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Pov Cedric

No es que fuera algo de que preocuparse o alarmarse.

Pero no podía siquiera dormir al pensar en mi cita con ella.

Claro,me armé de valor para confesarme pero sólo fue un día en el que tuve confianza.Ahora ya no me sentía así.

Siempre me pasaba,un día en el que me sentía seguro de mi mismo y luego volvía a ser yo.

El Cedric inseguro que sólo quería complacer a los demás.

La cosa era,qué ni el torneo me llegaba a poner tan nervioso.Y faltaban tres semanas para la primer prueba,pero no me importaba en lo absoluto,no era nada comparado con la oportunidad de salir con Maddison Dursley.

Entonces,la semana fue normal.Paseos tomados de la mano por la orilla del lago negro,miradas en las clases y la cena,charla normales en la que me contaba de ella y de su familia.Los detestaba,me refiero a que yo los detestaba.

¿Cómo alguien podría no querer a Maddie? si ella era un encanto.

-Ellos ya quisieran ser como tú.-Dije cuándo había terminado de contarme cómo su padre la despreciaba por ser una maga.

Estábamos sentados en una de las alfombras de la biblioteca,con pergaminos y libros esparcidos por la mesita en dónde estudiabamos,ella con la mirada perdida en un libro y yo con la mirada perdida en ella.Uno al lado del otro.

Me sorprendió que a pesar de que le había demostrado estar obsesionado no haya huido,Anthony me aseguró que era porque yo le gustaba también.

Creo que era diferente.

Porque si,ella me quería pero yo la amaba.

Y entendía que no podía forzar aquello,que ella debía de quererme poco a poco,tenía que enamorarse de mí.Y luego sólo me quedaba mantener ese sentimiento por el resto de nuestras vidas,procurarme que Maddie no me deje de amar.

¿Loco? ¿Obsesionado? sisi,lo admito.Pero que más da,si ella lo aceptaba.

Bajo la luz de las lámparas anaranjadas,yo la observaba.Mi mano sobre su mano,mis ojos sobre sus labios,todo era..perfecto.Porque estabamos juntos.

Y ella pensaba,pensaba demasiado y todo era silencio pero no me importaba porque amaba eso.El silencio,un silencio que era tranquilo,te hacia sólo querer estar ahí y relajarte.

Pero ella siempre tenía algo que decir,y como era de esperarse,también amaba eso.

-¿Qué harás luego de terminar la escuela?.-Me preguntó,y al fin me miró.

-Bueno..tengo pensado ser medimago,ayudar a las personas.-Respondí algo dudoso,tenía miedo de que se ría de mí o algo así.

Maddie sonrió,y yo también,porque ella lo hizo.

-Yo quiero ser aurora ¿Qué te parece?.

-Hum..

Ser auror significaba PELIGRO.

Es decir,cuándo nos casemos y vivamos juntos.Yo estaría en la casa,cuidando a nuestros hijos preocupado de que algo le pasara.Viviría así hasta que decida jubilarse pero para eso tendría que esperar muchísimos años.

Pero no quería pensar sólo en mí,por más de que me parezca peligroso,si a ella le gustaba esa idea pues a mí igual.

-Es algo peligroso...pero serías una excepcional aurora.

Pareció satisfecha con esa respuesta,y ahora había tomado una pluma y sacado tintas de su mochila.La vi resoplar,con sus mejillas infladas y sus ojos aburridos en el pergamino apoyado en la mesita.

Lo que no pudimos ser [Cedric Diggory]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora