'Guardian‚ |' Camilo Madrigal

SAN VALENTÍN!!♡

- ¿Están listos? - dijo su tía, la guardiana del tío Bruno, la cual su don era ver el hilo rojo y así lo iba a hacer pero con Dolores y Mariano, se había hecho una tradición que las parejas comprometidas vayan con la tia Martina a ver si eran almas gemelas. Todos estábamos en la habitación de Toñito para hacer el ritual, Dolores y Mariano se vieron a los ojos y después de darse un pico asintieron.

Y derrepente los pétalos de rosas que estaban alrededor de los tres empezaron a levitar y empezaron a rodear el dedo meñique de Dolores, para después volar hasta el dedo meñique de su comprometido. Para después rodear a la pareja, todos al ver el veredicto empezaron a aplaudir y Camilo el cual estaba al lado mío me abrazo por la cintura y ví como mi hermana la cual era la guardiana de Dolores le caían las lágrimas mientras la mamá de Mariano la consolaba.

- Dolores Madrigal y Mariano Guzmán, son almas gemelas ¡FELICIDADES A LOS ESPOSOS! - Grito mi tía Martina y empezaron los gritos pero a la pareja no parecía importarle, por qué al parecer los ojos del otro era más interesante y después del anuncio las rosas bajaron para convertirse en una rosa que parecía de ¿Vidrio? - Está rosa es símbolo de su amor, para que crezca ustedes tienen que amarse y respetarse, siempre estando para el otro, sus almas le agradecen que por fin se hayan encontrado - Dijo mi tía para darle la rosa de vidrio a Dolores - FOTO - Grito un señor del pueblo y los dos felices esposo posaron con su rosa en mano.

- ¡AHORA EMILIA Y ALEXI! - Grito alguien del pueblo, y todos rieron menos Camilo el cual tenía el celo fruncido y apretó más fuerte mi cintura - NO DIGAS TONTERÍAS, MEJOR CAMILO Y EMILIA - Dijo uno de los amigos de Camilo y todos gritaron, la vergüenza me consumió y escondí mi en el pecho de Camilo y escuché su risa nerviosa
- VAMOS CAMILO - Grito ahora alguien y subí mi cara para ver a Camilo el cual estaba rojo de la vergüenza solté una risa y lo abrace para que escondiera su cara en mi cuello, y los gritos empezaron y solo soltaba risas nerviosas
- ¿Vayamos a comer? - le pregunté en su oído, mientras todos empezaban a felicitar a Dolores y Mariano. Y ví como asintió asíque lo tome de la mano y con cuidado salimos del cuarto para ir
a la cocina.

- Deberíamos ver si somos almas gemelas - Dijo Camilo derrepente mientras yo servía las arepas en un plato - Camilo yo nací para ti, obvio somos almas gemelas - Dije para llevarle las arepas y el tomaba algunas - Pero para estar seguros y después nos casamos - Dijo con mucha obviedad, y yo estalle a reír - No te rías - Dijo serio - ¿No te quieres casar conmigo? - Dijo mientras yo seguía riendo.

- Si estás solo hasta tus 21 me veré obligada a casar contigo - Dije mientras tomaba una arepa - Yo quiero que te cases conmigo porque me quieres - Dijo mientras me miraba
- Pero si sabes que yo te quiero Camilito Bonito - Dije mientras ordenaba su pelo
— ¿Cómo amigo? — Dijo mientras se ponía en mi cuello — Cómo mi alma gemela Camilo — Dije mientras le daba un beso en la mejilla y el me abraza más fuerte. Su alivio hizo que yo sintiera mariposas en mi estómago.

Estaban a tres días de San Valentín y la tía de Emilia, Martina estaba muy estresada con las decoraciones del pueblo ya que ese día era su día, hacia todo el día rituales para después en la noche el pueblo festeje el amor que hay en el mismo, pero el único estresado no era la tía Martina ahora el chico de rulos el cual estaba tratando de pedirle algún consejo a su coqueto padre, ya que el y Emilia tenían una tradición cada año ellos eran su San Valentín pero este año se sentía diferente, el quería darle algo a la chica de pelo liso negro y con ojos rasgados el sentía esa necesidad de impresionar a su chica, pero el era nuevo descubriendo sus sentimientos
así que tenía que pedir ayuda.

— Te aseguro Camilo que cualquier cosa que le dez a Emilia, le va a gustar — dijo su padre mientras caminaban por el pueblo — Pero le va a gustar por obligación, yo quiero darle algo que enverdad ella lo vea y diga, WOW CAMILO MADRIGAL, eres tan sorprendente, no se que haría sin ti — dije imitando el tono de la chica mientras se transformaba en ella.