O.23

3.4K 443 174
                                    

Decir que la molestia del día pasando se había esfumado gracias a las palabras de su novia sería una mentira, una fea, porque aún con los miles de consejos y de pláticas que tuvieron ese día, Ni-ki seguía enfrascado en aquello.

No sabía en qué era bueno, tampoco tenía nada que lo apacione tanto.

Y esto sólo empeoró en lo que resta del día, porque en la hora del almuerzo observó como el cuerpo delgado de su novia venía hacia su mesa, junto a una Dahyun sonriente.

— ¿Adivinen qué? — le preguntó a los siete chicos. Dahyun movió sus cejas igual de entusiasmada que la pelinegra.

— ¿Ya no te gusta Ni-ki? — Jungwon alzó una ceja y después escuchó a el nombrado atragantarse con su bebida.

— ¿Te huele la boca y no besaras a Ni-ki lo que resta de tu vida? — Sunoo preguntó, curioso. Yewoo negó acercando su mano y soltando un poco de aire de su boca y después olerno. Nop. No le apestaba la boca.

— ¿De dónde se sacan tremendas ideas? — Heeseung preguntó, mientras se cruzaba de brazos. — ¿De la cola?

Jay bufó.

— ¿Quieres saber exactamente qué es lo que me sale a mí de la cola?

— ¡Bien! — Ni-ki interrumpió interesante dato que Jay estaba a punto de darle a Heeseung y observó a su novia con una sonrisa. — ¿Qué es lo que nos vas a decir, cariño?

Yewoo se sonrojó por aquel mote, pero lo dejó pasar con una sonrisa en sus labios.

— Adivinen que...

— ¡A Yewoo le dieron una beca el siguiente semestre para irse a Nueva York para unirse al equipo de atletismo! — Dahyun gritó antes de que la chica diera el comunicado por ella misma, la misma castaña se tapó la boca al caer en cuenta que había dicho el secreto. Yewoo le dió un golpe en el hombro como respuesta y la sonrisa del japonés se fue de su rostro en ese mismo instante.

— ¿Qué? — El chico vió cómo sus amigos se acercaban a la chica mientras le abrazaban y le daban las felicitaciones por tales noticias.

Se imaginó un mundo en el que Yewoo se convertía en una persona importante, la reina del atletismo. Alabada por todos, su rostro en internet rompiendo reglas y ganando concursos, siempre una sonrisa en su rostro. Eso estaría bien, estaría genial si no fuera porque Ni-ki era un simple chico. Trabajando en un banco, con una vida miserable, con un sueldo miserable y un rostro poco recordable, enamorado de la super estrella del atletismo. ¿Cómo ella se fijaría en él? No, espera ¿A caso ella seguiría con él? Era una estupidez, ni el mismo estaría con él si llegara a ser un don nadie.

— ¿Ni-ki? — cuando volvió a la normalidad observó a su novia frente a él, con una sonrisa de felicidad en sus labios. Se veía realmente hermosas. Yewoo siempre se veía muy linda felíz. —¿Estás bien? Estabas perdido hace un rato.

— S-Sí...

Ella alzó sus manos, extendiendolas a modo de recibir un abrazo:

— ¿Y? — le miró esperanzada. — ¿No me vas a felicitar? — El japonés asintió aún perdido y se acercó al cuerpo de su novia para envolverla en un abrazo no tan seguro.

Pensar que en algún momento ella se iría de ahí y lo dejaría a él, le daba miedo.

Para la hora de salida Ni-ki había decidido abandonar al grupo, escondiéndose como una rata para que no lo cortan triste y con los ojos completamente rojos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Para la hora de salida Ni-ki había decidido abandonar al grupo, escondiéndose como una rata para que no lo cortan triste y con los ojos completamente rojos. Esperó a que todos se fueran para poder salir y sentarse en las escaleras de la entrada, esperando a que alguien venga a buscarlo.

— ¿Tú no estás bien, verdad? — La voz que menos quería escuchar le habló. Después de unos segundos sintió el cuerpo de la pelinegra sentarse a su lado, sintiendo su mirada en su perfil. — Sabes qué puedes ser completamente sincero conmigo.

Él solamente asintió sin mirarle, lo que confundió mucho a Yewoo.

— Tu sonrisa, se desvaneció al escuchar sobre la beca. — sonrió un tristeza decidiendo apartar la mirada de su novio, tal vez le estadía incomodando. — Lo siento.

— ¿Por qué lo sientes? — Por fin Ni-ki había hablado, esta vez con su voz un poco ahogada. — Esta es una oportunidad increíble para tí, es lo que te gusta y lo que quieres

Yewoo suspiró jugando con sus manos.

— El que debe de decir lo siento soy yo. — Fue el turno del japonés en ser miticamente ignorando por la chica al observar su perfil. — Lo siento, Yewoo, por no sentirme feliz de que seas felíz.

Ella soltó una risa nerviosa al no saber cómo sentirse. No podía tomar enserio lo que Ni-ki le estaba diciendo, es decir, su semblante era serio pero él nunca había Sido así, solamente cuando hacía bromas de muy muy mal gusto.

— ¿De qué hablas? ¿Estás loco? — se levantó de la escalera y se plantó frente a él, aún con nerviosismo. — ¿Qué es lo que pretendes decirme?

Y así lentamente el rostro oscuro del japonés se fue levantando hasta que, por fin, chocó su mirada con su novia, con la chica que quería en demasía y con la cual sería egoísta.

— Es verdad lo que digo.

Yewoo alzó su ceja.

— ¿Esto es por lo de la otra noche? — se comenzó a preocupar al no ver ni un rastro de burla en el chico. Esta sería su primera y tal vez única conversación sería, cómo iban las cosas no iba a terminar bien. El rubio guardó silencio retando con la mirada a la chica. — No te entiendo, no me dejas ayudarte. Te dije vamos a patinar, me dijiste que no; vamos a pintar, no, vamos a bailar, vamos a clases de música y en todas me dijiste que no. Quería que probaras nuevas cosas, pero tú sigues negandote.

Se mordió el labio inferior tratando de no llorar, pero en este momento era imposible. Estar bajo la oscura mirada de Ni-ki le hacía sentir pequeña, estaba siendo cruel y eso hacia que si corazón doliera.

— ¡¿Cómo quieres sentirte bien y tener algo en lo que proyectarte cuando seas grande si no te ayudas a ti mismo?! — El japonés sintió su corazón romperse ante tales palabras y era cierto. Observó la lágrima que resbaló por la mejilla de su novia, pero tenía que ser fuerte y no terminarse de romper frente a ella. — Parece que ya te diste por vencido, que ya no tienes ninguna oportunidad en tu vida, cuando este momento es en el que realmente tienes que probar todo aunque la caía duela mucho. Te voy a preguntar algo y quiero que me respondas sinceramente, cómo siempre has sido conmigo. — tragó saliva preparándose para lo que seguía. — ¿Qué quieres de mí? Te he dado cariño, te he tratado de comprender... ¿He hecho algo mal?

Ni-ki absorbió su nariz antes de contestar.

— ¿Qué quiero de tí? — levantó una de sus comisuras con tristeza. — Te quiero a tí. Toda tú, te quiero a ti completamente, pero no puedo. — tomó todo el aire que pudo. Sí, se dijo que sería egoísta pero no podía. Yewoo tenía una oportunidad y él no era nadie para detenerla. — Tienes cosas más importantes que yo, como por ejemplo, ver por tu futuro. Yo no tengo futuro, así que no me veo contigo.

Los labios se la pelinegra temblaron, ¿A caso estaba a punto de hace lo que estaba pensando?

— ¿E-Estás rompiendo conmigo ahora mismo? — preguntó mientras apuntaba el lugar con sus manos temblorosas. Esperó una respuesta, respuesta que nunca llegó ya que Ni-ki solamente se levantó de su lugar y tomó su mochila listo para marcharse. — Ni siquiera me preguntaste sí iría...

Ni-ki detuvo su andar al escuchar a... Su ex novia. Yewoo sintió un poco de esperanza al verle, tal vez se daría la vuelta y diría que todo fue una mala broma y qu-

Se fué.

Ni-ki se había marchado de ahí sin mirarle el rostro a la pelinegra, lo cuál hizo que ella derramara muchas lágrimas.

— Ni siquiera iba a ir...

Se quería quedar con él hasta el fin de sus vidas.

only you ↺ n. ni-ki.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora