos y también algunas razones por las cuales estamos aquí — Me dijo haciendo que en mi garganta se hiciera un nudo, mis ganas de llorar incrementaban aún mucho más pequeñas lagrimas transparentes salieron de mis ojos recorriendo de mis ojos a mis mejillas

— Me entiendes mejor que cada persona que he conocido, siento que eres alguien que siempre esperé estando aquí en este lugar encerrado — Queria abrazarla pero no podía así que solo agarre mi brazo y suspiré levemente

— Eres una persona grandiosa, claro que te entiendo, me caes bien asi que yo te ayudare en todo lo que necesites ¿Por que somos amigos no? — Me sonrío tocando mi hombro — Tengo que tomar unos medicamentos, nos vemos luego grisecito — Dijo para después solo irse a su habitación

Cuando me dijo grisecito hizo que mis mejillas se sonrojaran, no había sentido eso desde hace tiempo, me sentía especial al solo oír su voz diciéndome un apodo como el suyo, me hizo sonreír con pureza después de muchas semanas.