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Los días pasan y con eso el tipo de "relación" también avanza, hace poco he tomado la iniciativa de pedirle a Levi que me impartiera clases de braille, en las cuales me he percatado de que Levi tiene mucha paciencia, al igual de que se truena los nudillos cuando se desespera y cuando está cansado encorva la espalda; algo especial es que toma la taza de una manera muy inusual la cual me he llegado a preguntar si tiene ese hábito desde siempre o es por su discapacidad, hasta que Falco me habló un poco acerca de su pasado en una forma muy general, sin detalles ni muchos menos. Resulta que la discapacidad provino de un accidente automovilístico, en el cual perdió la mayor parte de la retina, escuchar eso me hizo sentir de una manera triste y hasta cierto punto sentir lástima, no puedo imaginarme a mi misma en una situación similar, a esas alturas tal vez ni siquiera estuviese en este plano terrestre así que desaparezco ese sentimiento inmediatamente y lo reemplazo en respeto y admiración hacía el,

Los afectos no han parado, por lo que cada día vivo un poco más enamorada de él, pero al igual he tenido sentimientos y cuestiones negativas hacia esto, por ejemplo ¿qué soy para Levi? Tal vez ¿un pasatiempo? ¿Tal vez solo me quiera para satisfacer sus necesidades? No lo creo, hasta ahora ha sido un hombre respetuoso, y no ha tratado de propasarse conmigo, entonces ¿En realidad valgo la pena para que el me pueda tomar de una manera más formal?, imposible.

Esos pensamientos hacen que mi animo esté por los suelos y al parecer todo el mundo se dé cuenta, incluso el.

-¿Todo bien?- su voz hace que salga de mis pensamientos, nos encontrábamos cenando un Viernes por la noche, así que estaba distraída pensando en aquello ultimo y mirando las personas pasar por la calle, algunas tomadas de las manos, otras con un bebé en brazos, y otras caminando normalmente.

-Si, todo bien- suspiro pesadamente - ¿Por qué lo dices? - le pregunto sin emoción alguna

-No has estado hablando como de costumbre, ¿Debo de sentirme preocupado? - busca mi mano

-No, no hay nada de qué preocuparse, pero- estoy con unas inmensas de preguntarle lo que me lleva atormentándome todo este tiempo, pero no quiero sonar impertinente o apresurada -Yo...-

-Vamos, creo que hemos generado un lazo más allá de jefe y empleada, o "roomies"- hace ademan de comillas con los dedos y sonríe -Así que dime ¿Qué es lo que pasa? – vuelve a buscar mi mano para poder entrelazarla y acariciarla con suma delicadeza así que eso me alienta

-Levi, ¿qué somos? ¿Cuál es nuestra relación? – y al terminar de decir eso supe que todo estaría mal, y me lo confirma su repentino cambio de actitud y que haya desecho el agarre de nuestras manos para levantarse de la mesa e irse como si nada, solo lo veo guiarse hasta detenerse en la entrada a su habitación no sin antes balbucear un ligero "buenas noches". No pudo quedar más clara la respuesta.

Dispongo a levantarme para recoger los utensilios de la mesa y dejarlos en el fregadero, mi mente está hecha un desastre y mi corazón añicos porque esta es la señal para alejarme de Levi y no sobrepasar aquella línea de "jefe/empleada" Triste termino con mis labores y voy a mi recamara, esta noche no dormiré con Levi ya que me ha dejado todo en claro.

Me recuesto y miro las estrellas a través de las delgadas cortinas que hay en la habitación y sin más me suelto a llorar tal cual una niña pequeña hasta que el sueño me vence.

Unos ligeros toques en la puerta me hacen despertar y por un momento pierdo la noción del tiempo. No puedo siquiera abrir los ojos de lo hinchados que están, la garganta la siento totalmente seca y mis ánimos aún siguen por debajo del suelo. Me levanto como puedo y me dirijo a abrir la puerta, pero antes hago un tremendo esfuerzo por tomar y ver la hora en mi celular viejo, y no lo puedo creer, al parecer he dormido casi un día entero esto es imposible solo falta que me despidan y me echen de aquí por irresponsable. Abro rápidamente y me encuentro a Falco con una bandeja en brazos con lo que parece ser el desayuno, que pena

𝐸𝑦𝑒𝑠-𝐿𝑒𝑣𝑖 𝐴𝑐𝑘𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora