Pronuncio su nombre y acto seguido lo miro fijamente a los ojos, esperando que ellos me transmitan una única respuesta a todas las preguntas que tengo ahora mismo.
— Alison — oírlo escuchar mi nombre de esa manera, remueve algo en mí y no sé porqué — ¿Qué haces aquí? — pregunta mirándome con una expresión que no consigo descifrar.
En vez de responder a su pregunta, no puedo evitar volver a recorrer su rostro ensangrentado, la preocupación y la curiosidad me invaden y no puedo evitar soltar:
— ¿Que narices te ha pasado en la cara? ¿Por qué estás detenido? — sueno demasiado alterada y me arrepiento al instante.
Él intenta responder pero el agente lo interrumpe antes de que pueda articular palabra.
— Siento cortaros el rollo pero tengo que llevarlo a la sala de interrogatorios ahora mismo. Y usted no puede estar aquí, esto es zona restringida.
— Disculpe, estaba intentando hablar con algun agente pero estan todos ocupados con el lío que hay ahí fuera. Un hombre me ha atracado hace apenas media hora y me ha robado el bolso y el móvil.
Esta vez es Tyler quien interrumpe al policia antes de que este pueda responderme.
— Pero, ¿tú estás bien? ¿Te ha hecho daño? — pregunta igual de alterado que yo cuando le he preguntado a él por lo suyo.
— No, solo me ha empujado, estoy bien. — le contesto y noto como su mirada se tranquiliza un poco.
— Espérese en la sala y en cuanto acabe con él la atenderé.
Quiero seguir preguntando pero el policia se apresura a avanzar por el pasillo tirando de Tyler, que me dedica una última mirada antes de girarse y dejarme atrás.
***
Llevo casi dos horas esperando en esa maldita sala y me estoy muriendo de hambre. Me planteo varias veces irme pero recuerdo que tampoco tengo mucho que hacer fuera dadas las circunstancias. El enorme grupo de gente que había en la puerta cuando llegué ha ido disipandose y ya apenas queda nadie. Solo estoy yo, un señor mayor junto a la que parece su mujer y un hombre de edad adulta algo siniestro.
Cuando ya noto que los párpados empiezan a pesarme, escucho unas voces que ya he oído antes acercandose hacia la sala. Me esfuerzo por volver a abrir bien los ojos y veo a Tyler aparecer de nuevo junto a ese policia, solo que ahora ya no va esposado y las manchas de sangre se han convertido en moratones que cubren sus pómulos y parte de su ojo izquierdo.
Me acerco a ellos cautelosamente y tengo un debate interno sobre lo que debería decir ahora. Al final, decido que no quiero ser una entrometida y dejo la idea de preguntarle a Tyler lo que ha pasado para más tarde.
— Disculpe agente, ¿puede atenderme? — pregunto amablemente, algo raro en mí, a la vez que miro de reojo al señorito de al lado.
— Si, ya he acabado con este. — se gira y le mira — Tú, por qué no haces algo bueno hoy y acompañas a esta señorita a su casa? — le espeta con autoridad.
Pienso en protestar y decir que no es necesario, pero honestamente, no tengo ni dinero para coger un bus, y no me apetece andar sola una hora hasta casa, así que no digo nada. Tyler se aparta del policia y se dirige a la salida, cuando pasa por mi lado, me toca el hombro y me susurra:
— Te espero fuera, señorita — me guiña un ojo y sale de la comisaría.
***
Apenas me han podido ayudar ya que no tengo ninguna información sobe el atracador, solo sé que no era muy alto pero sí bastante robusto. Me han dejado hacer un par de llamadas para cancelar mis tarjetas y me han dado cita para repetirme el DNI.
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La luz de mi tormenta
RomanceAlison Jones no cree en el amor y no tiene intención de hacerlo. Mientras, Tyler Smith, el chico nuevo es todo un romántico, el chico que toda mujer desearía tener como pareja. Conseguirá él hacer cambiar de opinión a Alison y atravesar esa coraza...