Nuevo día lleva nuevo martirio en esa prisión que tantos llaman escuela e ignorancia que muchos llaman educación.
Sus amistades con lo mejor del día, creo que si no fuera por estas ella ya hubiera caído en algo de depresión y sin mí aquí no estoy segura si viviría mejor o peor.
Llegando a su casa ya se encuentra su madre; está sentada en su escritorio calificando a sus queridos "demonios" – Peores a los que yo conozco -.
- ¿Cómo te fue mamá? – Por un momento despega la mirada de los cuadernos.
- Hoy tuve a un grupo algo ruidoso y tengo que entregar estos cuadernos mañana – Se refirió a la montaña frente a ella – y ahorita tengo que regresar, así que tal vez bien – Todo lo dice con una sonrisa cansada en su rostro, "Que estúpida".
El día pasó completamente igual que otros; su hermana llegó a la casa, comieron viendo una película, se recogió la mesa y cada una se fue a trabajar en sus asuntos. Montones de trabajos para las tres sin dejarlas pasar más tiempo juntas de lo ya establecido por su acordada rutina.
La noche había caído y su padre llegó cansado y directo al cuarto – Tan pálido como un muerto -. Todas se pararon de sus sillas para tomar una pequeña merienda antes de dormir, luego se decían "buenas noches" y cada una se disponía a destender su cama y dormir.
- Buenas noches – Su hermana llegó y le besó la mejilla, luego se va; todas las luces se apagan y la puerta de su hermana Alejandra se cierra para seguir trabajando sin molestar a los demás por la luz.
Luego de que revisara la última página de internet se acomodó tapándose con todas las capas de cobijas que tenía. Solo esperaría hasta que su mente quedara por completo sumida en mi perfeccionado sueño y dejará atrás todo, justo cómo había predicho antes.
Luego de unas horas logre, al fin, sentir que la calma empezaba a gobernar su cuerpo y mente creo que ya es hora...
- ¿Hora de qué?...
No había mejor manera de representar mi felicidad que mi gran sonrisa que se extendía de lado a lado. Respire profundo para controlar mi carcajada antes de darme vuelta y responder la pregunta que ella por cierto conocía. Gire lentamente mi cuello infringiendo un terror que podía paralizar a cualquiera:
- A mi adorada casa – Hace mucho que no escuchaba voz que saliera de mi boca.
- Todo ha sido planeado por una servidora – Apunte a mi misma, ella sigue sin responder nada a mi improvisada presentación – No hay por qué alarmarse solo te llevaré con personas parecidas a ti.
- ¿Tú a que personas consideras que pertenezco? – Se enderezó en su cama sin dejar de mirarme directamente.
Su pregunta fue la respuesta que menos esperé. El silencio la sentenciaba, pero su respuesta le daba un giro completo a lo que pensaba sobre ella.
- Creo que tu sola responderás la pregunta – Con un tronar de dedos imaginé que todo marcharía como lo pensado.
- ¿Y eso para que? - Volteé mi cuerpo por completo.
No podía detectar ningún sentimiento de miedo proveniente de ella. Su mirada perforaba mi corazón buscando mis verdaderas intenciones.
Su mirada fría y preparada para cualquier movimiento que hiciera no coincidía con la chica callada y controlable que antes me había mostrado con sus pensamientos y acciones. Mi sonrisa se extendió hasta mis oídos luego de percatarme de lo que verdaderamente había encontrado.
- ¿Quién eres tú para estar libremente en mi cabeza? - Se había percatado de mi presencia antes de que yo me diera cuenta.
Ningún humano normal podría detectarme así de rápido. Estaba a punto de cometer uno de los errores más terribles de mi existencia.
- No has respondido mi pregunta - Sus ojos mostraban un brillo que le daría escalofríos a cualquiera que quisiera enfrentarla y sin necesidad de decir ni una sola palabra.
- Cómo te había dicho antes - No parpadeaba - Tú sola contestarás tus preguntas.
Dicho lo último la puerta se abrió dejando ver las terroríficas manos que se la llevarían. Los libros se cayeron, pero cuando se dio cuenta ya era tarde, su grito no haría más que excitarme al ser tomada por cada articulación por esos brazos que tanto odiamos todos la primera vez.
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mente de papel
De TodoDije que yo estaría a cargo ahora, así que si quieres leerlo lo harás; pero si no, no sé para que mierda me haces perder mi tiempo