Un amor de infancia.

Capítulo 8

"Regreso"

Vale que no hubiera esperado eso, que su padre le dijera eso era Woow, había llegado a pensar que nunca jamás lo volvería a ver o escucharía de él. Sabía que su madre había seguido en contacto con su amiga, pero ellos nunca hablaron, ni llamadas ni cartas y ¿Por qué? Bueno tenía una explicación, se había sentido tan mal que solo pensar que se pasaría la vida mandando cartas le hizo querer dejar en lo más profundo de sus recuerdos a Derek para evitar sufrir. Así que no supieron nada del otro. O bueno, él no quiso saber nada de Derek.

Hasta su hermano se había quedado sin palabras ante tal noticia.

¿Estaba nervioso? ¡Pues claro que sí!

Cuando entro a la escuela no pudo evitar mirar detenidamente a cada uno que pasaba a su lado. Examinando cada cara con detenimiento por si se lo cruzaba.

¿Sería alto? ¿Tendría su cabello largo? ¿Algún tatuaje? ¿Su aroma sería una droga? ¿Seguiría teniendo esos ojos tan lindos de pequeño?

Nunca se había olvidado de él, hasta sonaba tonto, pero la pulsera que se colocaron cuando eran pequeños aún la tenía puesta. Por suerte el lazo era largo y pudo ajustarla conforme pasaron los años a su tamaño.

"¡Hey!" Dió un pequeño brinco al ser sorprendido por el grito animado de su amigo "Tranquilo, no te vaya a dar un infarto"

"Pues entonces habla normal" le recriminó.

"Perdón su realeza" Stiles bufó golpeando su hombro "Bueno ya, ¿Cómo te fue con tu hermano?"

"Bien, no paso nada"

Isaac asintió "En serio pensé que le daría una paliza a Marco como a los otros que no tuvieron la suerte de que estuvieras de mejores ánimos" sonrió divertido.

"¿Tengo que no estar animado cuando te tenga en su mira?"

"Nop, para nada. Debes estar siempre de ánimos a mi lado" giraron a la izquierda para ir directo a sus clases.

"Trataré de hacerlo" jugo con él en el camino hasta su salón.

Ingresaron al salón y solo bastó que pusiera un pie dentro para que la mirada de ese chico se encontrará con la suya. Scott estaba sentado con él en frente.

"Ay dios" murmuró.

"Stiles" llamo con una sonrisa deslumbrante.

"¿Acaso estoy viendo mal?" Isaac se sacó de sus casillas al verlo.

"No, estás viendo perfectamente amigo" sonrió grande y no pudo evitarlo "¡DEREK!" grito emocionado. No tomo en cuenta a sus compañeros de clase y corrió hasta donde estaba el moreno para brincar y abrazarlo como koala, con brazos y piernas. Derek lo sujeto contra él sin dejar de sonreír "No puedo creerlo, de verdad estás aquí" murmuró en su cuello.

"Claro que regresaría" dijo sobre su cuello.

Pasaron los minutos y Stiles al sentir las miradas de todos sobre ellos se soltó para aclararse la garganta "Me da gusto que estés aquí"

"A mí también"

Se miraron entre ellos. Derek era diferente a cuando era un niño, había dado tremendo estirón, su cuerpo estaba musculoso y sus cejas quedaban tan bien con su rostro. Sus ojos, sus ojos seguían siendo como antes, pero ahora se notaba mucho el verde más que los otros dos.

Y Stiles, vaya. No pensó que se pondría tan hermoso con solo ocho años que pasaron. Si de por si cuando era pequeño era muy hermoso, ahora era el triple o mucho más.

"Amigo, pensé que nunca sabríamos de ti otra vez" Isaac se acercó a darle un corto abrazo.

"Si bueno, mi padre luego de mucho decidió que regresábamos. Aunque si él no lo hubiera propuesto hubiera regresado este mismo año sin falta." Aseguro regresando su mirada al castaño que lo miraba con una sonrisa.

"Es increíble que estés aquí" dijo feliz.

Scott y Isaac intercambiaron una mirada, sus miradas comprometían cosas y eso los sorprendía. Aunque más se notaba en la mirada verde.

"Pero si mira quién está aquí, un fantasma." Jackson mostró su cara de poker como siempre.

"No puedo creer que seas tu Derek" Lydia alardeo mirándolo de arriba abajo "¿Cómo conseguiste ese magnífico cuerpo?" Se llevó su mano a su cintura sin dejar de verlo.

"Ejercicio" contestó con media sonrisa.

Nunca admitiría que había empezado a hacer ejercicio desde los 10 para conseguir ese cuerpo y poder tener la atención de Stiles de una manera más íntima. Eso lo pondría en absoluta vergüenza. Ya tenía con su hermana Laura molestando cada dos por tres.

"Pues vaya ejercicios que hiciste Derek" le pico el castaño juguetón "¿Acaso estás tratando de tener un ganado de Omegas detrás de ti? Solo espero que no seas como los otros estúpidos" se cruzó de brazos.

Derek hizo una mueca. Al único Omega que quería detrás de él era justamente a él. Pero parecía no darse cuenta del significado.

"No estoy interesado en eso por ahora" se limito a responder. Iba a seguir hablando cuando abrieron la puerta, un chico con cabello café claro se acercaba a una bola de chicos.

"Ahí está por el que te mueres Stiles" Erika apareció abrazándolo por encima de sus hombros. Stiles bajo la mirada con un rubor.

Eso no paso desapercibido para Derek, ni lo que había dicho la rubia. Levantó la cabeza con el ceño fruncido y observó al chico que volteo al escuchar a uno de sus amigos, le guiño al castaño provocando que este se girara en redondo.

"Iré a tomar asiento" se soltó del brazo de Erika y tomó asiento dos sillas detrás de ellos.

"¿Le gusta ese imbécil?" Los chicos lo voltearon a ver sorprendidos ante la pregunta y el insulto.

"Vaya, nunca creí que te escucharía decir esa grosería Derek. Y si, le gusta ese sin cerebro, no le veo nada bueno, pero son los gustos de Stiles." Respondió rodando los ojos.

Ese alfa era un mujeriego, siempre cambiaba de pareja cuando conseguía lo que quería. Habían tratado de hablar con su amigo, pero este solo respondía con que no se acercaría a él, solo lo miraba a lo lejos.

"Muy bien chicos, tomen asiento por favor" pidió el maestro entrando con su maletín colgado del hombro "¿Alguien me quiere decir dónde nos quedamos la última vez?"

Un chico de hasta atrás levantó la mano y le contesto la pregunta al maestro. Derek volteaba cada dos minutos a Stiles que miraba fuera de la ventana perdidamente.

¿Qué era lo que estaba pensando?

Se perdió toda la clase el ver cada gesto y suspiro del castaño, su cabello de honguito había desaparecido por uno más corto y peinado perfectamente. No iba a negar que se miraba hermoso así, pero cuando tenía su peinado de honguito se veía super tierno.