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Lauren vio por primera vez a Camila cuando tenía tan solo cinco años.

Un día apareció una niña nueva en su clase, ella la había observado mientras la profesora la presentaba, parecía muy nerviosa. Karla, Lauren arrugó la nariz, aquel nombre no encajaba con aquella cara.

Lauren estaba observando atentamente aquella persona nueva y no se dio cuenta de que la profesora la estaba llamando.

"Lauren ¿Me escuchas?"

La niña finalmente salió de su trance y miró a su profesora.

"Oh, si, perdón"

La señorita Ramos le sonrió y volvió a repetir lo que acababa de decir.

"Karla viene de Cuba, aún está aprendiendo inglés ¿Crees que podrías ayudarla mientras se adapta?"

"Claro" Dijo Lauren con una sonrisa.

No tenía ni idea de que su vida había cambiado para siempre ese día.

Pero había otro día que recordaba intensamente, un día que de nuevo cambiaría su vida para siempre. El día que Camila desapareció estaría grabado en la mente de Lauren hasta el día que se muera. Recordaba incluso lo que había desayunado, la canción que había sonado en la radio mientras se dirigía a sus clases en la universidad. Se había obligado a memorizar cada segundo, por si había algo que podía ayudarla a encontrar a Camila, pero en realidad usaba aquel recuerdo para torturarse pensando en que podía haber hecho de forma diferente.

El día que Camila desapareció Lauren había pasado la tarde con ella. Estaban empezando su segundo año de universidad, Camila estudiaba Literatura y ella Diseño Gráfico. Las dos se habían quedado en casa de sus padres para ahorrar durante el primer año, pero ahora estaban planeando encontrar un apartamento juntas cerca del campus. Habían quedado en una cafetería y las dos miraban el ordenador de Camila mientras la joven le enseñaba distintos apartamentos en la pantalla.

Lauren apoyó el codo en la mesa y después apoyó su cabeza sobre su mano observando a Camila mientras miraba la pantalla concentrada, no pudo evitar sonreir.

"¿Por qué me miras así?" Dijo Camila cuando sintió la mirada de Lauren sobre su perfil.

Lauren se encogió de hombros y siguió mirándola, hoy estaba especialmente guapa, o eso le parecía a Lauren.

"Lo" Dijo Camila suspirando "Deja de mirarme y mira la pantalla ¿Qué te parece este?"

Lauren apartó la mirada de su cara y miró el ordenador "Me gusta"

"Lauren, tienes que darme algo más, todos te gustan"

"El que quieras Camz, me vale cualquiera" Dijo Lauren sonriendo.

Camila puso los ojos en blanco y apuntó otro número de teléfono en un papel para preguntar si el apartamento seguía disponible.

Lauren tenía sentimientos encontrados, pensar en compartir piso con Camila la hacía feliz, pero también sabía que sería tortuoso. La joven latina era su mejor amiga, pero hacía muchos años que Lauren había aceptado que estaba perdidamente enamorada de ella, y también había aceptado que era un amor no correspondido.

Cuando por fin aceptó sus sentimientos Lauren supo que tenía dos opciones, alejarse de Camila, o quedarse a su lado y ser la amiga que necesitaba. Eligió la segunda, y estaba contenta con su decisión, porque tener un poquito de Camila era mejor que no tener nada de ella.

Después de llamar a tres inmobiliarias y concertar citas para visitar los apartamentos las jóvenes salieron de la cafetería y se dirigieron a sus coches.

Te encontré [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora