Imaginar lo es todo...
Esta historia es una serie de capítulos con diferentes personajes conocidos version anime. Fandoms de todo tipo.
Dejó las puertas abiertas del paraíso, tu decides si quieres entrar o seguir de largo...
QUEDA PROHIBIDA LA REPR...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ANIME: Kuroko no Basket. PERSONAJE:Seijūrō Akashi. CATEGORÍA:Mejores amigos. ADVERTENCIA: Ninguna.
Mai caminaba por el pasillo del instituto Rakuzan que conllevaba a la cancha de baloncesto techada. Consigo traía la hoja de los próximos rivales que deberían enfrentar, ese era su trabajo... bueno no el único.
A penas doblo a la derecha cerca de los vestidores, escucho como alguien se encontraba en la cancha. El ruido del rebote del balón se oía perfectamente.
Mai sintió cómo su estómago dio un vuelco, el simple hecho de imaginárselo practicando canastas envuelto en el sudor de su cuerpo le ponía la piel de gallina.
Y en cuanto llego hasta la puerta del gimnasio, Mai descubrió que las imágenes en su cabeza habían acertado.
Aquel chico de cabello rojizo o rosado, Mai todavía no encontraba una respuesta a esa pregunta, se encontraba haciendo rebotar el balón por toda la cancha.
Mai se detuvo unos segundos antes de entrar, no quería interrumpir su práctica... aunque la verdad es que solo quería verlo encestar por un rato.
De brazos cruzados con aquella información contra su pecho, se apoyó contra la puerta y lo observó todo el tiempo que pudo.
Akashi estaba probando unos nuevos movimientos que iluminaron el rostro de Mai. Había estado practicando tanto que el sudor empapaba el cabello en su frente, el chico supo entonces que ya era hora de un corte.
Mientras limpiaba su frente con su antebrazo, se volteó sobre sus tobillos y entonces se encontró con ella.
La heterocromia de sus ojos la vieron de pies a cabeza. Mai había llamado su atención en el momento en que la conoció en la secundaria, no sólo por su llamativa apariencia, sino por su extraña y atrayente forma de ser.
Mai tenía una inteligencia que siquiera Akashi era capaz de entender del todo, ella les había sido tan útil a la generación de milagros que si siguieran juntos quizá, sólo quizá, serían realmente invencibles ante cualquier equipo, no importaba que talentosos sean, que tan altos, fuertes o tramposos, ellos ganarían cada uno de esos partidos y no solo por sus habilidades sino por las estrategias que Mai creaba en su cabeza.
En cuanto él cruzó miradas con ella, Mai se puso tan pálida como el color blanco de su cabello. No importaba cuán bien lo conociera, cada vez que él la miraba, Mai se ponía tan nerviosa como la primera vez que lo conoció.
—¿Cuánto llevas ahí? —Akashi camino hacia ella y Mai sintió cómo si un gigante fuese a aplastarla en cuanto llegase.
Mai despegó sus labios y estos quisieron decir algo, pero nada salió de ellos. Él con una simple mirada le había robado el aliento.
