Cicatrices (Supercorp-historia corta)

4. Descarada

K A R A D A N V E R S

4 meses después...

— ¿Ellos creen que te vas a suicidar pronto? — Grant parecía estupefacta con la información que le estaba dando de mi última reunión con los Libertadores.

— Al parecer soy tan buena actriz que no me dan ni una semana — contesté girando en la silla, la capitana me miraba como si hubiera ganado el mismísimo Nobel.

¡Pfff! ¿a quién engaño?. Merezco un Nobel

— ¿Te sientes bien? — la rubia dejó aquella pregunta al aire, miré un punto fijo en la pared de color café perdida en todas las verdades que Sarah y Dennis dijeron pero sabía que no iba a caer tan fácil.

— Perfectamente — me incorporé bajando un poco mi saco, no quería que mi bulto se notará en aquella estación de policías...no quería preguntas estúpidas.

Salí de la oficina de la jefa con pasos altaneros llevándome la mirada sensual de Luthor, mordí mi labio calmando mi respiración pesada pero mi amiguito no pensó lo mismo y rápidamente se empalmó.

Corrí al baño para liberarme de mi ajustado pantalón y saqué mi miembro, llené mis pulmones de aire y comencé a frotarlo suavemente hasta que sentí como abrían la puerta del baño y luego Luthor se metía al cubículo en el que estaba.

— ¿Necesitas ayuda? — una de sus manos se posó en mi amigo enviando una ligera descarga a mi espalda.

— Cruel — la tomé del cuello para arrastrarla a mi boca y devorar su lengua fervientemente.

¿Cómo carajos nos enredamos? Exelente pregunta.

Fue un hermoso día de primaria.

"Vamos imbécil, modula con normalidad"

Está bien, está bien.

Fue hace dos meses. Luthor estaba molesta conmigo por alguna razón aparente – el caso 501 – y discutimos como todos los días, pero esta vez se nos fue de las manos.

Flashback

— ¡Te odio maldito fenómeno! — gritó la pelinegra colérica.

— ¡¿Fenómeno?! — me acerqué a ella con la rabia hablando por mi — ¡¿Acaso te encanta fijarte en los pantalones de las personas?! —

— ¡Cómo te atreves! — soltó una bofetada que me dió de lleno. Dolió. La tomé de las manos y la estrellé contra la pared, su respiración era agitada y violenta, como si hubiera corrido un mataron sin descanso.

— Te odio — murmuré. Sus ojos destellaron lujuria, mi amigo sintió presión en ese momento en dónde Luthor tenía sus labios entreabiertos insitando a besarla.

— Ódiame — se lanzó a mi boca dónde una pelea exitante y salvaje por la dominación se dió a lugar, sus manos quitaron rápidamente el botón de mi pantalón dejándome en ropa interior con una fuerte erección.

— No sabes cuando placer me da odiarte — ella jadeó al sentir mis manos en su entrada húmeda, buscó mi boca con desesperación pero al odiarla tanto lo único que besé fueron otros labios...

— Maldita descarada — gimió apretando mi cabello más contra su centro, sonreí orgullosamente al sentir sus piernas casi temblando lista para un orgasmo.

Pero la odio tanto que...

— Quédate con ganas, Luthor — susurré.

— ¡No me vas a dejar con ganas, Danvers! — chilló exasperada. Bajó completamente mi ropa interior y masajeó exquisitamente mi amiguito, sentí que el mundo daba vueltas mientras la oficial acariciaba con fuerza mi firme miembro — ¿Quieres que me detenga? — susurró en mi oído erizando completamente mi piel.