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Cuando Lauren escuchó la puerta de la entrada abrirse sonrió. Pero cuando no escuchó la voz de Camila se preocupó un poco. Su novia siempre anunciaba su presencia cuando llegaba a casa. 

Trató de escuchar algún sonido, pero el apartamento estaba en completo silencio. Lauren se levantó de la cama y caminó hacia la mesa de noche y levantó la lámpara que había allí ya que era lo único que tenía cerca para defenderse. La puerta del dormitorio se abrió de golpe y un hombre saltó sobre ella haciéndola gritar. Entonces vio su cara, era Ryan. Por favor, que Camila no vuelva aún a casa, pensó y trató de apartarlo, la lámpara cayó al suelo el hombre la inmovilizó contra la cama tapando su boca con una de sus manos.

"Vaya, vaya, así que tú eres la putita de Camila" Dijo el hombre con una sonrisa aterradora "Sabe escoger bien"

Lauren se removía debajo de su cuerpo intentando liberarse, pero no podía hacerlo, él era mucho más fuerte. Ryan tenía un trozo de cinta aislante pegado en la chaqueta, lo había pensado todo. Lo despegó y lo colocó sobre su boca, después ató sus manos, Lauren luchó durante cada segundo.

"Así que tenemos una luchadora" Dijo el hombre atando sus manos con dificultad "Camila no puso tanta resistencia cuando la cogieron en el parque, casi que se dejó llevar, en el fondo lo estaba deseando"

Lauren sabía que no había sido así, Camila había luchado con todo su ser cuando la asaltaron, pero escucharlo hablar de ella le produjo mucha rabia. Aquel hombre la había tocado, le había hecho daño, y Lauren quería matarlo. Siguió luchando contra el pegando patadas al aire y girando la cabeza sin parar.

"No, no, no" Dijo el hombre "No lo entiendes, cuanto más tarde en atarte, más tardaré en salir de aquí, y cuanto más tarde en salir de aquí, más probabilidades de que Camilita vuelva a casa"

Lauren se quedó congelada ante sus palabras.

"Eso es, si quieres proteger a la zorra de Camila, será mejor que no te resistas"

Lágrimas de rabia corrieron por las mejillas de Lauren, pero no lo pudo evitar y siguió tratando de librarse de su agarre, debatiéndose de si era lo correcto, o si debía dejarse llevar para proteger a Camila. El hombre le ató las piernas y siguió hablando.

"Sabes, cuando escapé quería matar a Camila, porque le he dado mucho a esa zorra a lo largo de los años... comida, un techo donde resguardarse, una cama donde dormir... y la muy puta va y declara en mi contra, no solo eso, todo se fue a la mierda por su culpa, bueno, por tu culpa, porque no podías quedarte en Miami, tenías que venir a buscarla" Dijo mientras apretaba el nudo en sus piernas "Entonces pensé en como mataros a las dos, pero he decidido que te voy a matar solo a ti"

Lauren se estremeció, pero también sintió alivio, no venía a por Camila, venía a por ella.

"Te voy a matar a ti, por joderme el negocio" Dijo con tranquilidad "Y de paso le joderé la vida a Camila, creo que es mejor dejarla vivir, para que se pase el resto de su vida buscándote, ya sabes, como hiciste tú, solo que no te encontrará, porque te voy a matar"

Lauren lloraba ahora desconsoladamente, ante la idea de morir, pero también ante la idea de que Camila y su familia no encontrasen nunca su cuerpo, porque ella había vivido así cuatro años y sabía que Camila no se rendiría, nunca dejaría de buscarla.

Lauren volvió a resistirse con más fuerza, pero era inútil, no podía deshacerse de los nudos.

El hombre se levantó de la cama y sacó una jeringuilla de su bolsillo.

"Esperaba no tener que hacer esto, pero no sabes estar quieta" Dijo el hombre llenando la jeringuilla con un líquido transparente.

"Te entiendo ¿Sabes? Ese coño vale la pena" Dijo refiriéndose a Camila "Siempre fue mi favorita, por eso no la marqué mucho, para que no perdiese valor"

Te encontré [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora