Dos dictadores.Una cena

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"Y así fue como ganamos la Gran Guerra" canturreó Stalin con unas cuantas cervezas en la sangre,su acompañante,Molotov,estaba harto de él y su borrachera infernal.Cada catorce de Febrero era lo mismo; el dictador se ponía a bailar con cualquier joven lozana que se encontrará allí,luego bebía hasta casi quedar en un coma etílico y al final se iba con su esposa a "regañarle" por no querer besarlo por su olor a alcohol.

"Señor...por dios,ya deje esa bebida.Señor,le ruego que se valla a casa" pidió el barrendero mientras miraba con desgano al Soviet,Joseph se levantó tambaleante pues su cerebro y cuerpo no funcionaban muy bien después de tanto alcohol en sangre.

Se acomodó el abrigo y se fue a paso lento,estaba demasiado manso para ser él,sus ojos cafés miraban con curiosidad a todo aquel que se le cruzara.Tras pensar unos minutos en cosas sin mucha importancia,se le ocurrió ir a la casa de su amante favorito,después de todo,¿qué de raro tenía que dos aliados se visitaran? Pues nada,obvio que si llevaba flores y una caja de chocolates en ESE día sería bastante sospechoso.

Aún con todo eso,el georgiano tomó un avión hacia Alemania,y todo eso solo por ver a Adolf.El viaje fue largo pero él nunca se aburrió al estar pensando en su familia,seguramente deseaba golpear a cada uno de sus familiares hasta hacerlos un puré.

Apenas llegó a su destino se encaminó a la residencia de su amado,al estar justo en la puerta sonrió con melancolía por ser esta la primera vez que tenía una relación amorosa de verdad,tocó la puerta con fuerza y esperó unos minutos.Justo como se lo imaginaba,Adolf salió con enojo de su casa,dispuesto a matar él mismo al inútil que había interrumpido la preparación de su cena.

Al ver que se trataba de su amante relajó su entresejo, suspiró y le saludó,"Agh...hola,Stalin".Por otra parte Joseph se acercó y lo besó en la boca mientras lo abrazaba.Obviamente el contrario lo apartó rápidamente,"¡Idiota!…¡Si nos ven todo se pudre carajo!"refunfuñó el más bajo,en ese momento Stalin se alejó sonrojado al darse cuenta de que cualquiera que pasara por ahí podría verlos.

Al ya estar servida la cena,Hitler comenzó a comer como si acabara de salir de un campo de concentración o algo así,su acompañante le miró extrañado porque nunca lo había comer así,y también porque nunca se había puesto a pensar que él era tan glotón.

Pasaron la cena riendo y contando anécdotas,sin olvidar que eran supuestamente "solo aliados".Al terminar el plato principal,Stalin se levantó y le susurró en el oído a su acompañante "oh...señor Hitler,se ve extremadamente sexy esta noche...",por su tono de voz se notaba que era un poco una burla y otro poco un pobre intento de coqueteo,Adolf todo sonrojado le respondió "y-yo...Emm...Tú también supongo,tú tampoco estás mal...ehh".

Luego de esa incómoda situación comieron el postre,¿adivinan el nombre del postre, plebeyos?…¡Si!,es una torta o tarta de chocolate con chocolate relleno de chocolate,pobres estómagos .El postre se llama algo así como "Fuhrer Cake".

Bueno,luego de eso ambos se bañaron,juntos pues "hay que ahorrar agua" según Stalin,aunque debo decir que Adolf no se negó para nada. Cuando se estaban vistiendo al más enano de la relación,o sea a Adolf,se le cayó la toalla lo cual lo enojó mucho por alguna razón,Stalindazo alias "El Abraham Canchas" le alcanzó la toalla esa y lo miró con esa cara de pervertido psicópata que siempre tenía,"¡¿Qué carajos miras,dumm ?!" le gritó con toda su furia Adolf,"¡Ayy!...no fue para tanto,te miré lo que te toco de noche" bufó Joseph,claramente esto no hizo que su pareja lo dejara en paz.

Y así,mis camaradas,es como termina esto porque aún no quiero escribir un One-shot de ambos porque me da vergüenza escribir sobre relaciones sexuales.

Besitos👉👌

Pendejadas mías.(Firma: tu madrina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora